lunes, 18 de junio de 2012

El Colegio de Arquitectos de San Luis Potosí, A.C., contará con un Edificio Sede congruente con su Tiempo y su Espacio.


Por Victor M. Gutiérrez Sánchez


El 23 de Enero del presente 2012, el Colegio de Arquitectos de San Luis Potosí, A.C., emitió su veredicto con respecto a un concurso abierto a todos sus agremiados para el diseño de su Edificio Sede, convocado en Diciembre 2011 con la intención de obtener un proyecto apropiado a su tiempo y espacio, destinado a construirse en el plazo inmediato. El proyecto ganador se comienza a construir en  2012, con lo que esta importante agrupación contará por primera vez con un edificio ex profeso, en vez de adaptar oficinas rentadas como se viene haciendo desde hace 45 años.
Partiendo de la premisa de no emplazarse fuera de la ciudad, incluso se buscaron ubicaciones en el Centro Histórico de S.L.P., las cuales se descartaron por no encontrar un inmueble con las condiciones de espacio requeridas para un edificio contemporáneo de congregación gremial. Con la intención de obtener un riguroso programa arquitectónico, acorde a las necesidades actuales y futuras de sus agremiados, se invitó a los arquitectos Oscar Cadena, Marcela Bremer y Fernando Torre, a realizar un trabajo detallado de programación arquitectónica, y se lanzó una convocatoria que buscaba equilibrar la experiencia y la juventud de sus integrantes.
El jurado estuvo integrado por arquitectos prominentes por su trayectoria y por sus posiciones estratégicas en el ámbito laboral y académico. Así se invitó a Francisco Covarrubias, Presidente de la Academia de Arquitectura de México -quien asignó a su representante en la entidad, Marco Garfias-; a Manuel Villar, actual Rector Interino de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí; a Alfonso Palafox , por parte de la Federación de Colegios de Arquitectos de México; y a Jorge Tamez, Director de Arquitectura, de la Universidad Nacional Autónoma de México.
De once equipos inscritos, siete entregaron su propuesta, eligiendo el jurado a puerta cerrada el proyecto del equipo idea 9, encabezado por Iván Juárez, Antonio Cárdenas, Juan Lozano, Manuel Márquez, que junto con un equipo de colaboradores, presentaron la mejor opción.
El proyecto ganador podría definirse como claro y sobrio, no obstante que se distingue por una gran congruencia con el contexto espacio temporal en que se ubica. A partir de un análisis de la arquitectura regional, se llega a una propuesta que podríamos ubicar dentro de un regionalismo crítico, (como lo define K. Frampton), evidenciado en el uso de formas masivas, colores desérticos y materiales pétreos de la región, todo ello obedeciendo a la sabiduría ancestral de los constructores de este lugar, que se han adaptado por siglos al clima, materiales, asoleamiento y vientos del desierto alto. A través del uso del material se buscó una identidad local, no acudiendo al lugar común de la cantera rosada, sino por medio del acabado pétreo conocido como sangre de pichón,  originario de Tierranueva, S.L.P., un material que permite utilizarse en forma de lajas para formar celosías, intercalándolas con rendijas que permiten la ventilación y la visualización selectiva del entorno, además de que se logra otorgar color a través del material al edificio, buscando con ello mayor honestidad y durabilidad.

