jueves, 28 de mayo de 2015

Paseos Arquitectónicos I: De viaje por el Altiplano Potosino.

Por Victor Manuel Gutiérrez Sánchez


Viajar por el altiplano abre la posibilidad de un sinfín de experiencias culturales, recreativas y sensoriales, las cuales tenemos a poca distancia de la capital del estado, y que nos permiten redescubrir la mística belleza del desierto potosino.
Enfilándose hacia el norte desde San Luis Potosí, se encuentra uno pronto en Matehuala, un lugar rico en historia y en sitios de interés para el visitante, como  la Catedral de la Inmaculada Concepción, de estilo neogótico, o antiguas casonas como Juárez, Hidalgo, los Portales o la Exhacienda de los Patos. Además de ser la puerta grande a la cultura y la gastronomía del altiplano potosino.
Más adelante se encuentra Cedral, un municipio con un enorme potencial turístico, por la calidez de su gente, que constituye uno de los principales valores de este lugar. Aquí se puede visitar el más antiguo vestigio de ocupación humana en México, en un místico lugar conocido como la Amapola, el cual no cuenta con infraestructura de servicios, no obstante la relevancia arqueológica que alberga. Además de visitar importantes haciendas como El Salado y el Sotol, aquí se encuentra, construida en cantera, la Parroquia de la Virgen de la Asunción, obra del Ing. Octaviano Cabrera que data de 1910. En mayo pasa por aquí la Ruta del Peyote, un acontecimiento que reúne a varios cientos de motociclistas en un vistoso evento, el cual se viene realizando desde hace varios años.
También se puede visitar el Espacio Escultórico del Desierto, en Vanegas, un lugar sui generis, diseñado por el renombrado paisajista José Antonio Aldrete-Haas, que crea en este lugar un sitio capaz de asombrar al mas experimentado visitante de museos, por su originalidad e integración con el ecosistema, en este caso el Desierto de Chihuahua, que constituye uno de los puntos de ingreso al territorio sagrado conocido como Wirikuta.
Siguiendo por el camino empedrado se llega a dos pintorescos poblados, El Potrero y la Luz, donde se puede mantienen formas de vida sencillas y en estrecha relación con el desierto, que les provee de los materiales para construir una arquitectura noble por su integración al paisaje. En El Potrero se encuentra una extraordinaria construcción conocida como “La Casa de la Griega”, donde una artista de origen europeo ha sabido interpretar la sabiduría constructiva de la región, traduciéndola en una cálida casa habitación. En La Luz, un pequeño poblado donde viven unas cuantas familias, puede encontrarse un “set cinematográfico” habitado, ya que sus construcciones, que datan de una época de esplendor minero, constituyen un escenario ideal para muchas películas que se han filmado en el lugar, destacando Bandidas (Ronning y Sandberg, 2006), protagonizada por Penélope Cruz y Salma Hayek como una de las más célebres. En La Luz, muchos lugareños cuentan con anécdotas de su incursión como extras en películas nacionales e internacionales, y muchos espacios han sido inmortalizados también por el séptimo arte.
Lo mejor de todo es que estos atractivos se encuentran antes de llegar a Real de Catorce! Un lugar conocido internacionalmente por su atractivo turístico, atracción de miles de peregrinos atraídos por el culto a San Francisco, epicentro de importantes festivales como el de Ogarrio, el Festival Cultural y el Festival de Jazz del Desierto, los cuales constituyen los eventos periódicos de la región, pero que además siempre sorprende con una exposición en la Casa de Moneda, o la presentación al aire libre de un documental como “Los Huicholes. Los últimos guardianes del peyote” (Vilchez, 2014). Un lugar que deleita a sus habitantes y visitantes con la exquisita gastronomía del Altiplano, en sus cafeterías, restaurantes, bares y pizzerías.
Caminar por sus callejones, visitar el panteón, pasear en Willys o a caballo, para llegar al Cerro del Quemado, adentrándose en Wirikuta, territorio sagrado de los wixárica, hospedarse en alguno de sus espléndidos hoteles boutique, recorrer su mercado de artesanía, son algunas de las actividades que pueden realizarse para completar este viaje a un lugar mágico y pleno de experiencias inolvidables para todo aquel que lo visite por primera vez o lo redescubra.


Gentrificación de los centros urbanos.

