viernes, 8 de enero de 2016

Paseos Arquitectónicos IV: Chicago

Por Victor Manuel Gutiérrez Sánchez


En el marco de la Bienal de Arquitectura de Chicago (3 octubre 2015- 3 enero 2016), un evento inédito en Norteamérica y de alcance internacional, podemos observar que invita no solo celebrar la arquitectura y su historia, sino voltear hacia el futuro de nuestro hábitat. Chicago es conocida como la “segunda ciudad”, pero este mote no aplica en lo referente a la arquitectura moderna, ya que se ha constituido como vanguardia y la quintaesencia de la ciudad norteamericana actual. A pesar de una tradición más pragmática que intelectual, este evento establece las bases para convertir a la ciudad en un enorme laboratorio para el pensamiento y la acción arquitectónicos, proponiendo una sana y necesaria difuminación de la línea divisoria entre arquitectura, urbanismo y paisajismo.
Cabe recordar que este es el lugar de nacimiento del rascacielos, a través de la Escuela de Chicago, un movimiento que era más un asunto de innovación tecnológica y constructiva que de altura o estilo. Inspirado por Adler y Sullivan, a finales del siglo XIX y principios del XX, basado en principios funcionalistas que llevaron a un mayor aprovechamiento del suelo urbano por medio de desarrollos verticales. También fue un lugar determinante en llegada de la influencia de la modernidad arquitectónica europea, y ahora albergando la primer bienal de arquitectura de gran calado en los Estados Unidos.
Una de las joyas arquitectónicas que se deben visitar es el John Hancock Center (1969) obra de Skidmore, Owings & Merrill, que en la posmodernidad constituyó un diseño innovador de rascacielos (456.9 metros), ya que marcó un parte aguas con la forma rectilínea de las edificaciones verticales, además de que su ingeniería sentó las bases para construir edificios de más de 100 pisos.
Además de los rascacielos, hoy el paisaje urbano de Chicago está marcado por una abundancia de espacios públicos, como el destacado Millennium Park (2004) y su vecino Maggie Daley Park (2012), dándole al centro un gran atractivo para habitantes y visitantes, que recorren la ciudad en auto, autobús, caminando o en bicicleta. Pero las condiciones geográficas de este lugar permiten, además, recorrerlo y apreciarlo de otra manera: en barco.
El paseo en barco a lo largo del Chicago River, permite apreciar desde otra perspectiva esta ciudad, a través de sus puentes y edificios, así como de un elegante Riverwalk, que recorre la arquitectura del centro, en un paseo votado como “el mejor tour de Chicago”. La descripción de mas de 50 edificios fundacionales que dan fe del paso de ciudad industrial a una atractiva metrópoli en menos de 100 años, se complementa con los principales hitos históricos de esta ciudad como la llegada de los exploradores franceses James Marquette y Louis Joliet, que descubren las afluentes fluviales que potenciaron el desarrollo de este centro urbano, así como los primeros asentamientos fundados por Jean Baptiste Point Du Sable y John Kinzie (1833). También este paseo da fe de la capacidad de reconstruirse que tiene esta ciudad ante la adversidad, como la impresionante restitución que tuvo lugar después del Gran Incendio de Chicago (1871).
De esta manera, el recorrido nos va llevando por algunas de los principales ejemplos de la práctica arquitectónica en esta ciudad como el Merchandise Mart (1930) edificio comercial estilo Art Decó, obra de Graham, Anderson, Probst & White, en su momento el edificio comercial más grande del mundo (372,000 m2). Pero esta lectura no solo incluye edificios, sino que se complementa con obras de ingeniería vanguardistas –el mismo flujo del río es una de ellas, ya que se invirtió el curso fluvial de manera artificial-, como el puente móvil DuSable Bridge (1920), también conocido como Michigan Avenue Bridge, una impresionante obra de infraestructura estilo Beaux Arts, mediante el diseño de Edward H. Bennett, Thomas G. Pihlfelt y Hugh Young. Este puente es “un monumento en movimiento” que permite una conexión funcional con el norte de la ciudad, a partir del Plan de Chicago de Daniel Burnham (1909).
