Sobre el espacio público.
Ensayo para acreditar el Seminario
Temático:
El espacio habitable. Conceptos y
lecturas.
Impartido por las Dras. Salazar G., Paredes G. y
Acevedo S.
Doctorado Interinstitucional en Ciencias del Hábitat UADY/UASLP
Victor Manuel Gutiérrez Sánchez
21 de febrero de 2015
Vengo Sócrates, de casa de Lisias, hijo de Céfalo, y voy a pasearme fuera de muros; porque he
pasado toda la mañana sentado junto a Lisias, y siguiendo el precepto de Acumenos, tu
amigo y mío, me paseo por las vías públicas, porque dice que proporcionan mayor recreo y
salubridad que las carreras en el gimnasio.
Platón.
Introducción.
Como un intento de
definición acerca de las
transformaciones contingentes de la producción espacio, el presente ensayo se enfoca en una reflexión teórica acerca del espacio público, desde la perspectiva urbano arquitectónica. Con ello se busca profundizar en la comprensión acerca de como se ha transformado este concepto a
través del tiempo y que
podríamos hoy definir
como espacio público, tratando de
entender así el papel que
juegan hoy en su producción cada uno de los
actores implicados, y cuales son las posibilidades y medios por los cuales
puede influir el usuario o habitante en la producción del mismo.
Con lo anterior se busca explicar la
relación causal
entre la idealización del espacio en los procesos de creación y el
resultado material tangible, susceptible de ser observado en unidades de análisis
seleccionadas para identificar la manifestación y condicionantes del fenómeno de
producir socialmente el espacio público. Para ello, se parte de un
supuesto: que estamos ante cierto tipo de transformación del
espacio público, a
partir del auge del capitalismo neoliberal, que privilegia la propiedad privada
sobre el interés público, que en tiempo reciente ha provocado cierta mutación en la
manera en que la sociedad produce y utiliza el espacio público.
Más que ponerle nombre a las
transformaciones, es interés de esta investigación profundizar en la comprensión de
dicho fenómeno,
desde las Ciencias del Hábitat, con apoyo de la Sociología, la
Antropología, la Filosofía y la Ciencia Política.
Con esto se busca entender, por medio de una discusión teórica, cómo es
que el espacio es producido por una
serie de factores y actores que lo producen y lo hacen público.
Para ello es necesario internarse en la disertación ontológica y
partir de definir lo que es el espacio, y que es lo que hace público al
espacio, por medio de una lectura crítica de autores de diferentes
disciplinas, que se han ocupado de reflexionar en torno a este tema, para
tratar de entender sus aportaciones al campo de la arquitectura y el urbanismo.
Si se parte de la postura de que la
participación de la sociedad en la producción del
espacio público es condición de habitabilidad, como lo hace este
trabajo de investigación, se considera necesario adentrarse en los orígenes de
la civilización occidental, de la cual forma parte esta investigación, por
su contexto referencial, del cual no es posible abstraerse. Es por ello que el
punto de partida para este ensayo es la búsqueda del origen del espacio público en
algunas fuentes de la cultura grecolatina, como es la llamada res pública, noción
fundamental para la república platónica[1].
La res publica, es una expresión del
latín, que
hoy podríamos
traducir como la “cosa pública”, o más correctamente, como la esfera pública.
Este término,
-que en inglés se expresa como commonwealth-,
tiene actualmente un uso comúnmente vinculado a conceptos tales
como sector público, Estado, y bien común; lo que en Derecho
Romano, se refiere a aquello que es considerado en oposición a la
propiedad privada, y que, en un significado más genérico, se
refiere a la política y el sistema de gobierno.
Sin embargo, por la especialización
disciplinar de esta investigación, el interés acerca
del espacio público se enfoca en la acepción de éste como
espacio de convivencia, como lugar donde cualquier persona tiene derecho a
circular, y donde el paso no se restringe por criterios de propiedad privada o
de reserva gubernamental. El espacio de propiedad pública,
se encuentra caracterizado y definido por el dominio y uso públicos,
y en el aspecto legal proviene de la separación formal entre propiedad
privada y pública.