Victor Manuel Gutiérrez Sánchez
¿Qué es la gentrificación urbana?
La reestructuración y la gentrificación de las ciudades en la conformación del espacio urbano, son procesos que se generan a partir de condiciones macroeconómicas y dinámicas capitalistas entre las élites del poder económico y político.
Podemos definir la gentrificación como el desplazamiento o reemplazo de habitantes de mayor nivel de ingresos, extendiendo el término para referirse también a la transformación integral de la ciudad en un lugar para la generación y el consumo, como un fenómeno de expansión sostenida que ha conducido los precios de las bienes raíces a niveles sin precedentes en los que el papel de la participación social ha tenido poca o nula influencia en los procesos anteriormente descritos, por estar éstos definidos por las condiciones del mercado.
El Neoiberalismo capitalista juega un papel determinante en la reestructuración urbana, y en lo referente al régimen social que da lugar a los fenómenos aquí descritos, destaca lo que se llama la “destrucción creativa”, una de las maneras de la ciudad para producir dinero, ya que “la estabilidad no crea dinero” y se requieren estas dinámicas para sostener el modelo neoliberal.
Dicho de otra manera, la obsolescencia urbana, entendida como la desvalorización de ciertas áreas, genera nuevas necesidades, y esta manipulación del deseo, genera la demanda que activa la dinámica de las ciudades bajo el régimen capitalista. En este sentido, la sociedad no es vista por las cúpulas del régimen capitalista más que como receptáculo de sus decisiones, en su calidad de consumidores y/o votantes.
En los procesos de reestructuración urbana como el definido como gentrificación, la ciudad es percibida como objeto de consumo, y la acumulación por la acumulación y la destrucción creativa llegan a su máxima expresión, al generar procesos como la gentrificación y la renovación urbana. La gentrificación es la expresión de la forma como hoy se produce y circula valor, y del ambiente y estilo de vida que el consumismo de la globalización neoliberal promueve. En este esquema, la participación social juega un papel principalmente legitimizador, ya que algunas veces se recurre a la consulta pública como una forma de participación ciudadana, buscando con ello evitar la oposición popular a los proyectos de gentrificación.
Bajo este esquema, se procede a la destrucción de los barrios de los pobres para que los habite la clase media alta. Dicho de otra manera, la gentrificación es la conversión de áreas socialmente marginales y de clase trabajadora de la ciudad central para uso residencial de clase media.
¿Existen condiciones para la gentrificación en San Luis Potosí?
Como régimen social, el capitalismo ha entrado en un régimen dominado por el capital financiero. Para la ciudad, la industria fundamental es la industria del espacio, ahora “articulada” por la iniciativa privada. En la ciudad financiera, la fábrica es un aspecto del pasado que ya no funciona, y se va a pueblos o ciudades medias, tal pudiera ser el caso de San Luis Potosí, que pareciera estar entrando de manera tardía al esquema de ciudad industrial, atrayendo la instalación de grandes industrias que otras ciudades, en proceso de consolidación como capitales financieras, buscan reubicar.