Quien realiza este recorrido no alcanza a salir del asombro de un edificio antes de llegar al siguiente, se trata sin duda de una experiencia abrumadora para cualquiera. Una vez estando en el norte de la ciudad, y aprovechando de la temporada, es muy recomendable visitar uno de los estados de beisbol más antiguos de las Ligas Mayores: el Wrigley.
Wrigley Field, construido en 1914 –recién celebró su aniversario número 100-, es la casa de los Chicago Cubs, diseñado por el arquitecto local Zachary Taylor Davis, su nombre original era Weeghman Park, antes de llamarse Cubs Park (1926) y finalmente Wrigley Field (1927). Esta joya de la arquitectura deportiva, que también albergó entre 1921 y 1970 a los Chicago Bears de la NFL, está ubicado en un vibrante barrio al norte de la ciudad de Chicago: Lakeview, y es conocida como “The Friendly Confines”, por su definitorio papel para la comunidad de este sector urbano. El edificio consiste en una construcción metálica y muros ladrillo, los cuales están característicamente cubiertos de hiedra. Destaca la icónica marquesina roja en la entrada principal, y el marcador manual, que da un aire tradicional a este estadio, que fue el último en contar con iluminación artificial (1988). El contexto también contribuye a hacer de este un lugar muy especial, desde los inusuales vientos dominantes provenientes del Lago Michigan, hasta Wrigleyville, como se conoce al entorno residencial de uso mixto, junto con bares y restaurantes. Pero tal vez lo más impresionante de este lugar es la afición, fiel a pesar de no haber ganado ningún campeonato en este lugar – la última vez que los Cubs fueron campeones de Serie Mundial fue en 1908- , lo cual no obsta para que se genere uno de los mejores ambientes que se pueden vivir en un juego de pelota. Esta experiencia, de asistir a un estadio repleto de aficionados (42,495) que invariablemente asisten para ver a los Cubs “aunque ganen”, estaría incompleta sin disfrutar de un hot dog estilo Chicago y entonar, junto con todo el estadio, el legendario “Take me out to the ball game” (1908), que es el himno no oficial del beisbol estadounidense, a la mitad de la séptima entrada, en una tradición fundada por el anunciador Harry Caray. Este digno escenario ha albergado además algunos conciertos musicales históricos: Paul McCartney (2011), Pearl Jam (2013) y The Police (2007), entre muchos otros.
Para concluir, es importante mencionar que la Bienal de Arquitectura es un evento que ha convocado en Chicago a más de 100 despachos de todo el mundo, destacando entre ellos a la mexicana Tatiana Bilbao, que expone un prototipo de vivienda económica, con el cual busca romper con el estigma de la vivienda inconclusa en comunidades marginales, por medio de una construcción, que en la bienal se construyo escala 1:1, y que consiste en un núcleo de concreto y pallets de madera, además de un acento de color, con los cuales produce un espacio habitacional digno ya que fácilmente “luce terminada”, dando respuesta a uno de los temas mejor representados y más recurrentes de la Bienal: la vivienda accesible y a la innovación constructiva y material. Con el tema “El Estado del Arte de la Arquitectura”, la Bienal parece gritar al mundo “¡Mira todo lo que la arquitectura puede hacer!”, y en lo particular sirve como inspiración a la VI Bienal Regional de Arquitectura a celebrarse en San Luis Potosí, 26 y 27 de febrero 2016.

