domingo, 10 de abril de 2016




Sobre el espacio público.


Ensayo para acreditar el Seminario Temático:
El espacio habitable. Conceptos y lecturas.

Impartido por las Dras. Salazar G., Paredes G. y Acevedo S.






Doctorado Interinstitucional en Ciencias del Hábitat UADY/UASLP
Victor Manuel Gutiérrez Sánchez

21 de febrero de 2015















Vengo Sócrates, de casa de Lisias, hijo de Céfalo, y voy a pasearme fuera de muros; porque he pasado toda la mañana sentado junto a Lisias, y siguiendo el precepto de Acumenos, tu amigo y mío, me paseo por las vías públicas, porque dice que proporcionan mayor recreo y salubridad que las carreras en el gimnasio.
   Platón.

Introducción.

Como un intento de definición acerca de las transformaciones contingentes de la producción espacio, el presente ensayo se enfoca en una reflexión teórica acerca del espacio público, desde la perspectiva urbano arquitectónica. Con ello se busca profundizar en la comprensión acerca de como se ha transformado este concepto a través del tiempo y que podríamos hoy definir como espacio público, tratando de entender así el papel que juegan hoy en su producción cada uno de los actores implicados, y cuales son las posibilidades y medios por los cuales puede influir el usuario o habitante en la producción del mismo.
Con lo anterior se busca explicar la relación causal entre la idealización del espacio en los procesos de creación y el resultado material tangible, susceptible de ser observado en unidades de análisis seleccionadas para identificar la manifestación y condicionantes del fenómeno de producir socialmente el espacio público. Para ello, se parte de un supuesto: que estamos ante cierto tipo de transformación del espacio público, a partir del auge del capitalismo neoliberal, que privilegia la propiedad privada sobre el interés público, que en tiempo reciente ha provocado cierta mutación en la manera en que la sociedad produce y utiliza el espacio público.
Más que ponerle nombre a las transformaciones, es interés de esta investigación profundizar en la comprensión de dicho fenómeno, desde las Ciencias del Hábitat, con apoyo de la Sociología, la Antropología, la Filosofía y la Ciencia Política. Con esto se busca entender, por medio de una discusión teórica, cómo es que el espacio  es producido por una serie de factores y actores que lo producen y lo hacen público. Para ello es necesario internarse en la disertación ontológica y partir de definir lo que es el espacio, y que es lo que hace público al espacio, por medio de una lectura crítica de autores de diferentes disciplinas, que se han ocupado de reflexionar en torno a este tema, para tratar de entender sus aportaciones al campo de la arquitectura y el urbanismo.
Si se parte de la postura de que la participación de la sociedad en la producción del espacio público es condición de habitabilidad, como lo hace este trabajo de investigación, se considera necesario adentrarse en los orígenes de la civilización occidental, de la cual forma parte esta investigación, por su contexto referencial, del cual no es posible abstraerse. Es por ello que el punto de partida para este ensayo es la búsqueda del origen del espacio público en algunas fuentes de la cultura grecolatina, como es la llamada res pública, noción fundamental para la república platónica[1].
La res publica, es una expresión del latín, que hoy podríamos traducir como la cosa pública, o más correctamente, como la esfera pública. Este término, -que en inglés  se expresa como commonwealth-, tiene actualmente un uso comúnmente vinculado a conceptos tales como sector público, Estado, y bien común; lo que en Derecho Romano, se refiere a aquello que es considerado en oposición a la propiedad privada, y que, en un significado más genérico, se refiere a la política y el sistema de gobierno.
Sin embargo, por la especialización disciplinar de esta investigación, el interés acerca del espacio público se enfoca en la acepción de éste como espacio de convivencia, como lugar donde cualquier persona tiene derecho a circular, y donde el paso no se restringe por criterios de propiedad privada o de reserva gubernamental. El espacio de propiedad pública, se encuentra caracterizado y definido por el dominio y uso públicos, y en el aspecto legal proviene de la separación formal entre propiedad privada y pública.
Desde la perspectiva arquitectónica y urbanística, podríamos decir que el espacio público es aquella superficie libre de construcciones, -a excepción de equipamientos colectivos y servicios públicos-, para usos sociales característicos de la vida urbana. Más, desde una aproximación jurídica, el espacio público se determina por estar sometido a regulación por parte de la administración pública, en este caso, propietaria o poseedora de la facultad de dominio de suelo, con lo que se garantiza -o se debe garantizar-, el acceso y condiciones de utilización a todos los ciudadanos.
El espacio público interesa a esta investigación como escenario de interacción social, así como soporte físico de actividades y necesidades urbanas colectivas, -más allá de los intereses individuales-. Si bien se observa, según señalan algunos autores, como Jordi Borja y Zaida Muxi (2000), existen, por decirlo de algún modo, nuevas tipologías de espacio público, esto es, espacios de propiedad privada que son de uso público, entiéndase: los centros comerciales. Estos espacios se manifiestan como artefactos urbanos[2], de la metrópolis contemporánea, donde la privatización capitalista neoliberal, ha generado modificaciones profundas en la manera en que se vive la ciudad, y por tanto, el espacio público. Aunado a ello, interviene inevitablemente en una reflexión actual, la consideración del espacio virtual, con la posibilidad de comunicación instantánea que ofrece el internet, como un espacio público no físico, un concepto técnico usado en ciencias de la cultura desde hace relativamente poco.
Ante estas premisas, el presente ensayo se estructura y desarrolla a partir de las siguientes interrogantes: ¿Que definición presenta el espacio como objeto de estudio? ¿Cómo se representa y conceptúa el espacio público? ¿El espacio público considera sólo las relaciones físicas del mundo? ¿En el espacio público se integran las relaciones del mundo físico y el tejido de relaciones en la sociedad? ¿Es el espacio público la forma de organizar las interacciones del sujeto con el mundo externo?
El espacio como objeto de estudio.