Difícilmente podríamos identificar en San Luis Potosí las condiciones para la gentrificación que se han dando en ciudades norteamericanas, ni siquiera parecidas a las grandes metrópolis latinoamericanas. Nos encontramos en una ciudad de escala media, en proceso de metropolización, donde los grandes capitales se encuentran focalizados de manera muy puntual. Los grandes capitales, capaces de hacer alianzas con la inversión extranjera para potencializarse, se encuentran en la zona industrial; los medianos capitales, poderosos a nivel local y regional, se enfocan en la industria de la vivienda en nuestra ciudad; y los pequeños capitales, se encuentran en el desarrollo inmobiliario de espacios para la gastronomía (eatertainment) y las esquinas comerciales, que brotan viralmente por nuestra localidad.
La gentrificación es vista más inmediatamente en la restauración arquitectónica de determinadas viviendas y la agrupación de nuevas amenidades culturales en el centro de la ciudad. Desde este punto de vista, la gentrificación resulta en un reacomodo geográfico, entre vecindarios y areas metropolitanas, de profesionales, gerentes, y empleados técnicos que trabajan en servicios corporativos, gubernamentales y de negocios.
Nacida en el norte, la gentrificación ha ocurrido más lentamente en el sur, en parte porque la industria del espacio se ha concentrado en las periferias y las torres, y en parte porque las condiciones necesarias para la gentrificación aún son incipientes en las ciudades latinoamericanas. En lo personal, considero que las condiciones para la gentrificación de la zona central de San Luis Potosí están aún lejanas, sobre todo porque las clases sociales con más altos niveles adquisitivos, siguen buscando la periferia sur y poniente, en terrenos cada vez más inaccesibles e inconvenientes (zonas de recarga del acuífero, topografías insostenibles, etc.), y no se visualiza ningún interés por regresar al centro, que es, históricamente, la primera zona residencial de nuestra ciudad.
Si el concepto de ciudad en lo específico y el concepto del espacio en lo general, nos remiten a una forma de habitar esencialmente creativa, en el momento en que el hombre se urbaniza. Este debiera ser el papel de la ciudad: la creatividad. Toda sociedad produce su propio espacio y le imprime su cultura, volviéndolo un espacio productivo. Sin embargo, la apropiación y transformación de ese espacio con base a relaciones sociales hoy requiere de una mayor inclusión de los habitantes del espacio para su legitimidad.
Debemos considerar la participación social cada vez más, y comprender cómo, aún con situaciones que le son adversas, la gente logra sobrevivir, a pesar de todo, creando sus propias economías, de la misma forma en que busca reciclar el pasado en el presente para sobrevivir. Las iniciativas ciudadanas que hemos podido advertir en proyectos recientes dentro de la ciudad de San Luis Potosí, son evidencia de una sociedad cada vez más crítica, demandante y propositiva.
La ciudad de hoy es el reflejo del capitalismo de hoy, y las dinámicas son otras, nuevas, por lo que se requiere también de renovar la óptica de análisis para su mejor comprensión. En principio, en la gobernanza se busca pasar del Estado mediador, distribuidor y regulador al Estado dedicado a generar condiciones para que el mercado funcione óptimamente, sin importar las externalidades. Dentro de esta función, la vigilancia y la destrucción de la disidencia se convierten piezas claves de la gestión estatal, y la oposición social se toma como algo que eliminar, pero es precisamente por medio de la exigencia de la transparencia y la rendición de cuentas como la sociedad puede y debe participar, en su propio beneficio.