Fuentes de información
chicagoarchitecturebiennial.org
architecturalrecord.com

architecture.org

La Responsabilidad del Arquitecto ante la Sociedad

Por Victor Manuel Gutiérrez Sánchez

“En la arquitectura se refleja el hombre, material y espiritualmente”.
Germán Samper

El próximo mes de febrero 2016 se celebrará la VI Bienal Regional “Francisco Eduardo Tresguerras”, en la ciudad de San Luis Potosí, S.L.P., congregando a los integrantes de la Región II de la Federación de Colegios de Arquitectos de la República Mexicana. Se trata de un evento de convocatoria regional con el tema “La responsabilidad del arquitecto ante la sociedad”, con el cual se pretende presentar y difundir las obras arquitectónicas representativas de esta postura en la región, así como hacer público el reconocimiento a la calidad profesional, y promover la reflexión en torno al diseño, empleo de sistemas constructivos sustentables y uso de materiales regionales.
Si la arquitectura es reflejo de la humanidad, es precisamente por la complejidad de fuerzas que actúan en ella, ya que la arquitectura está siempre inserta en un contexto de preexistencias de todo tipo: culturales, económicas, políticas, ambientales y, por supuesto, sociales.
En el entendido de que la práctica profesional del arquitecto debe servir a la sociedad, ésta se constituye como un bien social, ya que es su función primordial el satisfacer las necesidades humanas de habitación. Ante este compromiso, el Colegio de Arquitectos de San Luis Potosí, A.C., propone una serie de eventos que tienen la función de motivar la reflexión en torno a la práctica profesional del arquitecto, desde la perspectiva de su responsabilidad ante la sociedad, desde los diversos campos de acción que le competen: el diseño y la gestión de proyectos, la práctica constructiva, y la investigación y docencia.
La responsabilidad social del arquitecto, es también el tema de la más importante Bienal arquitectura a nivel internacional, la de Venecia 2016, en esta ocasión bajo la dirección del arquitecto chileno Alejandro Aravena, cuya curaduría “pretende reaccionar una vez más frente a la brecha entre la arquitectura y la sociedad civil”, lo cual reafirma la pertinencia de discutir este tema en nuestro ámbito local.
Esta discusión pudiera parecer obvia, pero ante la evidencia de muchos casos a nivel internacional, nacional y local, se nos presenta no solo como importante, sino inaplazable. Con ello se puede evitar una crisis existencial como las que se han vivido históricamente, cuando se ha presentado un distanciamiento entre el productor y el usuario del objeto arquitectónico.
A diferencia de otros profesionistas, los arquitectos ponen su obra “en la calle”, es decir, expuesta al público, que la habita y a quien le es cómoda o incómoda, conveniente o inconveniente, y es por ello que la responsabilidad social es inseparable de la práctica profesional del arquitecto. Recordemos que en la arquitectura se manifiesta lo lógico y lo ilógico, el despilfarro y la moderación, y por tanto el arquitecto debe operar siempre con racionalidad y conciencia social. Recordemos el valor social de la arquitectura, que para José Villagrán, surgía del programa, y que en complemento con otros valores como la utilidad, la lógica y la estética, conforman los pilares fundamenta la arquitectura.
Esta reflexión también nos invita a reconocer que la arquitectura es una profesión de servicio, y que el arquitecto no debe asumirse sólo al servicio del poder económico y político, sometido a la ley de la oferta y la demanda, ya que hay sectores de la sociedad que demandan su atención. Recordemos también que, descuidando un requerimiento o sector de la sociedad, el arquitecto pierde campo de trabajo, en una época en que el ejercicio profesional es un privilegio.
Ante un contexto complejo, dinámico y cambiante, en el que los desafíos profesionales son multidisciplinarios y transversales, advertimos muchas veces que, en los procesos de transformación de nuestras ciudades, el recurso más escaso no es el dinero, sino la coordinación y la participación, y el arquitecto cada vez más tiene que volverse el facilitador de dichos procesos para materializar sus ideas.
La arquitectura de nuestro país y nuestra región tendrá éxito en la medida en que se compenetre con su tiempo y con la sociedad a la cual sirve, y esto implica que el arquitecto asuma como profesionista una responsabilidad de carácter ambiental, económica, política y social. Implica, entre otras cosas, participar de las discusiones que son públicas, que tienen que ver con el bien común, como las que se discuten en esta bienal regional de arquitectura.
Esta responsabilidad implica, además de un hacer arquitectónico comprometido y ético, dedicar una parte de nuestra labor a la actividad gremial, y en algunos casos también, a la investigación y la docencia, para crear en nuestra región una mayor cultura arquitectónica, que devendrá sin duda en una sociedad informada y exigente, pero también en más y mejores comisiones de trabajo. A final de cuentas, este evento no es mas que un llamado a la vocación última del arquitecto: el bienestar de sus semejantes.