Desde la perspectiva arquitectónica y
urbanística,
podríamos
decir que el espacio público es aquella superficie libre de construcciones, -a
excepción de
equipamientos colectivos y servicios públicos-, para usos sociales característicos
de la vida urbana. Más, desde una aproximación jurídica, el
espacio público se
determina por estar sometido a regulación por parte de la administración pública,
en este caso, propietaria o poseedora de la facultad de dominio de suelo, con
lo que se garantiza -o se debe garantizar-, el acceso y condiciones de
utilización a
todos los ciudadanos.
El espacio público
interesa a esta investigación como escenario de interacción
social, así como soporte físico de
actividades y necesidades urbanas colectivas, -más allá de los intereses individuales-. Si
bien se observa, según señalan algunos autores, como Jordi Borja y Zaida Muxi (2000),
existen, por decirlo de algún modo, nuevas tipologías de
espacio público,
esto es, espacios de propiedad privada que son de uso público,
entiéndase:
los centros comerciales. Estos espacios se manifiestan como “artefactos” urbanos[2], de la
metrópolis
contemporánea,
donde la privatización capitalista neoliberal, ha generado modificaciones
profundas en la manera en que se vive la ciudad, y por tanto, el espacio público.
Aunado a ello, interviene inevitablemente en una reflexión
actual, la consideración del espacio virtual, con la posibilidad de comunicación
instantánea que
ofrece el internet, como un espacio público no físico, un
concepto técnico
usado en ciencias de la cultura desde hace relativamente poco.
Ante estas premisas, el presente
ensayo se estructura y desarrolla a partir de las siguientes interrogantes: ¿Que
definición
presenta el espacio como objeto de estudio? ¿Cómo se
representa y conceptúa el espacio público? ¿El espacio público
considera sólo las relaciones físicas del mundo? ¿En el
espacio público se
integran las relaciones del mundo físico y el tejido de relaciones en la
sociedad? ¿Es el
espacio público la
forma de organizar las interacciones del sujeto con el mundo externo?
El espacio como objeto de estudio.
Explicar el espacio desde las
ciencias del hábitat, implica reconocer la visión polisémica que
complica la aprehensión conceptual del espacio, esto quiere decir que debemos
partir de las siguientes premisas:
•
Hay una pluralidad de áreas del conocimiento en las cuales
el espacio tiene una importancia fundamental.
•
El espacio ha sido estudiado por diferentes disciplinas,
como la filosofía, la geografía, economía,
antropología, física,
arquitectura y urbanismo.
•
El concepto espacio ha tenido muchas nociones que varían de
acuerdo a las especificidades disciplinares.
•
En geografía el término es asumido como
abierto a distintas interpretaciones, confundido con otros términos
disciplinares, como territorio, paisaje y lugar. Otras veces cae en
derivaciones.
¿Cómo puede un concepto ser
fundamental a varias disciplinas si presenta una variedad de acepciones? Es
necesaria una apertura intelectual, para la reflexión de un
tema que debe abordarse, definitivamente, con una visión polisémica.
Apoyarse en la visión de otras disciplinas, y entretejerla con las de la
propia, inexorable óptica disciplinar, desde la que se percibe y comprende el
mundo.
A los fines de esta investigación
interesa conocer y comprender los espacios habitables y la vida colectiva en
ellos, sus agentes, sus procesos, sus modos de concepción,
concreción y
representación, para poder hacer una lectura acertada de los mismos. Es
por ello que este ensayo comienza por un intento de definición semántica
del espacio[3].
El poeta mexicano Octavio Paz, afirmó que el espacio arquitectónico “no sólo obedece a las leyes de la geometría y a las de la estética, sino
también a las de la historia” (Paz, 1980: 232). Es interés y motivo de este ensayo entender el espacio público como un espacio construido sobre un espacio físico, pero que es asimismo un espacio social.
En este sentido, se visualiza al espacio no como un ente estático, sino como poseedor de un dinamismo que le
confiere su propio uso, y los cambios conceptuales que se presentan en el
contexto a través del tiempo, y de
los cuales el espacio es a la vez reflejo y abrevadero, siguiendo con la
referencia poética, diríamos que el espacio es una fuente (Ibid.:244).