Explicar el espacio desde las ciencias del hábitat, implica reconocer la visión polisémica que complica la aprehensión conceptual del espacio, esto quiere decir que debemos partir de las siguientes premisas:
       Hay una pluralidad de áreas del conocimiento en las cuales el espacio tiene una importancia fundamental.
       El espacio ha sido estudiado por diferentes disciplinas, como la filosofía, la geografía, economía, antropología, física, arquitectura y urbanismo.
       El concepto espacio ha tenido muchas nociones que varían de acuerdo a las especificidades disciplinares.
       En geografía el término es asumido como abierto a distintas interpretaciones, confundido con otros términos disciplinares, como territorio, paisaje y lugar. Otras veces cae en derivaciones.
¿Cómo puede un concepto ser fundamental a varias disciplinas si presenta una variedad de acepciones? Es necesaria una apertura intelectual, para la reflexión de un tema que debe abordarse, definitivamente, con una visión polisémica. Apoyarse en la visión de otras disciplinas, y entretejerla con las de la propia, inexorable óptica disciplinar, desde la que se percibe y comprende el mundo.
A los fines de esta investigación interesa conocer y comprender los espacios habitables y la vida colectiva en ellos, sus agentes, sus procesos, sus modos de concepción, concreción y representación, para poder hacer una lectura acertada de los mismos. Es por ello que este ensayo comienza por un intento de definición semántica del espacio[3].
El poeta mexicano Octavio Paz, afirmó que el espacio arquitectónico no sólo obedece a las leyes de la geometría y a las de la estética, sino también a las de la historia (Paz, 1980: 232). Es interés y motivo de este ensayo entender el espacio público como un espacio construido sobre un espacio físico, pero que es asimismo un espacio social. En este sentido, se visualiza al espacio no como un ente estático, sino como poseedor de un dinamismo que le confiere su propio uso, y los cambios conceptuales que se presentan en el contexto a través del tiempo, y de los cuales el espacio es a la vez reflejo y abrevadero, siguiendo con la referencia poética, diríamos que el espacio es una fuente (Ibid.:244).
Se parte de esta perspectiva poética, por considerar que el imaginario mental un proceso fundamental para la percepción, el pensamiento, el lenguaje y la memoria del espacio. La imaginación aquí se entiende como la herramienta que nos permite captar la percepción múltiple del estar en nuestro hábitat, aquí y ahora, en continuidad con el pasado y el futuro, esta imagen poliédrica del mundo es producto de nuestra imaginación (Pallasmaa, 2014:7). El espacio como experiencia se vale de la imagen en sus dimensiones poética y corpórea, para producir en el habitante del espacio un impacto multisensorial, que evoca y sostiene las reacciones emocionales que enraízan en su propio sentido de identidad, aportándole una proyección de la realidad a hacia su mundo mental interior (Ibid.:9). Con estas nociones introductorias al concepto del espacio por medio de la imagen, o más propiamente dicho, de la imaginación, puede apoyarse la noción de "imaginario colectivo", de gran importancia en el proceso de producción del espacio público. Además pueden ayudar a entender como los seres humanos percibimos el espacio a través de la imaginación, en un sentido esencial, como la actividad generadora de imágenes mentales.
El espacio urbano arquitectónico, en su devenir histórico, ha sido una respuesta a los diferentes condiciones del entorno, pero también está determinado por el contexto sociocultural, siendo capaz de reflejar la economía, la política, la ideología,  así como la religión y costumbres del grupo social que lo produjo. Aunado a ello, no se descarta también que la forma del espacio habitable es un vehículo de códigos y significados sociales, por lo tanto, tiene la intencionalidad de significar algo, de impactar al otro.
No es posible aislar un fenómeno espacial de un proceso social, (muchas veces de larga duración), y el espacio puede ser entendido como el ámbito con las condiciones para conservar y estabilizar los hechos históricos y sociales. Estudiar una civilización implica estudiar su espacio, su hábitat[4]. El espacio, como estructura de larga duración, puede ser observado en su concepción, en las formas de representarlo por medio de esquemas espaciales, que derivan en formas de espacialidad o habitar el espacio.
Es motivo de posteriores análisis, explicar los cambios y permanencias de otras estructuras se podrán detectar en torno al concepto, conformación y producción del espacio público. Por ahora, se señala solamente que las sociedades tienen varias temporalidades imbricadas: una larga y lenta, que es inherente a la sociedad, y otra rápida y  breve, que es la de los individuos, la de la cotidianidad. Ambas presentan distintas singularidades y diferentes ritmos.
Si se asume que el espacio reproduce en el pensamiento la realidad social en su dimensión espacial, éste no es una mera ocasión de despliegue de la estructura social, sino la expresión concreta de cada conjunto histórico en el cual una sociedad se especifica (Castells, 1991:13). Entonces explicar el proceso social que fundamenta la organización del espacio, no se reduce a situar el fenómeno urbano en su contexto, sino que la problemática sociológica de la producción de espacio  público debe considerarse como proceso de organización y desarrollo de larga duración y, por tanto, partir de la relación entre fuerzas productivas, clases sociales y formas culturales -el espacio, entre ellas- (Ibid.:14).
Es importante evitar postular el espacio como algo infinito, como algo con una extensión ilimitada. Para los fines de esta investigación, el espacio es un lugar donde se desarrollan prácticas sociales, con una gama de posibilidades muy diversas, donde es posible el entendimiento de los procesos históricos y la naturaleza de cada cultura. Esta perspectiva permite abordar el tema del espacio con gran amplitud, pero sin perderse en ella. No debe olvidrse que una de las búsquedas fundamentales de este ensayo es comprender que es lo que hace público al espacio.
En el pensamiento de Immanuel Kant, figura destacada de la Ilustración, encontramos una de las primeras definiciones modernas de espacio. Para Kant - el espacio - y también el tiempo - era algo 'a priori', algo 'ya dado', lo quería decir: el mundo es inimaginable sin el espacio, así que no hay razón para demostrar su existencia[5]. El espacio, para Kant, es una condición previa para la existencia de todo[6].Es hasta mucho tiempo después, con la Teoría de la Relatividad y la Teoría de Cuerdas, que los pensadores modernos han arrojado dudas sobre esta preposición. Pero en la opinión común es algo que sigue siendo cierto. (Davis, 2011:62)
Según la visión moderna del mundo, el espacio está en todas partes; se extiende infinitamente en todas direcciones, sin dejar huecos ni excluir nada, puede que no podamos habitar buena parte de este espacio, pero lo concebimos como potencialmente habitable. En la Europa medieval había distintos tipos de espacio. El espacio terrestre - en el que vivimos- + cielo + infierno. Los filósofos medievales, seguidores de Aristóteles, concebían el espacio sólo en relación con los objetos materiales o las masas. Por tanto, los espacios eran más parecidos a superficies que a volúmenes y todo el universo estaba lleno de ellos. (Ibid.)
Por su parte, Jurgen Habermas, de la Escuela de Frankfurt[7], el espacio público, está profundamente imbricado en la arqueología de la publicidad como dimensión constitutiva de la sociedad burguesa, proceso mediante el cual el público ocupa la esfera o espacio público controlado por la autoridad y lo transforma en espacio -metafórico- donde la crítica se ejerce contra el poder del Estado (Ibid.). En Habermas es fundamental la aportación del concepto de publicidad, como dimensión constitutiva de la opinión pública y el espacio público, principio de control del poder público, ya que la opinión pública se vuelve más visible mediante su publicación (Habermas, 1981:57).

Representación y conceptualización del espacio.

