domingo, 8 de octubre de 2017

Teodoro González de León 1926-2016 In Memoriam.

Por Victor Manuel Gutiérrez Sánchez*
*twitter e instagram @intersticio74

“La arquitectura existe cuando hay emoción poética.
La arquitectura es cosa plástica.
El arquitecto se vale de los instrumentos utilitarios
en virtud del propósito plástico que persigue:
El arquitecto compone”.
Le Corbusier


A Manera de Homenaje: Tres Momentos y Tres Obras Preferidas.

Más que contribuir a la abundancia de artículos y reseñas en torno a Teodoro González de León y su innegable legado, méritos y reconocimientos, el presente artículo busca hacer un sencillo homenaje desde una perspectiva personal y anecdótica de una de las personalidades más influyentes en la arquitectura mexicana contemporánea.

Tres Momentos.

1.    Congreso Internacional de Arquitectura “Entre Líneas”, en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (1996). La primera vez que pude platicar personalmente con Teodoro González de León, siendo yo aún estudiante, fue en torno a una evidente evolución en el lenguaje arquitectónico de sus obras recientes, que mostraban un nuevo giro compositivo, en concordancia con el panorama contemporáneo de la arquitectura. Fue sumamente inspirador el ver como un arquitecto con un renombre consolidado continuaba explorando nuevas formas de hacer arquitectura.

2.    Presentación del Libro “Cuadernos de Viaje IV” en El Colegio Nacional (2015). Esta vez fue en la sede de las grandes personalidades del mundo intelectual de nuestro país, cuando destinó un tiempo valiosísimo para compartir con profesores y estudiantes de la Facultad del Hábitat, gracias a las gestiones de Juan Fernando Cárdenas, en una charla cercana donde, además, nos obsequió un ejemplar de sus Obras Completas. Después, en el mismo lugar presentó un libro que lo refrendó como el “gran viajero y conocedor de ciudades”, un apelativo ganado a pulso, en un cuaderno de viajes lleno de anotaciones y croquis de sus estancias en Japón.

3.    Festejo del 90 Aniversario en el II Congreso Internacional de Arquitectura y Ciudad Mextrópoli, e inauguración de la Exposición “Maquetas” en el Museo de la Ciudad de México (2016). La última vez que vi a Teodoro González de León, fue en el emotivo homenaje –como debe de ser: en vida-, que la Editorial Arquine, El Colegio Nacional y el Gobierno de la Ciudad de México le hicieron, con motivo de sus 90 años de vida. Si bien Teodoro González de León era un asistente asiduo al Congreso Mextrópoli, esta vez participó de manera entusiasta como panelista, haciendo agudas críticas a la manera en que nuestras normativas urbanas continúan privilegiando al estacionamiento del automóvil privado, en detrimento de la habitabilidad de las ciudades. Esta última fue su lucha que continuó hasta su último aliento.

Tres Obras Preferidas.

1.    El Museo Rufino Tamayo (1981), en colaboración con Abraham Zabludovsky. Sin duda, este museo integrado de manera destacada en el Bosque de Chapultepec, ha sido una inagotable lección de arquitectura desde que lo visité por primera vez, siendo aún niño. He regresado y lo he recorrido una gran cantidad de veces, y me sigue transmitiendo una gran emoción descubrir cada vez un nuevo efecto de iluminación natural o una vista seleccionada del exterior desde su interior, de la que no me había percatado antes. Además, el avistarlo desde lejos, antes de llegar, forma parte de la emoción del recorrido por esta zona de la Ciudad de México, que trato de hacer cada vez que regreso.

2.    La Casa de la Calle Amsterdam (1996-1997). Esta obra marca, para mí, un motivante descubrimiento de la naturalidad con la que Teodoro González de León transitaba de la arquitectura hacia las artes plásticas, pintura y escultura, y lo refleja de manera muy clara en este enclave de silencio para la creación, ubicado entre las colonias Condesa e Hipódromo Condesa, una de mis zonas favoritas de la Ciudad de México, donde se ubican obras de otros arquitectos tan fundamentales como Luis Barragán o Mario Pani. Fue en esta misma época en que pude admirar algunas de las obras pictóricas y escultóricas de González de León, que sin duda se influyen mutuamente con la creatividad arquitectónica que originó esta casa.

3.    La Embajada de México en Alemania (1997-2000), en colaboración con Francisco Serrano. Mi preferencia subjetiva por esta obra también tiene que ver con un aspecto emotivo. Su inicio coincide con el tiempo en que estuve en aquel país, en una estancia en la Universidad Tecnológica de Berlín. Encontrarme con esta importante presencia de nuestro país en una metrópoli en ebullición urbanística y arquitectónica, fue una de las mas gratas, en un período de permanente descubrimiento y asombro de mi parte hacia las grandes creaciones de la arquitectura en cada etapa de su devenir histórico.

Me disculpo por el hecho de que este anecdotario se encuentra evidentemente marcado por la subjetividad que, aunque no se justifica, se explica por la admiración que siempre he tenido y que en su oportunidad expresé a Teodoro González de León, a quien consideré en vida un sólido candidato para ser el segundo Premio Pritzker mexicano.

Imágenes:
Adriá, M. (2016) Teodoro González de León. Maquetas. Ciudad de México: Arquine.
Rossi, A. (1996) Ensamblajes y Excavaciones. La obra de Teodoro González de León 1968-1996. Ciudad de México: INBA.

Para más información:
Adriá, M. (Intro.) (2003) Teodoro González de León. Obra Completa. Ciudad de México: El Colegio Nacional.



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