Se parte de esta perspectiva poética, por considerar que el imaginario mental un proceso fundamental
para la percepción, el pensamiento,
el lenguaje y la memoria del espacio. La imaginación aquí se entiende como la herramienta que nos permite captar la percepción múltiple del estar en nuestro hábitat, aquí y ahora, en
continuidad con el pasado y el futuro, esta imagen “poliédrica” del mundo es
producto de nuestra imaginación (Pallasmaa, 2014:7). El espacio como experiencia se vale de la
imagen en sus dimensiones poética y corpórea, para producir
en el habitante del espacio un impacto multisensorial, que evoca y sostiene las
reacciones emocionales que enraízan en su propio sentido de identidad, aportándole una proyección de la realidad a hacia su mundo mental interior (Ibid.:9). Con estas
nociones introductorias al concepto del espacio por medio de la imagen, o más propiamente dicho, de la imaginación, puede apoyarse la noción de "imaginario colectivo", de gran importancia en el
proceso de producción del espacio público. Además pueden ayudar a entender como los seres humanos percibimos el
espacio a través de la imaginación, en un sentido esencial, como la actividad generadora de imágenes mentales.
El espacio urbano arquitectónico, en su
devenir histórico, ha sido una
respuesta a los diferentes condiciones del entorno, pero también está determinado por el contexto sociocultural, siendo capaz de reflejar la
economía, la política, la ideología, así como la religión y costumbres del grupo social que lo produjo. Aunado a ello, no se
descarta también que la forma del espacio habitable es
un vehículo de códigos y significados sociales, por lo tanto, tiene la intencionalidad
de significar “algo”, de impactar al “otro”.
No es posible aislar un fenómeno
espacial de un proceso social, (muchas veces de larga duración), y el
espacio puede ser entendido como el ámbito con las condiciones para
conservar y estabilizar los hechos históricos y sociales. Estudiar una
civilización implica
estudiar su espacio, su hábitat[4]. El
espacio, como estructura de larga duración, puede ser observado en su concepción, en
las formas de representarlo por medio de esquemas espaciales, que derivan en
formas de espacialidad o habitar el espacio.
Es motivo de posteriores análisis,
explicar los cambios y permanencias de otras estructuras se podrán
detectar en torno al concepto, conformación y producción del
espacio público.
Por ahora, se señala solamente que las sociedades tienen varias
temporalidades imbricadas: una larga y lenta, que es inherente a la sociedad, y
otra rápida
y breve, que es la de los individuos, la
de la cotidianidad. Ambas presentan distintas singularidades y diferentes
ritmos.
Si se asume que el espacio reproduce
en el pensamiento la realidad social en su dimensión
espacial, éste no
es una mera ocasión de despliegue de la estructura social, sino la expresión
concreta de cada conjunto histórico en el cual una sociedad se
especifica (Castells, 1991:13). Entonces explicar el proceso social que
fundamenta la organización del espacio, no se reduce a situar el fenómeno
urbano en su contexto, sino que la problemática sociológica de
la producción de espacio público
debe considerarse como proceso de organización y desarrollo de larga
duración y, por
tanto, partir de la relación entre fuerzas productivas, clases sociales y formas
culturales -el espacio, entre ellas- (Ibid.:14).
Es importante evitar postular el
espacio como algo infinito, como algo con una extensión
ilimitada. Para los fines de esta investigación, el espacio es un lugar
donde se desarrollan prácticas sociales, con una gama de posibilidades muy
diversas, donde es posible el entendimiento de los procesos históricos y
la naturaleza de cada cultura. Esta perspectiva permite abordar el tema del
espacio con gran amplitud, pero sin perderse en ella. No debe olvidrse que una
de las búsquedas
fundamentales de este ensayo es comprender que es lo que hace público al
espacio.
En el pensamiento de Immanuel Kant,
figura destacada de la Ilustración, encontramos una de las primeras
definiciones modernas de espacio. Para Kant - el
espacio - y también el tiempo - era algo 'a priori', algo 'ya dado', lo quería decir:
el mundo es inimaginable sin el espacio, así que no hay razón para demostrar su existencia[5]. El
espacio, para Kant, es una condición previa para la existencia de todo[6].Es
hasta mucho tiempo después, con la Teoría de la Relatividad y la Teoría de
Cuerdas, que los pensadores modernos han arrojado dudas sobre esta preposición. Pero
en la opinión común es algo que sigue siendo cierto. (Davis, 2011:62)
Según la visión
moderna del mundo, el espacio está en todas partes; se extiende infinitamente en todas
direcciones, sin dejar huecos ni excluir nada, puede que no podamos habitar
buena parte de este espacio, pero lo concebimos como potencialmente habitable.