Aunado a ello, el proyecto cuenta con una serie de criterios funcionales estrechamente vinculados con las actividades gremiales que son la razón de ser de el programa arquitectónico, como puede verse en el diseño de elementos arquitectónicos integrados al espacio, como la escalera-estante, por ejemplo, o la disposición de elementos arquitectónicos flexibles, como mamparas abatibles, para ampliar o limitar el espacio, según se requiera.
El proyecto se agrupa en cuatro espacios principales, que son: El espacio de trabajo, destinado a espacios adaptables para las actividades propias de la profesión de los agremiados, tales como presentaciones, reuniones y negocios, el cual se transforma en espacio expositivo por medio de elementos flexible, duplicando con ello el espacio; Se tiene también un área administrativa, destinada a las oficinas del Presidente y la Mesa Directiva, así como a la Secretaría; también cuenta con un espacio social, de usos múltiples encaminado a fomentar la relación gremial y fraternal entre los arquitectos,  se trata de un espacio cuya principal función es la de dinamizar la actividad colectiva; posteriormente se tiene un espacio comercial, en el formato de un local, con lo que se busca acercar a proveedores dentro del ámbito comercial vinculado a la profesión, además de aportar un recurso al Colegio.
En el programa arquitectónico llamó la atención la cantidad de cajones de estacionamiento, requeridos por reglamento y en función de un evento máximo, pero que consume muchos m2 (40% del total de la superficie), por lo que los proyectistas buscaron que este espacio no se convirtiera en el protagonista de la composición en fachada, por lo cual se le ubicó de manera lateral en el predio, semienterrado y con un acceso a través de uno de los volúmenes del edificio.
La disposición de los volúmenes en forma de prismas sobrepuestos da lugar a un concepto espacial de patio central, como idea, no como forma, para distribuir las actividades del conjunto, además de reforzar la relación interior-exterior que se tenía como premisa de diseño. Esta idea de edificios-puente, se contrapone a la concepción tradicional de edificios-límite, buscando un edificio público más abierto, donde la libertad de transición, se integra con una escala casi doméstica.
En el aspecto funcional y técnico, destacan los elementos arquitectónicos como mobiliario, así como páneles, muros divisorios y abatibles, que devienen en un interior dinámico y flexible. Diseñando a partir del sistema constructivo, se llega a una propuesta de gran racionalidad, con una clara lectura interior-exterior-entorno, contemporánea pero a la vez con profundas bases locales. Un proyecto pensado para servir, con una durabilidad de 30 o 40 años sin modificación.
Cabe mencionar que el ganador fue el único equipo de agremiados menores de 40 años, lo cual nos habla de una nueva generación de profesionistas con un ímpetu y compromiso profesionales que vale la pena considerar, agremiados de hace menos de 3 años, representan una visión fresca de la profesión, además de que los integrantes del equipo se encuentra estrechamente ligado a espacios académicos destinados a la enseñanza de la arquitectura, por lo que pudiera obtenerse como efecto benéfico adicional un ejemplo para los jóvenes estudiantes que aún se preparan para el ejercicio de esta noble profesión.  Cabe destacar que los miembros del equipo, no habían hecho antes una colaboración proyectual, sin embargo destacaron que la principal riqueza de sus diversas formaciones y enfoques, fue precisamente la complementariedad. La propuesta prescinde en buena medida de las herramientas digitales tan en boga para las nuevas generaciones de arquitectos, ya que se presentó principalmente por medio de bocetos ilustrados de gran calidad.
A decir de Enrique Esquivel, Presidente del Colegio de Arquitectos, lo que determinó la decisión del H. Jurado fue que se trata de un “proyecto verdad”, totalmente transparente. No obstante, considero que otro aspecto que parece haber determinado la decisión, fue el hecho de la capacidad del proyecto para aprovechar al máximo los recursos, y con poco hacer mucho, lo cual en estos tiempos resulta trascendental para cualquier obra arquitectónica. Además de capturar la esencia del lugar, y el significado tan especial que implica un edificio para arquitectos, que tiene que hablar del ejercicio de la profesión en la entidad,  y que logra desde lo local enseñar lo universal.

Fuentes de información

Frampton, K. (2002) Historia Crítica de la Arquitectura Moderna. GG, México.
Entrevista a Enrique Esquivel, Presidente del Colegio de Arquitectos de San Luis Potosí, A.C. 06/03/2012.
Entrevista a Iván Juárez, miembro del equipo ganador del concurso. 17/03/2012