Para esta reflexión en torno al espacio, según es representado y conceptualizado, conviene la distinción que plantea Pierre Bordieu entre el espacio verdadero o concreto -real-, y el espacio mental -proyectado-. La idea de diferenciar el espacio físico y el espacio social, se encuentra en la base de la noción misma de espacio, esto es, un conjunto de posiciones distintas y coexistentes que son externas una a otra y que están definidas en relación mutua a través de relaciones de proximidad, vecindad o distancia, así como a través de relaciones de orden, como arriba, abajo, o en medio (Bordieu, 1995:11)
Para Bordieu, el espacio tiene una dimensión social y una física, que al mismo tiempo comparten aspectos en común y aspectos que los distinguen. El lugar físico, también llamado locus o topos, se define en téminos absolutos como el sitio donde un agente o una cosa está situada, una locación (Ibid.). El espacio social se define por la exclusión -o distinción- mutua de posiciones que constituye, una estructura de yuxtaposición de posiciones sociales. En este caso, los agentes sociales, así como las cosas apropiadas por éstos -propiedades-, se ubican en una locación en el espacio social, la cual puede ser caracterizada por su posición relativa a otras posiciones. (Ibid.:12)
El espacio social entonces es un conjunto invisible de relaciones, que tiende a traducirse, de manera más o menos directa, en espacio físico, adoptando la forma de un arreglo distributivo definido de agentes y propiedades (Ibid.). Para Bordieu, y para los fines de esta investigación, la ostentación de apropiación espacial es una de las formas de ostentación de poder por excelencia (Ibid.:13). El espacio presenta diferentes niveles de concreción, desde como se crea o recrea, hasta su construcción y edificación. Estos niveles de concreción permiten comprender el espacio como abstracción, lo mismo que como experiencia, y permiten distinguir entre la fisicalización y la representación del mismo.
Si, basado en lo anterior, asumimos que la experiencia de genera espacio, es decir, que al habitar se interviene en la producción social del espacio, podremos distinguir entre producción y concreción o construcción del espacio, entendida esta última como la forma resultante, el contenido tangible, a diferencia del concepto. A un nivel abstracto, el espacio se asume como forma lógica, como idea o concepto, sin contenido, es decir, como producto del pensamiento, generado por patrones tales como el orden o la regularidad.
Previa distinción entre los orígenes de la filosofía occidental y la oriental, como dos cosmogonías distintas, con distintas explicaciones del mundo, y por tanto conceptos del espacio, se procede ahora a buscar en un punto fundamental de los orígenes de la civilización occidental, en la figura de Aristóteles, analizando su filosofía como punto de partida del concepto de espacio.
En Física, tratado que data de alrededor del siglo IV a.C., Aristóteles afirma que el físico tiene que estudiar el lugar de la misma manera que el infinito, al respecto, el lugar aristotélico como origen del concepto de espacio, señala que se debe cuestionar si es o  no es, de qué modo es, y que es. en su filosofía asevera que las cosas están en algún "donde", -lo que no es no está en ningún lugar- y porque el movimiento más común y principal, aquel denominado "desplazamiento", es un movimiento con respecto al lugar[8]. (Aristóteles, 1995:113).  De acuerdo con lo anterior, la existencia del vacío admite también la existencia del lugar, ya que el vacío sería un lugar desprovisto de cuerpo, partiendo del supuesto que el lugar es algo distinto de los cuerpos, ya que todo cuerpo sensible está en un lugar (Ibid.:114).
Para Aristóteles, todas las cosas tiene que estar en un "donde", tener un lugar. El lugar aristotélico posee ciertamente las tres dimensiones, longitud, anchura y profundidad, las mismas por las que todo cuerpo es determinado; pero afirma que es imposible que el lugar sea un cuerpo, porque entonces habría dos cuerpos en el mismo lugar. Además, si hay un lugar y un espacio para cada cuerpo, es claro que los habrá también para la superficie y los restantes límites del cuerpo, ya que les corresponde la misma proporción. (Ibid:115) ¿Que podemos suponer, entonces, que es un lugar? Pregunta Aristóteles, y afirma, por su propia naturaleza no puede ser un elemento ni estar constituido por elementos, ni corpóreos ni incorpóreos; posee ciertamente magnitud, pero no es un cuerpo. Los elementos de los cuerpos sensibles son cuerpos, pero de los elementos inteligibles no puede surgir magnitud alguna. Además, ¿de que cosas habría que suponer que el lugar es causa? Porque no se le puede atribuir ninguno de los cuatro modos de causación: ni como materia de las cosas -pues nada está constituido por él-, ni como forma o esencia de las cosas, ni como fin, ni tampoco mueve a las cosas existentes (Ibid.:116).
A partir de estos razonamientos, el lugar no es ni forma ni materia,el lugar es es la condición necesaria del ser, es por ello que la Física aristotélica constituye la inauguración de la cogniscibilidad del espacio y el lugar, ya que en su filosofía se planteó el conocimiento del universo como el lugar. Con ello sienta las bases de lo que en la Ilustración será retomado por la física newtoniana del S. XVII o Clásica, sustentada en la geometría euclidiana. En ella, destaca la homogeneidad e isotropía del espacio, ya que las leyes de la física tienen validez en todos los espacios del universo.
Probablemente las bases para una ciencia del espacio, puedan encontrarse de una manera más clara a partir del Siglo XVII, con los primeros pensadores modernos de la Ilustración. Antes de ello, para la física clásica, espacio y tiempo están separados y además estos son independientes de la materia. Esta independencia se observa en la forma de medir ambos fenómenos. La regla es siempre la misma, independientemente de donde se coloque el origen y como se oriente.
Hoy en día, tanto la física, la edificación de obras y el diseño de objetos en general se soporta en estos dos postulados de homogeneidad e isotropía del espacio homogeneidad del tiempo[9]. Es por ello que cuando un objeto construido sobre el cálculo físico de su estructura, le permitirá permanecer cuando el tiempo pasa o se traslada de lugar. En este sentido la física clásica imprime el concepto de espacio absoluto, cuya validez aún aplica en fenómenos determinados.
Sin embargo, este absoluto espacio-tiempo será cuestionado profundamente en la Teoría de la Relatividad, a principios del siglo XX, ya que para Einstein, espacio y tiempo están ligados y dependen del observador. Por tanto, los valores numéricos asignados para medir el tiempo y el espacio del mismo fenómeno son distintos en cada observador. La relación entre ellos depende de la velocidad relativa entre cada observador[10] -escala, gravitación del planeta, teoría gravitacional-. Einstein en 1915 publica la teoría de la relatividad, donde establece que la presencia de la materia deforma el espacio y el tiempo. A partir de ese momento, la materia espacio-tiempo quedan unidos de manera inseparable.
Newton muestra que las leyes que rigen los movimientos planetario son las mismas leyes que rigen los movimientos en el mundo terrenal. El movimiento de los planetas y el movimiento del péndulo obedecen a las mismas leyes. Aquí termina la dictadura de la teología, que era el único tribunal autorizado a opinar, como eran los fenómenos cósmicos.
En el Movimiento Moderno de la Arquitectura, durante la primera mitad del siglo XX, se afirma el espacio como la esencia de la Arquitectura. Es a partir de aquí cuando el espacio empieza a presentirse o a verificarse como problema. Una intuición que venía consolidándose en la conciencia occidental a partir de la época del Barroco. El espacio es, entonces, una categoría del pensamiento, necesaria para el entendimiento de la realidad que nos rodea y, por tanto, es una condición del pensamiento contemporáneo. En ese sentido, la intuición del espacio es tan antigua como el hombre mismo, pero  es a partir del Movimiento Moderno que el espacio constituye una condición de la Arquitectura, porque lo es del lugar y de la habitación que la sustentan. Éste (el espacio) es previo a ella (a la arquitectura). La arquitectura, antigua y clásica, parte de él, pero no culminan en él. El parar en él sucede cuando la crisis, que es estrechez de la habitación humana lo convierte en problema. Desde ese momento, lo que no ha sido cuestión se pone en cuestión. Y se valora, por encima de todo, el ámbito que crea la arquitectura, como espacio propio, segregado del espacio común de la naturaleza. (Arnau, 1994:130)
Con su trabajo “Espacio, tiempo y arquitectura”, Sigfried Gideon, en 1941 explica los orígenes del Movimiento Moderno en la historia de la arquitectura. Con ello se adentra en la definición de diferentes concepciones del espacio. El espacio arquitectónico es, para los modernos, resultado de la relación e interacción de los volúmenes, o sea, del espacio exterior a los volúmenes, configurado por éstos, lo cual da la noción del espacio interior ahuecado, por un lado, pero por otro fundamenta la influencia recíproca de los espacios del interior y del exterior. Con ello Gideion avanza en la dirección del “espacio existencial” de Norberg-Schulz, cuando reconoce que el proceso por el cual una imagen espacial puede ser transpuesta a la esfera emocional es expresada por el concepto espacial, proporciona información acerca de la relación entre el hombre y lo que lo rodea. Entonces el espacio es la expresión espiritual de la realizad que se halla frente a él. El mundo situado ante él es modificado por su presencia, le obliga a proyectar gráficamente su propia porción, si desea relacionarse con él. la aportación de Siegfried Gideon para la historia de la arquitectura y del urbanismo, el desarrollo de un extenso análisis de las ciudades y sus proyectos, del Renacimiento al modernismo, demostrando como la propia concepción del espacio se transformó en relación a las características culturales de cada época.
Otro importante autor es Bruno Zevi, ya que con su investigación acerca del espacio arquitectónico, contribuye a recuperar la categoría del espacio en la historia arquitectónica que ya se había perdido, quedando solo ‘estilos’. En su trabajo “Saber ver la arquitectura”,  de 1948, maneja la dualidad del espacio como positivo y negativo, describiendo el espacio exterior y sus relaciones, diferenciado del espacio interior. Habla además de las edades del espacio, por ejemplo, cuando describe los volúmenes griegos definidos por la escala humana, en una lectura histórica de la evolución del concepto de espacio.
Por su parte, Christian Norberg-Schultz, en “Existencia, espacio y arquitectura”, publicado en 1941, define un “sistema de espacios”, que analiza y desglosa conceptualmente[11]. El espacio pragmático, de acciones físicas, el espacio en el que el hombre “actúa”, acuñando el concepto que integra al hombre con su ambiente orgánico. También distingue un espacio perceptivo, de orientación inmediata, que es el espacio que el hombre percibe, y el cual es esencial para su identidad como persona. El espacio existencial, que forma para el hombre la imagen estable del ambiente que le rodea, le hace pertenecer a una totalidad social y cultural. El espacio cognoscitivo, del mundo físico, es un concepto que implica pensar acerca del espacio, mientras que el expresivo o artístico, es el espacio creado por el hombre para expresar su imagen del mundo. Derivado del anterior, el espacio arquitectónico es un espacio expresivo, y como todo espacio  expresivo, su creación es tarea de personas especializadas, arquitectos. El espacio estético, es la construcción abstracta que sistematiza las propiedades de los posibles espacios expresivos. Y finalmente, el espacio como fenómeno se da en la experiencia que cada individuo o colectividad obtiene en su habitar y existir (Norberg-Schulz, 1975: 9-12).
Estas perspectivas contribuyen a comprender el espacio a través del uso y de habitarlo, ya que a través de estas acciones el individuo toma conciencia de su estar en él. Es a través del espacio que el individuo logra su identificación con su entorno cultural materializado, que se traduce en esquemas, patrones de comportamiento para actuar en él, que a su vez son patrones espaciales. Por ello se puede decir que el espacio existencial, es reflejo de la estructura del ambiente que le rodea. Este nivel de fisicalización del espacio se refiere al espacio que es el real y materializado, el construido -aún virtualmente-, cuyas características corpóreas son la expresión de la espacialidad, entendida esta última como los modos de vivir y habitar, y el habitar como la forma en que inscribe una cultura en el espacio geográfico. Mientras que otros estudios del espacio se basan en el espacio euclidiano, o sea, una geometrización de las relaciones espaciales, excluyendo al ser humano o incluyéndolo, con base a la psicología de la percepción, el enfoque existencial se distingue estudiando las impresiones, sensaciones y efectos que el espacio y la arquitectura producen en el hombre. Para Norberg-Schulz el espacio, “en ambos casos, como dimensión existencial y como relación entre el hombre y el ambiente que lo rodea, ha sido olvidado” (Idem.: 15)
Heidegger afirma el carácter espacial de la existencia humana y el carácter existencial del espacio humano cuando afirma que “la existencia es espacial”, para este autor, no puede disociarse el hombre del espacio, ya que en su filosofía el espacio no es ni un objeto externo ni una experiencia interna, por lo cual señala la imposibilidad de situar el hombre y el espacio uno al lado del otro. Para Heidegger, la relación del hombre con los lugares y a través de ellos, con los espacios, consiste en el habitar, y habitar es la propiedad esencial de la existencia.