En la Europa medieval había distintos tipos de espacio. El espacio terrestre - en el
que vivimos- + cielo + infierno. Los filósofos medievales, seguidores de Aristóteles, concebían el espacio sólo en
relación con
los objetos materiales o las masas. Por tanto, los espacios eran más parecidos a superficies que a volúmenes y
todo el universo estaba lleno de ellos. (Ibid.)
Por su parte, Jurgen Habermas, de la
Escuela de Frankfurt[7], el espacio
público,
está profundamente imbricado en la
arqueología de la
publicidad como dimensión constitutiva de la sociedad burguesa, proceso mediante el
cual el público
ocupa la esfera o espacio público controlado por la autoridad y
lo transforma en espacio -metafórico- donde la crítica se
ejerce contra el poder del Estado (Ibid.). En Habermas es fundamental la
aportación del
concepto de publicidad, como dimensión constitutiva de la opinión pública y
el espacio público, principio de control del poder público,
ya que la opinión pública se vuelve más visible mediante su “publicación” (Habermas, 1981:57).
Representación y
conceptualización del espacio.
Para esta reflexión en
torno al espacio, según es representado y conceptualizado, conviene la distinción que
plantea Pierre Bordieu entre el espacio verdadero o concreto -real-, y el
espacio mental -proyectado-. La idea de diferenciar el espacio físico y
el espacio social, se encuentra en la base de la noción misma
de espacio, esto es, “un conjunto de posiciones distintas y coexistentes que son
externas una a otra y que están definidas en relación mutua
a través de
relaciones de proximidad, vecindad o distancia, así como a través de
relaciones de orden, como arriba, abajo, o en medio” (Bordieu, 1995:11)
Para Bordieu, el espacio tiene una
dimensión social
y una física,
que al mismo tiempo comparten aspectos en común y aspectos que los
distinguen. El lugar físico, también llamado locus o topos, se define en
téminos
absolutos como el sitio donde un agente o una cosa está situada, una locación
(Ibid.). El espacio social se define por la exclusión -o
distinción- mutua
de posiciones que constituye, una estructura de yuxtaposición de
posiciones sociales. En este caso, los agentes sociales, así como las cosas apropiadas por éstos
-propiedades-, se ubican en una locación en el espacio social, la cual puede
ser caracterizada por su posición relativa a otras posiciones.
(Ibid.:12)
El espacio social entonces es un
conjunto “invisible” de relaciones, que tiende a
traducirse, de manera más o menos directa, en espacio físico,
adoptando la forma de un arreglo distributivo definido de agentes y propiedades
(Ibid.). Para Bordieu, y para los fines de esta investigación, la
ostentación de
apropiación
espacial es una de las formas de ostentación de poder por excelencia (Ibid.:13).
El espacio presenta diferentes niveles de concreción, desde
como se crea o recrea, hasta su construcción y edificación. Estos
niveles de concreción permiten comprender el espacio como abstracción, lo
mismo que como experiencia, y permiten distinguir entre la fisicalización y la
representación del mismo.
Si, basado en lo anterior, asumimos
que la experiencia de genera espacio, es decir, que al habitar se interviene en
la producción social del espacio, podremos distinguir entre producción y
concreción o
construcción del
espacio, entendida esta última como la forma resultante, el contenido tangible, a
diferencia del concepto. A un nivel abstracto, el espacio se asume como forma lógica,
como idea o concepto, sin contenido, es decir, como producto del pensamiento,
generado por patrones tales como el orden o la regularidad.
Previa distinción entre
los orígenes de
la filosofía
occidental y la oriental, como dos cosmogonías distintas, con distintas
explicaciones del mundo, y por tanto conceptos del espacio, se procede ahora a
buscar en un punto fundamental de los orígenes de la civilización
occidental, en la figura de Aristóteles, analizando su filosofía como
punto de partida del concepto de espacio.