Bibliografía.
Betancur, J.J. (2014) “Gentrification in Latin America: Overview and Critical Analysis”, en Urban Studies Research, vol. 2014, Hindawi Publishing Corporation, 14 p.
Zukin, S. (1987) “Gentrification: Culture and Capital in the Urban Core”, en Annual Review of Sociology, vol. 13. Annual Reviews, pp. 129-147.



El arte de Gabriel Orozco.

Por Victor Manuel Gutiérrez Sánchez

Para entender la propuesta artística del mexicano Gabriel Orozco (N. Xalapa, 1962), es importante distinguir una postura moderna, en que el arte explica e interpreta la realidad mediante objetos creados conceptualmente, y  por otra parte, la postura contemporánea del “todo vale”, en la cual se difumina la definición del arte.
En nuestros tiempos, lo que determina las propuestas artísticas es la necesidad del mercado, muchas veces sin atender a criterios de calidad ni estético. En este contexto, en el que casi cualquier cosa es arte, la actividad artística se caracteriza por criterios extraordinariamente libres.
Tratando de entender mejor esta discusión, se recomienda el documental de Juan Carlos Martin, que muestra a Orozco como uno de los artistas mexicanos con mayor reconocimiento en las galerías de arte del extranjero. En este documental, se presenta al artista como una gran figura internacional, mostrando sus procesos e ideas detrás de algunas obras desarrolladas a lo largo de un año. Para Orozco, “lo heroico es dejar de ser artista”, al parecer tuvo una formación tradicional como artista visual, para después decantarse por una práctica mas experimental.
Podríamos definir el trabajo de Orozco por el humor y la impredictibilidad, también porque se le conoce y reconoce más en el extranjero que en nuestro país. Su trabajo, autodefinido como “obra crítica”, afirma está impulsado por la búsqueda de  comprensión e intensidad, que parte de un público informado y curioso, “el arte no es para las masas”, nos dice, sino para generar un momento de plenitud individual en el espectador.
En algún momento del documental, se le puede ver recolectando materiales de desecho en la basura, un acto de pepena, donde ubica objetos y materiales para reciclar en las calles de Nueva York. Una de sus instalaciones, realizada en esta ciudad, merece la observación “mejor pequeño pero significante, que grande pero insignificante” afirma el curador. El artista establece, “cualquiera puede recolectar, escoger, pero al yo escogerla deja de ser basura. Al llevarla a la galería se convierte en arte, en un momento de arte”. Esta es una de las características definitorias del arte contemporáneo, objetos cotidianos e intrascendentes, adquieren una denominación artística al ser llevados al círculo del arte para ser considerados como tal. En este sentido es importante el constructo intelectual del autor para llevar los objetos a este contexto, y también es determinante el papel del curador, como podemos constatar en este video. Son los curadores los que determinan el valor artístico de un objeto, llegando incluso a influir en la opinión del espectador. Y es que en la tabula rasa del arte, si alguien lo llama “arte” es arte.
Para Orozco, “al final el estilo es un accidente”, su postura es clara cuando afirma “el arte no se trata de un estilo, eso es para decoración o artesanía, se trata de descubrir algo que no existía”, en este sentido, reconoce que los sistemas de comunicación son muy fuertes en la determinación de las vanguardias artísticas y su percepción social. “Lograr que el espectador vea el mundo como el artista lo ve, eso es muy fuerte”, dice el artista.
La singularidad del arte contemporáneo, podemos reconocerla en Orozco cuando establece “después de los 25, un artista no forma parte de nada” refiriéndose a una exploración individual que no tiene que ver con su generación. Se nos presenta a un artista ingenuo, muy seguro de sí mismo, capaz de presentar una caja de zapatos a la Bienal de Venecia. Como una búsqueda personal de “residuos de una acción”, una vez mas se afirma el carácter impredecible del acto artístico contemporáneo, “sin querer dejas la huella”.
En su búsqueda “combinar lo que se ve viejo con lo que se ve nuevo” le lleva a generar nuevas cosas, entiende al individuo como el que contiene cosas, “uno es un recipiente”. Orozco dice “no estoy pensando en llenar en el espacio, sino que entres y que este vacío sea mas un espacio de reflexión, muy sutil”, esto es una búsqueda no escenográfica, ni escultórica, sino significativa para sí mismo y para el espectador.
El artista se empodera con la creatividad “cuando el artista se hace viejo siente envidia del poder de los más jóvenes”, pero el efecto de esta creatividad es efímero, “el efecto en la atención es de dos o tres minutos, en la memoria, es indefinido”. Tal vez por ello su trabajo ha recibido de la crítica la denominación instalación fast food, y es que Orozco, como Warhol, se identifica con el consumismo de su tiempo. “Me da gusto, es bueno cuando los demás lo ven fácil”, ya que “cuando las obras son perfectas ya no pertenecen al artista, sólo las imperfectas nos pertenecen”, señala.
Orozco señala “me gusta la idea del principio”, ese momento parecido al Big Bang en que el proceso vuelve a comenzar. “por eso me gusta empezar algo nuevo”. Para el artista, “el arte es algo que sucede y que no puedes medir”, y no se trata de hacer algo poético, lo cual le confiere a hacer arte contemporáneo un enorme misterio, y por lo tanto una gran indefinición. El arte de Gabriel Orozco “refleja el mundo cambiante, ya que es parte de ese mundo cambiante” afirma una vez más una curadora.

Autores del arte contemporáneo como Gabriel Orozco, carentes o superficiales en los constructos detrás de la obra, llevan a afirmar a los detractores que se ha perdido la experiencia profunda, toda vez que es el mercado es lo que sostiene el arte. El arte debe ser la expresión, no del artista, sino de algo que lo trasciende, afirman los conocedores.

martes, 19 de mayo de 2015

Habitabilidad del Espacio Público.