Estos conceptos resultan básicos para que el espacio recupere su posición central en la teoría de la arquitectura. Es a través del desarrollo de nociones espaciales, como las anteriormente descritas, que se define el espacio existencial. Al reconocer, construir el mundo como un sistema de cosas similares y conectar las cosas reconocidas con determinados lugares, es posible situarse en una totalidad más amplia, un ‘espacio’, y distinguir entre objetos estables y móviles, evitando así utilizar los primeros como marco de referencia para los últimos.
El relacionar el concepto de espacio con la existencia, contribuye a desarrollar el concepto de lugar y del espacio como un sistema de lugares, lo cual es condición necesaria para hallar un sitio firme donde apoyarse existencialmente (Idem.:19). Conceptos correlacionales como centro y lugar, dirección y camino, área y región, hablan de la interacción elemental para comprender los niveles de espacio existencial, tanto a nivel geográfico (paisajes rurales), como a nivel urbano (la casa y el objeto).
Mas recientemente, podemos encontrar referentes como la teoría de los lugares desde la globalización. Según Arif Dirlik (1997), en los discursos sobre la globalización, se afirma que lo global es igualado al espacio, al capital, a la historia, a su agencia y a lo local, con el lugar, el trabajo y las tradiciones. El lugar, en otras palabras ha desaparecido en el frenesí” de la globalización de los últimos años, y este desdibujamiento del lugar, tiene consecuencias profundas en nuestra comprensión de la cultura, el conocimiento, la naturaleza y la economía.
Muntañola sostiene que, desde Platón hasta Derrida, las bases de una lógica de la arquitectura no han cambiado. Como indicó Platón, la historia tiene principio y fin, el cuerpo cabeza y pies, y el lugar, entrada y salida. Pero la arquitectura sabe como proponer todo ello en una traza o lugar que permite enlazar el construir, con el habitar, el cosmos con la historia. En este sentido, el espacio no es una base fija donde se construyen las ciudades y sus edificios, mas bien se presenta como algo mutable, definiendo y siendo definido por los objetos, acciones y su organización dinámica. Giulio Carlo Argan, ha dicho que siempre hay una ciudad por debajo o dentro de las ciudades reales[12]. El espacio tiene una personificación del pasado, donde acumula capas, a manera de palimpsesto.
Ahora bien, otra relación del espacio es la que se da entre arquitectura y habitabilidad. Aquí, la habitabilidad no se refiere sólo a los espacios construidos interiores y cerrados, sino a todos los espacios que en la amplia connotación arquitectónica abarcan los delimitados como los delimitaste, los habitables como los edificados y los naturales o paisajísticos, como afirma José Villagrán García. Las personas de diferentes culturas no solo hablan diferentes lenguas, sino habitan diferentes mundos sensoriales. Es precisamente a través de los medios arquitectónicos y urbanos que crean los grupos sociales, que se generan diferentes ambientes, manipulados por el hombre, que nos muestran cómo los diferentes pueblos han utilizado sus sustratos. Las conductas son resultado de realidades específicas o regionales, lo cual se refleja en la manera de ser y resolver la habitación, buscando siempre una calidad de vida, unas condiciones para lograr una vida mejor.
La habitabilidad se puede traducir en este contexto, como la búsqueda permanente de calidad de vida -no solamente física, sino en complementariedad con otros satisfactorios-. La habitabilidad adquiere entonces el carácter de esencial, determinante en la explicación de del espacio, en este caso arquitectónico, y así, con base en ella, se revaloriza la interpretación y análisis. Por tanto, encontrar y explicar el grado de habitabilidad lograda por una sociedad determinada en un tiempo y espacio dado, significa identificar los distintos sectores que interactúan en ella, y reconocer las circunstancias históricas en las que vivieron, además de los ideales que se propusieron.
Estas lecturas del espacio, ayudan a profundizar en la percepción del espacio. Si se parte de que el espacio puede ser entendido como el sentido del lugar, que está en dos categorías, el análisis y síntesis. La transformación del espacio en lugar, es la estrategia usada por Kevin Lynch para lectura urbana[13]. Un elemento clave en la definición del lugar como la porción del espacio significada, es el uso, es decir, el uso es el articulador. Es por ello que para los fines de esta investigación resulta fundamental el uso del espacio por parte de los usuarios, habitantes o visitantes.