En Física, tratado que data de
alrededor del siglo IV a.C., Aristóteles afirma que el físico
tiene que estudiar el lugar de la misma manera que el infinito, al respecto, el
lugar aristotélico como origen del concepto de espacio, señala que
se debe cuestionar si es o no es, de qué modo es, y que es. en su filosofía
asevera que las cosas están en algún "donde", -lo que no es no
está en
ningún lugar-
y porque el movimiento más común y principal, aquel denominado "desplazamiento",
es un movimiento con respecto al lugar[8]. (Aristóteles,
1995:113). De acuerdo con lo anterior,
la existencia del vacío admite también la existencia del lugar, ya que el
vacío sería un lugar desprovisto de cuerpo,
partiendo del supuesto que el lugar es algo distinto de los cuerpos, ya que
todo cuerpo sensible está en un
lugar (Ibid.:114).
Para Aristóteles,
todas las cosas tiene que estar en un "donde", tener un lugar. El
lugar aristotélico posee ciertamente las tres dimensiones, longitud,
anchura y profundidad, las mismas por las que todo cuerpo es determinado; pero
afirma que es imposible que el lugar sea un cuerpo, porque entonces habría dos
cuerpos en el mismo lugar. Además, si hay un lugar y un espacio para
cada cuerpo, es claro que los habrá también para la superficie y los restantes límites
del cuerpo, ya que les corresponde la misma proporción.
(Ibid:115) ¿Que podemos suponer, entonces, que es un lugar? Pregunta
Aristóteles, y
afirma, por su propia naturaleza no puede ser un elemento ni estar constituido
por elementos, ni corpóreos ni incorpóreos; posee ciertamente magnitud,
pero no es un cuerpo. Los elementos de los cuerpos sensibles son cuerpos, pero
de los elementos inteligibles no puede surgir magnitud alguna. Además, ¿de que
cosas habría que
suponer que el lugar es causa? Porque no se le puede atribuir ninguno de los
cuatro modos de causación: ni como materia de las cosas -pues nada está constituido
por él-, ni
como forma o esencia de las cosas, ni como fin, ni tampoco mueve a las cosas
existentes (Ibid.:116).
A partir de estos razonamientos, el
lugar no es ni forma ni materia,“el lugar es es la condición
necesaria del ser”, es por ello que la “Física” aristotélica constituye la
inauguración de la
cogniscibilidad del espacio y el lugar, ya que en su filosofía se
planteó el conocimiento del universo como el
lugar. Con ello sienta las bases de lo que en la Ilustración será retomado por la física
newtoniana del S. XVII o Clásica, sustentada en la geometría
euclidiana. En ella, destaca la homogeneidad e isotropía del
espacio, ya que las leyes de la física tienen validez en todos los
espacios del universo.
Probablemente las bases para una
ciencia del espacio, puedan encontrarse de una manera más clara
a partir del Siglo XVII, con los primeros pensadores modernos de la Ilustración. Antes de ello, para la física clásica,
espacio y tiempo están separados y además estos son independientes de la
materia. Esta independencia se observa en la forma de medir ambos fenómenos.
La regla es siempre la misma, independientemente de donde se coloque el origen
y como se oriente.
Hoy en día, tanto
la física, la
edificación de
obras y el diseño de objetos en general se soporta en estos dos postulados
de homogeneidad e isotropía del espacio homogeneidad del tiempo[9]. Es por
ello que cuando un objeto construido sobre el cálculo físico de
su estructura, le permitirá permanecer
cuando el tiempo pasa o se traslada de lugar. En este sentido la física clásica
imprime el concepto de espacio absoluto, cuya validez aún aplica
en fenómenos
determinados.
Sin embargo, este absoluto espacio-tiempo
será cuestionado profundamente en la Teoría de la
Relatividad, a principios del siglo XX, ya que para Einstein, espacio y tiempo
están
ligados y dependen del observador. Por tanto, los valores numéricos
asignados para medir el tiempo y el espacio del mismo fenómeno son
distintos en cada observador. La relación entre ellos depende de la velocidad
relativa entre cada observador[10]
-escala, gravitación del planeta, teoría gravitacional-. Einstein en 1915
publica la teoría de la relatividad, donde establece que la presencia de la
materia deforma el espacio y el tiempo. A partir de ese momento, la materia
espacio-tiempo quedan unidos de manera inseparable.
Newton muestra que las leyes que
rigen los movimientos planetario son las mismas leyes que rigen los movimientos
en el mundo terrenal. El movimiento de los planetas y el movimiento del péndulo
obedecen a las mismas leyes. Aquí termina la dictadura de la teología, que
era el único
tribunal autorizado a opinar, como eran los fenómenos cósmicos.