Victor Manuel Gutiérrez Sánchez
Vicepresidente de la Mesa Directiva 2014-2016
Colegio de Arquitectos de San Luis Potosí, A.C.

fotografía de Sofía Escudero.



La Bienal de Arquitectura de Chicago

Por Victor Manuel Gutiérrez Sánchez

Por primera vez, la ciudad de Chicago, Illinois, es la sede de un evento internacional en torno a la arquitectura, organizado por una organización independiente, con una duración del 3 de octubre 2015 al 3 de enero 2016, esta “Feria Mundial de la Arquitectura” ha atraído la atención de todo el mundo hacia una de las ciudades emblemáticas norteamericanas, considerada incluso como el paradigma o la quintaesencia de la vida urbana de aquel país.
Con este acto, Chicago se une a la serie de más de 150 ciudades importantes a nivel mundial, que cada dos años albergan la “Biennale”, siendo la más antigua la de Venecia, que data de 1895 para todas las artes, y desde 1980 con la arquitectura como concepto. No obstante, en sentido estricto, Chicago sería la tercer ciudad en albergar el evento con la estructura, representatividad y programación esencialmente similar a la de Venecia, junto con Shenzhen/Hong Kong. La intención principal de este evento es mostrar un “estado del arte” acerca de la práctica arquitectónica: sus obras, autores, ideas, materiales, técnicas constructivas, problemas y retos.
Un importante aliado en esta labor ha sido, naturalmente, la organización Chicago Architecture Foundation (CAF), formada principalmente por académicos, quienes desde 1966 se encargan de difundir y preservar la cultura arquitectónica de esta ciudad. Reconocida internacionalmente entre las 10 más importantes organizaciones culturales y la más grande organización pública sobre arquitectura, recibe anualmente a medio millón de personas de todas las edades en sus recorridos, programas, exposiciones y cursos. Uno de los talleres más concurridos es el ArcelorMittal Design Studio, donde se busca acercar a los principios de la construcción y la arquitectura a través del armado de modelos LEGO®.
La sede de la CAF, en el edificio Railway Exchange en la Avenida Michigan, frente al Millennium Park y el Lago Michigan, es el punto de partida para todo aquel que quiera adentrarse en la arquitectura de Chicago. Los recorridos por la arquitectura de Chicago incluyen todos los medios de transporte: peatonales, en bicicleta, en autobús y crucero en barco, a través del rio (el más popular, sin duda).
La CAF cuenta, desde 2009,  con una maqueta a escala con más de 1,000 edificios detallados en 400 manzanas del centro de la ciudad, la más grande, completa y detallada réplica en el mundo. Esta maqueta, que cumple una labor didáctica para los miles de visitantes que comienzan aquí los recorridos, se actualiza anualmente, en función de las modificaciones que va teniendo la ciudad.
El tour en autobús por los edificios más destacados incluye algunos íconos de la historia universal de la arquitectura, como el Auditorium (1889) de Adler & Sullivan, una de las obras cumbre del movimiento conocido como Escuela de Chicago, construido bajo la premisa funcionalista “La forma sigue a la función”, de Louis Sullivan. También forma parte de este recorrido la Casa Robie (1909) en Hyde Park, del afamado maestro de la arquitectura moderna norteamericana, Frank Lloyd Wright, una casa emblemática del llamado Estilo de la Pradera (Prairie Style). Además, en este mismo recorrido, se visitan obras que dan fe del legado que la Bauhaus y el gran maestro alemán Mies Van der Rohe dejaron en su paso por aquel lugar, como las torres de departamentos 860-880 North Lake Shore Drive (1951) y la sede de la Escuela de Arquitectura del Instituto Tecnológico de Illinios, el Crown Hall (1956). En este recorrido por más de cien años de arquitectura, no faltan algunas muestras de lo más representativo de la arquitectura contemporánea, como el McCormick Tribune Campus Center (2003) de Rem Koolhaas (OMA). Incluso el arquitecto mexicano Ricardo Legorreta está presente a través de su Casa para Estudiantes de la Universidad de Chicago en este estimulante recorrido.
Sin duda este tipo de experiencias, que se obtienen al visitar los espacios con la guía de un instructor capacitado, y en compañía de otras personas con el mismo interés por conocer, es una de las más enriquecedoras que ofrece la ciudad de Chicago, acentuadas en el marco de este importante evento.
En posteriores artículos continuaré describiendo esta maravillosa aventura de visitar la ciudad de Chicago, y durante la Bienal de Arquitectura de Chicago, continuaré detallando recorridos y experiencias para compartir con usted, amable lector, como marco y antecedente de la Bienal Regional de Arquitectura, que tendrá lugar en la ciudad de San Luis Potosí, el 26-27 de febrero 2016, organizada por el Colegio de Arquitectos de San Luis, A.C.