Hegel- relación
construir los sedimentos propios
se considera que la cultura es sujeto de lecturas, de aplicarle el giro interpretativo
Paul Ricceur, arquitectura y narratividad, ningún pasado se sostiene como tal, sino en tanto es recordado el espacio construido es el tiempo condensado en uno de los lugares de la memoria.

la idea del espacio, como :
concreción de las estructuras de poder (Foucault)
Dispositivos de poder
acontecimiento
objeto de la historia de larga duración
orden social o armonía (orden o caos universal)
posibilidad de ejercer su voluntad y libertad.
imago mundo o epistemé de una época, De Certeau
orden: organizar, ordenar, imponer.
el espacio como objeto de estudio
como experiencia, expresión de una cultura, producción del mismo
como fenómeno, como proceso.

De Certeau, M. (1988). The practice of everyday life. Los Ángeles, Cal.: University of
California Press espacio habitable
otras orientaciones y enfoque
espacialidad y habitabilidad
otras escalas y niveles del espacio (doméstico, rururbano, urbano, territorio, región)
como fenómeno, proceso.

El espacio y las relaciones físicas del mundo.

Heidegger, al construir, habitamos.

la espacialidad y lo que la caracteriza:
el momento categorial, fundamental de todo lo corpóreo real: es lo que abarca los momentos todos, de la extensión, la forma, la posición, la distancia, la dirección; resultado de la dinámica social, que se concretiza en las características morfológicas y funcionales.

nivel de representación
forma de externar y comunicar las experiencias y los conceptos; y
de transmitir lo que se percibe, de captar lo que existe materialmente, la fisicalización del espacio, a través de las imágenes.
representa la episteme, el modo de pensar, el conjunto de reglas epistémicas que rigen el pensamiento y los modos de conocer de cada cultura y en cada etapa de su desarrollo.
anclando lo que implican lo otros niveles de concreción.

imágenes.
para relacionar la sociedad con el mundo real, constituyendo incluso una realidad, relación que tiene tres formas: epistémico, estético, simbólico.

el epistémico, para dar información relativa al mundo, conducen al conocimiento del mismo, cuya capacidad par dar información depende

espacio como lugar, concepto y como constructo social
las relaciones sociales son abstracciones concretas y no tiene existencia real, excepto en el espacio y a través de él. sus pilares son espaciales. Lefebvre.
espacio existencial
las características o cualidades corpóreas del espacio, es la expresión de la especialidad entendida ésta como los modos de vivir y habitar, y el habitar como la forma en que se inscribe una cultura en el espacio geográfico.
es a partir de la dinámica social, actividades, eventos, acontecimientos, en suma, hechos cotidianos. el espacio como fenómeno se da en la experiencia que cada individuo o colectividad obtiene en su hábitat y existir; a través del uso y de habitarle, el individuo toma consciencia de su estar en él, or él logra su identificación como entorno materializado, que se traduce en esquemas, patrones de comportamiento al actuar en él, que a su vez son patrones espaciales, y es por ello que aunque el individuo deje sus espacios naturales, los traslada consigo a otra área geográfica y cultural. Norberg-Schulz reconoce los esquemas que el individuo desarrolla en ese interactuar con su entorno, denominándolos como el espacio existencial, que refleja la

Salazar Glz., Gpe. Dimensiones sociales del espacio y su concreción en Hábitat, año 2, núm 3, UASLP, 2006, apoyándose en José Luis Covaggio, Territorio en transición, crítica a la planeación regional en América Latina, Quito, Centro de Investigación, 1988.

el espacio como objeto

lo real, lo materializado, lo construido

El espacio como integrador entre el mundo físico y las relaciones en la sociedad.


Otaviani, E. (2009). El espacio público, sostén de las relaciones sociales. Cuaderno
30 Cuadernos Del Centro De Estudios De Diseño Y Comunicación (Ensayos), Año
10 (Número 30), 181-189



El espacio como forma de organizar las interacciones del sujeto con el mundo
externo.

un concepto de espacio absoluto no ayuda a profundizar la discusión de los fenómenos espaciales. en cualquier idea de espacio existen cargas culturales temporalidades y localizadas.
de ahí la contribución de Henri Lefebvre en su estudio sobre los fundamentos de la producción del espacio.

espacio producido: teoría de la producción del espacio social.
Henri Lefebvre propone una teoría de la producción del espacio social.
espacios sociales que van de los ambientes domésticos a los Estados nacionales.
Lefebvre, el espacio se produce:
-     perspectiva marxista, transformación de la materia a través del trabajo y el capital.
-     - el espacio físico, natural está desapareciendo.
-     - todas las sociedades, y por ende, los modos de producción producen un espacio, su propio espacio.
-     - si el espacio es un producto, nuestro conocimiento de él debe reproducir y exponer el proceso de producción. entramos pues en el terreno de la historia
    espacio mental,
    espacio natural o físico
    espacio social
dimensiones del espacio:
el concebido
el practicado
el representado las críticas al trabajo de Lefebvre
Fabio Duarte apunta críticas a la conceptualización del espacio y análisis de los fenómenos espaciales en la obra de Lefebvre. la primera es que Lefebvre se dedica profundamente al espacio concebido, a las representaciones del espacio; sin embargo deja en segundo plano los espacios de representación y poco escribe sobre las prácticas del espacio y, cuando lo hace, claramente los ancla a la ideología de la producción del espacio (marxista). Esta carga ideológica parece transformarse en un paradigma teórico atemporal y tópico en el cual toda vivencia y formación del espacio deben estar sujetos.
con relación a las representaciones del espacio y los espacios de representación, estos merecen términos conceptuales apropiados a su especificidad. Duarte propone la diferenciación terminológica de las prácticas espaciales con la intención de tomarlas como instrumentos teóricos de análisis.

Lefebvre, H. (1991). The production of space. Oxford: Blackwell

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referencial. Veredas. Revista Del Pensamiento Sociológico, (No. 8)

escuelas de pensamiento.
marxista
existencialista. Heidegger-Norberg-Schulz-Pallasmaa
Focuault, marxista, pero más allá, el espacio como un instrumento de poder
Freud, Lacan

Esta diferenciación conceptual no deja a un lado los elementos esenciales a todos los espacios. Retoma a Milton Santos, que define el espacio como la interpelación de sistemas de objetos y sistemas de acciones, dinamizados por paradigmas lógicos que forman y son formados por esa propia dinámica.

de lo anterior se derivan otros dos términos fundamentales: territorio y lugar.

territorio: porción del espacio codificada en donde los símbolos y sus órdenes tienden a ejercer un dominio del espacio, organizando el régimen de fuerzas que en él habitan o que por el pasan, no necesariamente controladas apenas por un poder soberano, pero también por valores de determinada sociedad.