En el Movimiento Moderno de la
Arquitectura, durante la primera mitad del siglo XX, se afirma el espacio como
la esencia de la Arquitectura. Es a partir de aquí cuando
el espacio empieza a presentirse o a verificarse como problema. Una intuición que venía consolidándose en
la conciencia occidental a partir de la época del Barroco. El espacio es,
entonces, una categoría del pensamiento, necesaria para el entendimiento de la
realidad que nos rodea y, por tanto, es una condición del
pensamiento contemporáneo. En ese sentido, la intuición del
espacio es tan antigua como el hombre mismo, pero es a partir del Movimiento Moderno que el
espacio constituye una condición de la Arquitectura, porque lo es
del lugar y de la habitación que la sustentan. Éste (el espacio) es previo a ella (a
la arquitectura). La arquitectura, antigua y clásica, parte de él, pero
no culminan en él. El parar en él sucede cuando la crisis, que es
estrechez de la habitación humana lo convierte en problema. Desde ese momento, lo
que no ha sido cuestión se pone en cuestión. Y se valora, por encima de todo,
el ámbito
que crea la arquitectura, como espacio propio, segregado del espacio común de la
naturaleza. (Arnau, 1994:130)
Con su
trabajo “Espacio, tiempo y arquitectura”, Sigfried Gideon, en 1941 explica los
orígenes del Movimiento Moderno en la historia de la arquitectura. Con ello se
adentra en la definición de diferentes concepciones del espacio. El espacio
arquitectónico es, para los modernos, resultado de la relación e interacción de
los volúmenes, o sea, del espacio exterior a los volúmenes, configurado por
éstos, lo cual da la noción del espacio interior ahuecado, por un lado, pero
por otro fundamenta la influencia recíproca de los espacios del interior y del
exterior. Con ello Gideion avanza en la dirección del “espacio existencial” de
Norberg-Schulz, cuando reconoce que el proceso por el cual una imagen espacial
puede ser transpuesta a la esfera emocional es expresada por el concepto
espacial, proporciona información acerca de la relación entre el hombre y lo
que lo rodea. Entonces el espacio es la expresión espiritual de la realizad que
se halla frente a él. El mundo situado ante él es modificado por su presencia,
le obliga a proyectar gráficamente su propia porción, si desea relacionarse con
él. la
aportación de
Siegfried Gideon para la historia de la arquitectura y del urbanismo, el
desarrollo de un extenso análisis de las ciudades y sus
proyectos, del Renacimiento al modernismo, demostrando como la propia concepción del
espacio se transformó en
relación a las
características
culturales de cada época.
Otro
importante autor es Bruno Zevi, ya
que con su investigación acerca del espacio arquitectónico, contribuye a recuperar
la categoría del espacio en la historia arquitectónica que ya se había perdido,
quedando solo ‘estilos’. En su trabajo “Saber ver la arquitectura”, de 1948, maneja la dualidad del espacio como positivo
y negativo, describiendo el espacio exterior y sus relaciones, diferenciado del
espacio interior. Habla además de las edades del espacio, por ejemplo, cuando
describe los volúmenes griegos definidos por la escala humana, en una lectura
histórica de la evolución del concepto de espacio.
Por su
parte, Christian Norberg-Schultz, en “Existencia, espacio y arquitectura”, publicado
en 1941, define un “sistema de espacios”, que analiza y desglosa
conceptualmente[11].
El espacio pragmático, de acciones físicas, el espacio en el que el hombre
“actúa”, acuñando el concepto que integra al hombre con su ambiente orgánico.
También distingue un espacio perceptivo, de orientación inmediata, que es el
espacio que el hombre percibe, y el cual es esencial para su identidad como
persona. El espacio existencial, que forma para el hombre la imagen estable del ambiente
que le rodea, le hace pertenecer a una totalidad social y cultural. El espacio cognoscitivo,
del mundo físico, es un concepto que implica pensar acerca del espacio,
mientras que el expresivo o artístico, es el espacio creado por el hombre para
expresar su imagen del mundo. Derivado del anterior, el espacio arquitectónico
es un espacio expresivo, y como todo espacio
expresivo, su creación es tarea de personas especializadas, arquitectos.
