Por Victor Manuel Gutiérrez
Sánchez
Twitter
e Instagram @intersticio74
“Lo que se puede hacer gratis en las
ciudades mide su calidad”
Anatxu Zabalbeascoa
Con
la llegada del verano llegan también las vacaciones y para muchos la
oportunidad de conocer diversos aspectos de otras culturas mediante una de las
mejores maneras de aprender que hay: el viajar a otros lugares. Pero también,
para los que no tienen la posibilidad o la intención de desplazarse a otros
lugares, esta es la oportunidad para conocer o reconocer lugares cercanos a
nuestra residencia habitual, por medio de una disminución de la velocidad y un
cambio de rutina, podemos descubrir uno de las más enriquecedoras experiencias
que nos ofrece la vida urbana contemporánea: el turismo local.
Efectivamente,
vivimos enfrascados en rutinas productivas frenéticas que nos impiden disfrutar
de nuestro entorno. Esto lo podemos constatar, por ejemplo, cuando el fin de
semana recorremos las calles que habitualmente circulamos a gran velocidad y,
con calma apreciamos detalles de los cuales no nos habíamos percatado: un
balcón, un nuevo espacio, o nuevos habitantes del lugar.
A
pesar de que muchos habitantes de esta ciudad se quejan de que “aquí no pasa
nada”, la verdad es que la nuestra es una ciudad que es reconocida por su rica
oferta cultural, de la cual a veces no nos percatamos hasta que recibimos
visitas. La verdad es que si observamos bien a los sitios que nos gusta visitar
cuando viajamos, nos daremos cuenta de que nos impresionan por su vitalidad
que, antes que nada, genera la actividad de los habitantes de la localidad: de
ahí la importancia del turismo local para hacer atractivo a un lugar.
Además
de una variada oferta de restaurantes, bares y cafés, para todo tipo de
preferencias ambientales y presupuestos, hay algunos eventos que periódicamente
se repiten, no obstante que ofrecen algo nuevo cada vez que se visitan, como
por ejemplo el tianguis orgánico Macuilli Teotzin o el Mercadillo de Arte
(CEART), donde podemos asistir a participar de un tipo de comercio que al
consumir educa. Una permanente oferta cinematográfica en nuestra Cineteca
Alameda, a la que llegan las muestras internacionales de cine de un alto nivel
artístico. También en las Noches Astronómicas del Museo Interactivo Laberinto
de las Ciencias y las Artes, se conjuga la música, la gastronomía y la
convivencia en un escenario muy especial.
fotografìa: Irma Jasso
Un
aspecto del que podemos estar orgullosos como potosinos, es la oferta
museográfica de nuestra ciudad. Este verano contamos con extraordinarias
muestras del arte contemporáneo: comparten el Museo de Arte Contemporáneo, las
muestras “Mutaciones”, óleo y grabados de Bernardo Calderón” y “Vestigios”,
monotipos de Virginia Varela. Dos magistrales artistas que nos dan una muestra
de obra reciente. En el Museo Federico Silva de Escultura Monumental, además de
la muestra permanente del Maestro que da nombre al museo, este verano
contaremos con una interesante muestra de arte cinético que sin duda habrá que
visitar, estará hasta el 1 de octubre 2017. Por su parte, el Centro de Difusión
Cultural del Instituto Potosino de Bellas Artes, se viste de gala para
homenajear a uno de sus más destacados artistas, Jesús Sánchez Urbina
(Rioverde, 1944-2004), reconocido internacionalmente por su refinado lenguaje plástico
y su aportación al arte contemporáneo. Esta muestra de pinturas, grabado y
dibujos, está integrada por piezas que se encuentran en colecciones privadas, y
estará en exhibición hasta el 23 de julio 2017, no debe dejar de visitarla.
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