Duarte, Fabio, crise das matrizes espaciais, Sao Paolo, Ed. Perspectiva, 2002.
escuela Milton Santos, geografía social.

lugar: porción del espacio en donde un grupo de personas o individuos sedimentan sus valores culturales, de modo que depositan en él sus referencias, sin que tales valores sean el orden materializado de sus vidas o de otros que de ahí se encuentren, mas que sirvan como su identificación en el espacio. El lugar es una porción del espacio significada.
teorías de lugar

teoría del lugar central. postula la existencia de una distribución y jerarquización de los lugares centrales en un espacio isotrópico. (Economía)
teoría del lugar y los cuerpos. disposición relativa y desplazamientos (Geografía)
teoría del no-lugar. Marc Augè, espacios del anonimato (Antropología)
Topofilia, Gastón Bachelard (Filosofía)

el espacio captado por la imaginación no puede seguir siendo el espacio indiferente, entregado a la medida y la reflexión del geómetra. Es vivido, no es su posibilidad, sino con todas las parcialidades de la imaginación.
Para Bachelard, la tipofilia es una categoría poética del espíritu, desde la cual la percepción del espacio se mediatiza, no solo por la experiencia sensible que puede tenerse de él (su positividad) sino por la fuerte carga imaginativa a través de la cual se podría afirmar que este entra en valor o en apropiada significación
topofilia, el amor al lugar
ontología del espacio
el carácter ontológico de dicho concepto como acto de ser, que se manifiesta a través del habitar. referida la condición simbólico-espacial de habitar humano.
la preexistencia de un determinado espacio nombrado como lugar dispuesto a ser ocupado.
1 espacio material, ciencia positivista, geometría y planificación.
2 espacio como teorías interpretativas del diseño, tanto lo material como lo simbólico.
trialéctica del espacio
Esta perspectiva poética del espacio, donde cada forma es el punto de partida hacia otra forma, espacio productor de espacios. (Paz, 1980:233)
Los espacios múltiples no dicen: silenciosamente se despliegan ante nosotros  se transforman en otro espacio. Sus metamorfosis nos revelan la racionalidad inherente de las formas. Los espacios literalmente se hacen y edifican ante nuestros ojos con una lógica que , en el fondo, no es distinta a la de la semilla que se transforma en raíz, tallo, flor, fruto. Lógica de la vida... Pero no hay nada estático en este mundo: las formas, imágenes de la perfección finita, producen por la combinación de sus elementos combinaciones infinitas. No espacio para contemplar sino un espacio para construir espacios. (Ibid.:235)
el espacio como herramienta sémica
como resultado de la práctica simbólica y como expresión de las identidades materializadas, de las lógicas y estructuras mentales (representadas en las imágenes) significa el espacio producido como texto, con relación al contexto, que es lo que permite verlo con posibilidad de interpretarlo.
como materia, puede verse como recurso para la actividad simbólica de una comunidad: las formas de ordenamiento del espacio se pueden identificar, deviniendo en unidades significantes.
la distribución espacial está ligada a programas discursivos de las diversas instituciones
espacio como texto, tiene límites, como unidad sémica.

el espacio como mediador de las relaciones sociales
es un útil sémico y participa así a la asignación del sentido a la relación social
la organización social se revela a través de la disposición de su espacio físico.
-     relación con el entorno natural y éste como proveedor de recursos.
-     la interacción social en sí
-     El espacio como lugar. De la naturaleza del espacio como forma urbana. José Luis de las Rivas.

producción, construcción

Producción del espacio significa aceptar una metodología de análisis cargada de fundamentos ideológicos, lo que puede ser considerado inoperante, de la misma manera que el espacio postulado infinito.

se considera que construcción del espacio abre
el lugar es esencialmente cultural. Es dinámico por las distintas apropiaciones de los objetos, acciones y por los variables y mutables usos que las personas y grupos hacen de él.

el lugar es construido por el proceso de significación, organización y jerarquización de los elementos espaciales, a través del sustrato cultural.

los filtros culturales tienen influencia en la percepción y comprensión del espacio.

Marina Oasman, selección del tema de investigación

el territorio como el lugar, es una porción del espacio significada, cuyos elementos son atribuidos signos y valores que reflejan la cultura de una persona o de un grupo.

la noción de territorialidad está ligada a la idea de dominio.
de esta manera el territorio es construido desde que existe un sistema de valores compartidos por los elementos que ocupan tal porción del espacio.
se concluye que el espacio habitable y constituido socialmente es un conjunto de relaciones que unen a los individuos con su medio ambiente, Francoise Paul-Levy y Marian Segad. Antropologie de lespace. Paris, Centre Georges Pompidou, 1983.
el Estructuralismo, según Realie y Antiseri, no se presenta como un conjunto compacto de doctrinas, se caracteriza más bien por una polémica colectiva que los estructuralistas mantienen en contra del subjetivismo, el humanismo, el historicismo y el empirismo
para sintetizar la cuestión, cabe decir que para el estructuralismo filosófico la categoría o noción fundamental no es el ser sino la relación, no el sujeto sino la estructura. entonces podemos definir el espacio arquitectónico y urbano como el resultado de la acción del hombre en el entorno ya existente, con el deseo de mejorar las condiciones humanas, por lo tanto hacerlo habitable.

habitabilidad tanto interior como exterior.

el espacio abierto es el universal, el básico, mientras que el interior ha sido el truco, Chanflón Olmos, Historia de la Arquitectura y el Urbanismo Mexicanos.
creado por el hombre para adaptarse al medio, como respuesta a las condiciones físicas de su entorno geográfico.