El espacio estético, es la construcción abstracta que sistematiza las
propiedades de los posibles espacios expresivos. Y
finalmente, el espacio como fenómeno
se da en la experiencia que cada individuo o colectividad obtiene en su habitar
y existir (Norberg-Schulz, 1975: 9-12).
Estas
perspectivas contribuyen a comprender el espacio a través del uso y de
habitarlo, ya que a través de estas acciones el individuo toma conciencia de su
estar en él. Es a través del espacio que el individuo logra su identificación
con su entorno cultural materializado, que se traduce en esquemas, patrones de
comportamiento para actuar en él, que a su vez son patrones espaciales. Por
ello se puede decir que el espacio existencial, es reflejo de la estructura del
ambiente que le rodea. Este nivel de “fisicalización” del
espacio se refiere al espacio que es el real y materializado, el construido -aún
virtualmente-, cuyas características corpóreas son
la expresión de la
espacialidad, entendida esta última como los modos de vivir y
habitar, y el habitar como la forma en que inscribe una cultura en el espacio
geográfico. Mientras
que otros estudios del espacio se basan en el espacio euclidiano, o sea, una
geometrización de las relaciones espaciales, excluyendo al ser humano o
incluyéndolo,
con base a la psicología de la percepción, el enfoque existencial se
distingue estudiando las impresiones, sensaciones y efectos que el espacio y la
arquitectura producen en el hombre. Para Norberg-Schulz el espacio, “en ambos casos, como
dimensión existencial y como relación entre el hombre y el ambiente que lo
rodea, ha sido olvidado” (Idem.: 15)
Heidegger
afirma el carácter espacial de la existencia humana y el carácter existencial
del espacio humano cuando afirma que “la existencia es espacial”, para este
autor, no puede disociarse el hombre del espacio, ya que en su filosofía el
espacio no es ni un objeto externo ni una experiencia interna, por lo cual
señala la imposibilidad de situar el hombre y el espacio uno al lado del otro.
Para Heidegger, la relación del hombre con los lugares y a través de ellos, con
los espacios, consiste en el habitar, y habitar es la propiedad esencial de la
existencia.
Estos conceptos
resultan básicos para que el espacio recupere su posición central en la teoría
de la arquitectura. Es a través del desarrollo de nociones espaciales, como las
anteriormente descritas, que se define el espacio existencial. Al reconocer,
construir el mundo como un sistema de cosas similares y conectar las cosas
reconocidas con determinados lugares, es posible situarse en una totalidad más
amplia, un ‘espacio’, y distinguir entre objetos estables y móviles, evitando
así utilizar los primeros como marco de referencia para los últimos.
El relacionar
el concepto de espacio con la existencia, contribuye a desarrollar el concepto
de lugar y del espacio como un sistema de lugares, lo cual es condición
necesaria para hallar un sitio firme donde apoyarse existencialmente (Idem.:19).
Conceptos correlacionales como centro y lugar, dirección y camino, área y
región, hablan de la interacción elemental para comprender los niveles de
espacio existencial, tanto a nivel geográfico (paisajes rurales), como a nivel
urbano (la casa y el objeto).
Mas recientemente, podemos encontrar
referentes como la teoría de los lugares desde la globalización. Según Arif
Dirlik (1997), en los discursos sobre la globalización, se
afirma que lo global es igualado al espacio, al capital, a la historia, a su
agencia y a lo local, con el lugar, el trabajo y las tradiciones. El lugar, en
otras palabras ha desaparecido en “el frenesí” de la globalización de los
últimos años, y
este desdibujamiento del lugar, tiene consecuencias profundas en nuestra
comprensión de la
cultura, el conocimiento, la naturaleza y la economía.
Muntañola
sostiene que, desde Platón hasta Derrida, las bases de una lógica de
la arquitectura no han cambiado. Como indicó Platón, la historia tiene principio y fin, el cuerpo cabeza y
pies, y el lugar, entrada y salida. Pero la arquitectura sabe como proponer
todo ello en una “traza” o “lugar” que permite enlazar el construir, con
el habitar, el cosmos con la historia. En este sentido, el espacio no es una
base fija donde se construyen las ciudades y sus edificios, mas bien se
presenta como algo mutable, definiendo y siendo definido por los objetos,
acciones y su organización dinámica. Giulio Carlo Argan, ha
dicho que siempre hay una ciudad por debajo o dentro de las ciudades reales[12]. El espacio tiene una personificación del
pasado, donde acumula capas, a manera de palimpsesto.