Fuentes de información

Horticultura Urbana

por Victor Manuel Gutiérrez Sánchez

La horticultura urbana, se ha venido desarrollando a nivel mundial, como una alternativa viable ante la urbanización exponencial y la alta densidad poblacional y constructiva. En algunos lugares representa no sólo una atractiva forma de educación ambiental, sino un importante esfuerzo por recuperar áreas productivas y recreativas vinculadas a la naturaleza, además de acercarnos al paradigma del desarrollo sustentable.
Estos espacios de agricultura a pequeña escala, buscan cultivar conocimiento, al transmitir a un público amplio, pero sobre todo a niños y jóvenes, las habilidades para cultivar, con la intención de formar en las futuras generaciones, la cultura de preparar y elegir una alimentación saludable y sustentable,de la granja a la mesa, al acercar las manos a la jardinería y a la cocina, para crear hábitos de consumo y avanzar un paso hacia la autosuficiencia alimentaria.
A nivel internacional existen interesantes casos, como The Edible Schoolyard, que funciona desde 2010 en Brooklyn, N.Y., a iniciativa de Alice Water, una restauradora y pionera de la alimentación orgánica, preocupada por la gran cantidad de comunidades que cuentan con acceso muy limitado a frutas y verduras frescas. Además, en su entorno, al igual que en muchos otros, las familias de bajos ingresos carecen del tiempo y los recursos para alimentarse sanamente, por lo que recurren a comida barata y procesada.
Lo anterior, sabemos, lleva a problemas de desnutrición y obesidad, es decir, a niños con expectativas de vida más cortas que la generación de sus padres, por lo que resulta primordial enseñar a los niños y jóvenes la conexión entre alimentación, salud y medio ambiente. Esta organización promueve una educación de la semilla a la mesa, y tiene entre sus prioridades estratégicas: el desarrollo profesional, el fortalecimiento de una red de escuelas, la difusión de lecciones demostrativas, así como la búsqueda permanente del financiamiento e impacto positivo.
También en Estados Unidos, pero en San Francisco, Cal., cabe destacar la iniciativa de la mexicana Patricia Algara, consultora y académica en la Universidad de Berkeley, con interesantes proyectos de Foodscaping, como ella llama al arte de combinar la arquitectura del paisaje con la agricultura, entre otros The Algarden Demonstration Urban Farm, que sirve como base de operaciones para la enseñanza de la permacultura, desde 2008.
Otro buen ejemplo, es el reciclaje urbano emprendido en Union Street Urban Orchard, emprendido por la arquitecta paisajista Heather Ring, logrando una extraordinaria transformación de un espacio en desuso, en el barrio de Bankside, en Londres, para convertirlo en un jardín público. Abierto desde 2010, con motivo del London Festival of Architecture, es sede permanente de talleres y discusiones sobre agricultura urbana, biodiversidad y alimentación, promovido por The Architecture Foundation, y financiado por Bankside Open Space Trust, pero mantenido principalmente como un centro cultural vivo y dinámico gracias al voluntariado.
A nivel nacional, podemos mencionar a Huerto Romita, en la Ciudad de México, colectivo que se denomina como un grupo de asesores en agricultura y permacultura urbana, dedicados a enseñar técnicas agro ecológicas para la producción de alimentos sanos y locales, en pequeña y mediana escala. Dirigido por Aida, coordinado por Marcela e Iván, y con un creciente grupo de colaboradores, este sirve como espacio para la implementación del Programa de Educación y Cultura Ambiental (PECA), y la Fundación A Cada Uno, teniendo como premisa #CompartirCreandoComunidad es sede de prácticos talleres como El huerto en 1 m2, así como otros sobre compostas, hierbas aromáticas, flores comestibles y germinados caseros.