el espacio está definido por una comunidad cuyas prácticas sociales determinan diversas concepciones y modalidades del espacio, e igual estos pueden determinar las prácticas.
el espacio como atmósfera
entre los edificios de Peter Zumthor y sus entornos se produce un juego de dar y recibir, un prestarse atención, un enriquecimiento mutuo. Al enfrentarnos con su arquitectura, nos viene inevitablemente a la mente el concepto de atmósfera, una disposición de ánimo, una sensación en perfecta concordancia con el aspecto construido, comunicada directamente con quienes lo contemplan, lo habitan, lo visitan e, incluso, al entorno inmediato. Para Zumthor la atmósfera es una categoría estética[14]. (7)
La atmósfera nos habla de una sensibilidad emocional, una percepción que funciona a una increíble velocidad y que los seres humanos tenemos para sobrevivir... Hay algo dentro de nosotros que nos dice enseguida un montón de cosas; un entendimiento inmediato, un contacto inmediato, un rechazo inmediato. (13) "la belleza está en los ojos de quien mira".. todo está solamente dentro de mi (17) Con esto tengo que tratar como arquitecto...Existe una magia de lo real (19) ...llevar a cabo esta tarea de crear atmósferas arquitectónicas también tiene un lado artesanal. (21)
1.    El cuerpo de la arquitectura
la presencia material de las cosas propias de una obra de arquitectura, de la estructura...primer y más grande secreto de la arquitectura: reunir cosas y materiales del mundo para que, unidos, creen este espacio.23
el sonido del espacio
Todo espacio funciona como un gran instrumento; mezcla los sonidos, los amplifica, los transmite a todas partes. Tiene que ver con la forma y con la superficie de los materiales que contiene y con cómo éstos se han aplicado...Por desgracia, hoy en día mucha gente no percibe el sonido del espacio en absoluto. (29) Encuentro hermoso construir un edificio e imaginarlo en su silencio... hacer del edificio un lugar sosegado(31)
la tensión interior exterior
...umbrales, tránsitos...espacios imperceptibles de transición entre interior y exterior, una inefable sensación del lugar, un sentimiento indecible que propicia la concentración al sentirnos envueltos de repente, congregados y sostenidos por el espacio... Y entonces tiene lugar un juego entre lo individual y lo público...(47) Los edificios siempre comunican algo a la calle o a la plaza (49)
grados de intimidad
...tiene que ver con la proximidad y la distancia..Concierne a distintos aspectos: tamaño, dimensión, proporción, masa de la construcción en relación conmigo...A lo que me refiero es al tamaño, la masa y el peso de las cosas (51)...distancia o cercanía entre yo y lo construido.(55)
coherencia
No es más que una mera sensación... que todo encuentre su explicación en el uso (67) La arquitectura se ha hecho para nuestro uso. En este sentido, no es un arte libre. Creo que la tarea más notable de la arquitectura es justamente ser un arte útil. Pero lo más hermoso es que las cosas hayan llegado a ser ellas mismas, a ser coherentes por sí mismas. Entonces todo hace referencia a ese todo y no se puede escindir del lugar, el uso y la forma. La forma hace referencia al lugar, el lugar es así y el uso refleja tal y cual cosa. (69)

Flores Soto, J. A. (2011). Poética de los espacios cotidianos. P + C Proyecto Y Ciudad: Revista De Temas De Arquitectura, (2), 65-78

Gil-Fournier Esquerra, M. (2011). Fenómenos gemelos: Hacia una arquitectura del espacio público. P + C Proyecto Y Ciudad: Revista De Temas De Arquitectura., (2), 79-92. Retrieved from http://www.proyectoyciudad.es/

espacio como imposición

no se puede hablar de conclusiones, ni resultados, como en ciencias duras, sino como posibilidad de reflexionar sobre los caminos que se abren para lograr una mirada, un idea que cada vez más se aproxime a entender el fenómeno y objeto de estudio, sin por supuesto, nunca poder llegar a una representación completa del fenómeno estudiado.

quedan inquietudes, preguntas sin contestar, lagunas de información, indicios, pistas, residuos en la canasta, para seguir trabajando, en lo específico y en lo general, que darán mayor acercamiento.
arquitectura, el espacio como documento, insobornable, refleja mejor las prácticas sociales, las estructuras económicas, políticas, los pensamientos y sentimientos de las sociedades, expresión completa y concreta de una cultura, espacio y tiempo sintetizados en la arquitectura.
aproximación económica del espacio; el territorio es básico; implica el acceso, apropiación, uso y gestión del medio natural; asocia un sistema económico, sus reglas y modos de producción, reglas del mercado, de la economía, implica la estructura social, roles, jerarquías, un sistema de valores, deseos y orientaciones sociales.

la interacción social en sí
interacciones en el espacio-tiempo para definir un espacio practicado en conjunto
las prácticas determinan la forma del espacio, modificando las propuestas por diseñadores
la proxémica determina el espacio en función de las interpelaciones y su grado, de acuerdo a la cultura.

el espacio como mediador social, convierte al espacio en un fenómeno económico y nutre la consideración del espacio como herramienta sémica.
la interacción y la relación con el medio natural pueden ser leídas en la distribución y estructuración del espacio

espacio como escenario, donde se relaciona lo pragmático con lo simbólico del accionar religioso, político y social; de las relaciones horizontales y verticales entre los individuos.
la correspondencia entre las estructuras sociales y las estructuras mentales son garantes de la dominación social. Bordieu

la arquitectura no es expresión de una sociedad sino del poder que la dirige. Francois Chaslin
"Pero la gente, ante el ejercicio del poder, por sus prácticas cotidianas, se rebela y las cambia, ejerciendo su soberanía". Michel de Certau

tema: los espacios públicos urbanos y su contribución para construir la identidad social, el sentido de pertenencia y la confianza pública y privada. debate técnico y político sobre la convivencia urbana.

aqui hay conceptos importantes para entender los efectos del espacio público en habitantes y usuarios. También es importante esta distinción que hace entre entre "usuarios y residentes del entorno". Hay hipótesis interesantes en este artículo, que habrá que ver si se comprueban, como la de que "en la modificación del espacio social (habrá que ver a que se refieren con este término), se expresa en nuevas maneras de vivir, de relacionarse y organizarse real y simbólicamente en los espacios públicos", y que "entre las aspiraciones de los chilenos está la necesidad de robustecer aquello que es común". Otra afirmación interesante es que "se observa una población con bajos niveles de confianza, que desvaloriza lo colectivo y que vive con una alta percepción de inseguridad" Habrá que comprobar si la plaza de Calama es un ejemplo de una forma participativa de diseño y construcción.

Segovia, O., & Neira, H. (2005). Espacios públicos urbanos: Una contribución a la identidad y confianza social y privada. Instituto De La Vivienda. Facultad De Arquitectura, Universidad De Chile, 20(55)



Espacio público e ideología.

generan una ideología
espacio a la cual se refiera, que ella describa, en la cual ella utiliza el vocabulario y las conexiones, los cuales detentan el código. Lefebvre

pero la gente, ante el ejercicio del poder, por sus prácticas cotidianas, se rebela y las cambia, ejerciendo su soberanía, De Certeau

aunque a veces no reconocidos, quedando en el mundo informal

espacio= máquina de hacer creer, liberación, confesión o castigo.

deviene estratégico, donde se negocia, se apuesta por la distribución de posicionamiento sociales, su conservación y legitimación.

campo estratégico de las relaciones de poder
la ciudad no es lugar de producción, sino de gestión y de dominación, ligada a la primacía social del aparato político-administrativo. Castells
3. el espacio como objeto/esquema de las representaciones sociales
remite
como objeto de representación
se expresa por un conjunto de formulaciones para asirse a un referente espacial exteriorizado, identificado para traducir la experiencia del espacio, puede ser percibido

como esquema de pensamiento

en las representaciones se signos, que ayuda a ver el espacio (Riquer-refiguración) como herramienta sémica.
por ello se recurre a imágenes o pre visualizaciones, por lo que se transmite al exterior, una concepción del espacio, deviniendo formas en lo concreto.

representaciones pueden ser en tres niveles
de lo abstracto, físico o como relato
todas análogas

como negociación
implica el reconocimiento del poder que se ejerce a través de dispositivos espaciales, que conllevan un orden y con ello el dominio de ese orden
persuasivos y eficaces, como una maquinaria para producir los efectos de sentido necesarios a la transmisión y prescripción de mensajes com: reglas, normas, actitudes, conductas generadas por las instituciones
que se interiorizan mentalmente en mapa de las posiciones sociales (la estructura social familiar, doméstica, institucional, asentamiento, barrio) el espacio es un documento.
espacio como la expresión física de los hechos históricos. el espacio posee un pasado, pero tiene un presente coexistente, una personificación y un futuro; es un ente en proceso, desarrollo y transformación.
un hecho histórico dinámico, como procesos sociales, productivos, de la actividad humana.
a veces conservando esquemas, patrones y formas espaciales
estructuras de larga duración

espacio como ámbito con las condiciones para conservar y estabilizar los hechos históricos. Fernand Braudel
el espacio es un componente social, y lo social es espacialmente constituido.
por lo que la materia toma forma a través de un código, que permite establecer un sistema de representación.