Por Victor Manuel Gutiérrez Sánchez

¿Qué podríamos hoy definir como espacio público?  Ya que estamos ante cierto tipo de transformación del espacio público, a partir del auge del capitalismo neoliberal, que privilegia la propiedad privada sobre el interés público, y que en tiempo reciente ha provocado cierta mutación en la manera en que la sociedad produce y utiliza el espacio público.
La participación de la sociedad en la producción del espacio público es condición de habitabilidad, es por ello que este artículo se enfoca en la acepción de éste como espacio de convivencia, como lugar donde cualquier persona tiene derecho a circular, y donde el paso no se restringe por criterios de propiedad privada o de reserva gubernamental. El espacio de propiedad pública, se encuentra caracterizado y definido por el dominio y uso públicos, y en el aspecto legal proviene de la separación formal entre propiedad privada y pública.
Desde la perspectiva arquitectónica y urbanística, podríamos decir que el espacio público es aquella superficie libre de construcciones, -a excepción de equipamientos colectivos y servicios públicos-, para usos sociales característicos de la vida urbana. Más, desde una aproximación jurídica, el espacio público se determina por estar sometido a regulación por parte de la administración pública, en este caso, propietaria o poseedora de la facultad de dominio de suelo, con lo que se garantiza -o se debe garantizar-, el acceso y condiciones de utilización a todos los ciudadanos.
El espacio público es escenario de interacción social, así como soporte físico de actividades y necesidades urbanas colectivas, -más allá de los intereses individuales-, no obstante hoy existen, por decirlo de algún modo, nuevas tipologías de espacio público, esto es, espacios de propiedad privada que son de uso público: los centros comerciales. Estos espacios se manifiestan como “artefactos” urbanos, de la metrópolis contemporánea, donde la privatización capitalista neoliberal, ha generado modificaciones profundas en la manera en que se vive la ciudad, y por tanto, el espacio público. Aunado a ello, interviene inevitablemente en una reflexión actual, la consideración del espacio virtual, con la posibilidad de comunicación instantánea que ofrece el internet, como un espacio público no físico, un concepto usado desde hace relativamente poco.
El poeta mexicano Octavio Paz, afirmó que el espacio arquitectónico no sólo obedece a las leyes de la geometría y a las de la estética, sino también a las de la historia”. El espacio público se entiende así como un espacio construido sobre un espacio físico, pero que es asimismo un espacio social. En este sentido, se visualiza al espacio no como un ente estático, sino como poseedor de un dinamismo que le confiere su propio uso, y los cambios que se presentan en el contexto a través del tiempo, y de los cuales el espacio es a la vez reflejo y abrevadero.
Desde esta perspectiva poética, el imaginario mental constituye un proceso fundamental para la percepción, el pensamiento, el lenguaje y la memoria del espacio. La imaginación aquí se entiende como la herramienta que nos permite captar la percepción múltiple del estar en nuestro hábitat, aquí y ahora, en continuidad con el pasado y el futuro, esta imagen “poliédrica” del mundo es producto de nuestra imaginación y los seres humanos percibimos el espacio a través de la imaginación, en un sentido esencial, como la actividad generadora de imágenes mentales.
Es a través del espacio que el individuo logra su identificación con su entorno cultural materializado, que se traduce en esquemas, patrones de comportamiento para actuar en él, que a su vez son patrones espaciales. Por ello se puede decir que el espacio existencial, es reflejo de la estructura del ambiente que le rodea.
La habitabilidad no se refiere sólo a los espacios construidos interiores y cerrados, sino a todos los espacios que en la amplia connotación arquitectónica abarcan tanto los edificados como los lugares naturales o paisajísticos. Las personas de diferentes culturas no solo hablan diferentes lenguas, sino habitan diferentes mundos sensoriales. Es precisamente a través de los medios arquitectónicos y urbanos que crean los grupos sociales, que se generan diferentes ambientes, manipulados por el hombre, que nos muestran cómo los diferentes pueblos los han utilizado. Las conductas son resultado de realidades específicas o regionales, lo cual se refleja en la manera de ser y resolver la habitación, buscando siempre una calidad de vida, unas condiciones para lograr una vida mejor.
La habitabilidad se puede traducir en este contexto como la búsqueda permanente de calidad de vida -no solamente física, sino en complementariedad con otros satisfactorios-. Es a partir de la dinámica social, actividades, eventos, acontecimientos, en suma, hechos cotidianos, donde el espacio como fenómeno se da en la experiencia que cada individuo o colectividad obtiene en su hábitat y existir; Es a través del uso del espacio y de habitarle, que el individuo toma consciencia de su estar en él, y por él logra su identificación como entorno materializado, que se traduce en esquemas, patrones de comportamiento al actuar en él, que a su vez son patrones espaciales.
Si el espacio es orden, es porque en él se materializan las acciones vinculadas al poder, como organizar, ordenar, imponer. El espacio público puede ser visto desde esta perspectiva, como la arena donde intervienen los diferentes sectores de la sociedad –público, privado y social-, empoderados por los diferentes medios con que cuentan para intervenir en la producción del espacio público.
Una aproximación económica del espacio público implica el acceso, apropiación, uso y gestión espacio; esta apropiación se asocia un sistema económico, sus reglas y modos de producción, reglas del mercado, de la economía, implica la estructura social, roles, jerarquías, un sistema de valores, deseos y orientaciones sociales.
En el espacio público confluyen las dimensiones social, cultural y política, ya que es a la vez lugar de relación, identificación y manifestación. Por tanto, se debería evaluar la calidad del mismo con base a criterios como la intensidad y calidad de relaciones sociales que facilita, así como su capacidad de acoger y mezclar distintos grupos y comportamientos, o bien, su capacidad de estimular la identificación simbólica, esto es, la expresión de la sociedad y la integración cultural. Por ello supone dominio público, esto es, el uso social colectivo y una gran diversidad de actividades.