Pero para conocer un espacio de este tipo no hay que ir tan lejos, ya que en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, se cuenta con un ilustrativo programa universitario, denominado Unihuerto Urbano UASLP, con importantes avances y ambiciosos proyectos, en los cuales toda la ciudadanía puede aprender y colaborar.
Gracias al impulso de sus fundadores, el Dr. Marcos Algara Siller, profesor investigador de la Facultad de Ingeniería, el Dr. Gerardo Arista González, Investigador de la Facultad del Hábitat, así como el D.I. Dante Jiménez Castillo, de la División de Servicios Estudiantiles, el proyecto ha crecido de manera continua y al equipo se han sumado valiosos elementos como el MC. Zoé Arturo Guadiana Alvarado, además de otros especialistas y un creciente grupo de entusiastas estudiantes de diversas facultades de la UASLP, que portan con orgullo el chaleco de Unihuerto UASLP, dedicando su trabajo a promover y mantener el huerto.
Unihuerto Urbano, es un proyecto multidisciplinario de Casa Viva, Laboratorio de Mitigación y Adaptación al Cambio Climático (LaMACC) de la UASLP, que tiene como misión estimular la producción local de alimentos, mediante la gestión, diseño, construcción y mantenimiento de huertos urbanos dentro de los campus universitarios. Su visión a futuro es posicionar al Unihuerto como un ejemplo de éxito en materia de agricultura urbana, y desarrollar proyectos aplicables en otros campus
Este proyecto, comenzó desde 2011, en un espacio entre edificios de la Facultad de Ingeniería, donde los especialistas comenzaron a compartir sus conocimientos sobre diversas técnicas de agricultura urbana, tales como compostaje, manejo de residuos, cultivo, acuaponia, sucesión de cultivos, camas de cultivos, prácticas de siembra, germinación y trasplante. La iniciativa adquirió un importante impulso al formalizarse mediante convenio firmado por el Rector de la UASLP, el Arq. Manuel Fermín Villar Rubio, y los directores de las Facultades de Ingeniería, M.I. Jorge Alberto Pérez González, y del Hábitat, Dr. Anuar Abraham Kasis Ariceaga, en 2013.
En 2015 se inauguró y abrió al público el Unitecho Vivo, gestionado por Unihuerto Urbano y patrocinado por Cummins, en una superficie 500 m2 cubierto con una estructura de madera y una agradable disposición del espacio. El huerto al aire libre constituye un jardín estacional, donde se enseñan los ciclos de cultivo a quien se acerque y lo solicite, y se empieza a posicionar como un atractivo espacio para la capacitación de estudiantes, promoción de la polinización, además de que ya se empieza a observar como mejora en la temperatura interior en edificios que albergan el techo verde, con beneficios como la captación de agua de lluvia y de CO2, así como de partículas suspendidas.
Este año también, el equipo de Unihuerto, en colaboración con el Taller 8 Iconoclasta Ernestina de la Maza, de la Facultad del Hábitat, comenzaron a trabajar en un nuevo proyecto, con el patrocinio de Cummins, para replicar su experiencia en la comunidad de La Pila, diseñando comunitariamente un nuevo espacio para la producción hortícola.
Mediante la asesoría experta y el entusiasmo de los estudiantes, estos espacios puede seguir creciendo como un lugar ideal para pláticas, conferencias, talleres y cursos, además de actividades culturales, encaminados a promover la agricultura urbana, a través de temas relacionados con la seguridad alimentaria, el cambio climático, prácticas alimenticias saludables y hábitos de consumo responsables, una labor no sólo importante, sino inaplazable.

fuentes de información
www.facebook.com/pages/Unihuerto-Urbano-UASLP