la relación entre el espacio como forma construida y la social en su definición remite a las dimensiones sociales del espacio
Harvey, D. (2008). The right to the city. New Left Review, Nov-Dic 2008(53), 23-39

Delamaza, G. (2011). Espacio público y participación ciudadana en la gestión pública en chile: Límites y posibilidades. Polis, Revista De La Universidad Bolivariana, 10(30), 45-75

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espacio
las que evocan las funciones que lo definen, guían su estudio y revela lo que está detrás de su concreción.
permiten comprenderla o lo explican o dimensiones sociales del espacio, el espacio como: herramienta sémica, mediador de las relaciones sociales, negociación o apuesta, objeto/esquema
Le Goff, lo imaginario en tres campos:
representación, simbólico, ideológico.
el de la representación es la parte que no es posible de reproducir de la realidad.
el simbólico. el símbolo evoca un sistema de valores subyacentes, al igual que otras significaciones que no están en la esfera de lo social.
el ideológico, remite a la concepción del mundo, y por ello a  una representación del mismo (imago mundo)

escalas
modalidades del espacio
territorio, región, espacio urbano, asentamientos humanos, espacio arquitectónico y

Si se parte de que una imagen mental es una representación, un concepto. Y el espacio es, sin duda, una categoría compleja, no es un concepto simple.
En el espacio público confluyen las dimensiones social, cultural y política, ya que es a la vez lugar de relación, identificación y manifestación. Por tanto, se podría evaluar la calidad del mismo con base a criterios como la intensidad y calidad de relaciones sociales que facilita, así como su capacidad de acoger y mezclar distintos grupos y comportamientos, o bien, su capacidad de estimular la identificación simbólica, esto es, la expresión de la sociedad y la integración cultural. Por ello supone dominio público, esto es, el uso social colectivo y diversidad de actividades.

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[1]La ciudad-estado platónica, disertación acerca de la justicia, y su consecuencia en la organización de la ciudad-estado ideal, por medio de la división jerárquica, bajo el argumento de que es imposible que un mismo hombre pueda desempeñar dos oficios a la vez (Platón, 1988:123).
[2] En la transformación de la estructura espacial de las metrópolis, estos autores identifican una ruptura de la estructura tradicional de la ciudad latinoamericana, compacta y con un centro único, reemplazada por una organización difusa, acompañada del surgimiento de nuevos artefactos urbanos: los centros comerciales localizados en la periferia y ligados a las grandes avenidas, los parques tecnológicos o logísticos y los barrios cerrados. (Rojas, Cuadrado-Roura y Fernández, 2005: 38)
[3] Espacio (Del lat. spatîum).
1.     m. Extensión que contiene toda la materia existente.
2.     m. Parte que ocupa cada objeto existente.
3.     m. Espacio exterior.
4.     m. Capacidad de terreno, sitio o lugar.
5.     m. Transcurso de tiempo entre dos sucesos.
6.     m. Tardanza, lentitud.
7.     m. Distancia entre dos cuerpos.
8.     m. Separación entre las líneas o entre letras o palabras de una misma línea de un texto impreso.
9.     m. Programa o parte de la programación de radio o televisión. Espacio informativo.
10.  m. Impr. Pieza de metal que sirve para separar las palabras o poner mayor distancia entre las letras.
11.  m. Impr. Matriz (letra o espacio en blanco)
12.  m. Mat. Conjunto de entes entre los que establecen ciertos postulados. Espacio vectorial.
13.  m. Mec. Distancia recorrida por un móvil en cierto tiempo.
14.  m. Mús. Separación que hay entre las rayas del pentagrama.
15.  m. Ant. Recreo, diversión.
Espacio exterior. m. Región del universo que se encuentra más allá de la atmósfera terrestre.
Espacio muerto. m. Mil. En las fortificaciones, el que, no siendo visto por los defensores, no puede ser batido por los fuegos de estos, y por tanto queda indefenso.
Espacio planetario. m. Astr. El que ocupan las órbitas de los planetas en su movimiento alrededor del Sol.
Espacios imaginarios. m. pl. Mundo irreal, fingido por la fantasía.
Espacio vital. m. Ámbito territorial que necesiten las colectividades y los pueblos para desarrollarse.
Diccionario de la Lengua Española, de la Real Academia de la Lengua Española.
[4] F. Braudel afirma que el estudio de la civilización involucra todas las ciencias sociales, y que discutir una civilización is discutir su espacio, territorio y contornos, clima, vegetación, especies animales y sus condiciones naturales o de otro tipo (Braudel, 1994:9)
[5] Según Kant, espacio y tiempo son las únicas formas de intuición sensible, y por tanto, son las únicas condiciones para la existencia de las cosas como fenómeno (Kant, 2013:17).
[6] Para la concepción de la materia, Kant no profundiza en su permanencia, sino en su mera presencia en el espacio, el cual ocupa. (Idem.:36)
[7] Aunque cabe aclarar que Habermas pertenece a una generación de teóricos críticos asociados a una fase posterior de la Escuela de Frankfurt, influenciados por los primeros miembros del Instituto de Investigación Social, en la Universidad Goethe, como Theodor Adorno y Max Horkheimer, entre otros, en las décadas de 1920 y 1930.
[8]el gr. topos puede ser entendido como locus, en todos los sentidos del vocablo latino, o bien como spatium y derivadamente el de distancia. pero como en la física moderna "espacio" va a cobrar un sentido geométrico abstracto (más próximo al kenón o "vacío" y el topos aristotélico no es un espacio en general, sino un "dónde" concreto relacional, se traduce como locus. lugar.
[9] Refiriéndose al uso de criterios arbitrarios para definir el espacio y el tiempo, que hacen replicable una medición en cualquier lugar que se realice.
[10] Einstein formula el objetivo de la Mecánica diciendo que la Mecánica debe describir cómo varía con el tiempo la posición de los cuerpos en el espacio. En su teoría, propone dejar de lado la oscura palabra espacio, que para ser sinceros, no nos dice absolutamente nada, sustituyéndola por movimiento con respecto a un cuerpo de referencia prácticamente rígido. (Einstein, 1999:7)
[11] Para Norberg-Schulz, el interés del hombre por el espacio tiene raíces existenciales, es decir, que deriva de una necesidad de adquirir relaciones vitales en el ambiente que le rodea para aportar sentido y orden a un mundo de acontecimientos y acciones. (Norberg-Schulz, 1975:9)
[12] Tómese como ejemplo de esta sobreposición el dibujo de la Sforzinda, realizada por Antonio Averlino il Filarete (1432-1502) en su tratado de arquitectura  dedicado a Francesco Sforza.

[13] “La imagen de la ciudad” es un marco teórico metodológico para el análisis de la legibilidad del espacio urbano, a partir de sus vías, nodos, bordes, barrios y mojones. (Lynch, 2008:63)
[14]prólogo de Brigitte Labs-Ehlert a la conferencia "Atmósferas. Entornos arquitectónicos. Las cosas a mi alrededor", pronunciada el 1 de junio de 2003 en el Festival de Literatura y Música.

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