Ahora bien,
otra relación del espacio es la que se da entre arquitectura y habitabilidad.
Aquí, la habitabilidad no se refiere sólo a los
espacios construidos interiores y cerrados, sino a todos los espacios que en la
amplia connotación arquitectónica abarcan los delimitados como los
delimitaste, los habitables como los edificados y los naturales o paisajísticos,
como afirma José Villagrán García. Las
personas de diferentes culturas no solo hablan diferentes lenguas, sino habitan
diferentes mundos sensoriales. Es precisamente a través de los
medios arquitectónicos y urbanos que crean los grupos sociales, que se
generan diferentes ambientes, manipulados por el hombre, que nos muestran cómo los
diferentes pueblos han utilizado sus sustratos. Las
conductas son resultado de realidades específicas o regionales, lo cual
se refleja en la manera de ser y resolver la habitación,
buscando siempre una calidad de vida, unas condiciones para lograr una vida
mejor.
La habitabilidad
se puede traducir en este contexto, como la búsqueda permanente de calidad de
vida -no solamente física, sino en complementariedad con otros satisfactorios-.
La habitabilidad adquiere entonces el carácter de esencial, determinante en la
explicación de del espacio, en este caso arquitectónico, y así, con base en
ella, se revaloriza la interpretación y análisis.
Por tanto, encontrar y explicar el
grado de habitabilidad lograda por una sociedad determinada en un tiempo y
espacio dado, significa identificar los distintos sectores que interactúan en
ella, y reconocer las circunstancias históricas en las que vivieron, además de los
ideales que se propusieron.
Estas lecturas del espacio, ayudan a
profundizar en la percepción del espacio. Si se parte de que el espacio puede ser
entendido como el sentido del lugar, que está en dos categorías, el análisis y
síntesis. La transformación del espacio en lugar, es la estrategia
usada por Kevin Lynch para lectura urbana[13]. Un elemento clave en la definición del lugar
como la porción del espacio significada, es el uso, es decir, el uso es
el articulador. Es por ello que para los fines de esta investigación
resulta fundamental el uso del espacio por parte de los usuarios, habitantes o
visitantes.
Hegel- relación
construir los sedimentos propios
se considera que la cultura es sujeto
de lecturas, de aplicarle el giro interpretativo
Paul Ricceur, arquitectura y
narratividad, “ningún pasado se sostiene como tal, sino en tanto es recordado” “el espacio construido es el tiempo
condensado en uno de los lugares de la memoria”.
la idea del espacio, como :
concreción de las
estructuras de poder (Foucault)
Dispositivos de poder
acontecimiento
objeto de la historia de larga duración
orden social o armonía (orden
o caos universal)
posibilidad de ejercer su voluntad y
libertad.
imago mundo o epistemé de una época, De Certeau
orden: organizar, ordenar, imponer.
el espacio como objeto de estudio
como experiencia, expresión de una
cultura, producción del mismo
como fenómeno,
como proceso.
De Certeau, M. (1988). The practice of
everyday life. Los Ángeles,
Cal.: University of
California
Press espacio habitable
otras orientaciones y enfoque
espacialidad y habitabilidad
otras escalas y niveles del espacio
(doméstico,
rururbano, urbano, territorio, región)
como fenómeno,
proceso.
El espacio y las relaciones físicas
del mundo.
Heidegger, al construir, habitamos.
la espacialidad y lo que la
caracteriza:
el momento categorial, fundamental de
todo lo corpóreo real: es lo que abarca los momentos todos, de la
extensión, la
forma, la posición, la distancia, la dirección; resultado de la dinámica
social, que se concretiza en las características morfológicas y
funcionales.
nivel de representación
forma de externar y comunicar las
experiencias y los conceptos; y
de transmitir lo que se percibe, de
captar lo que existe materialmente, la fisicalización del
espacio, a través de las imágenes.
representa la episteme, el modo de
pensar, el conjunto de reglas epistémicas que rigen el pensamiento y los
modos de conocer de cada cultura y en cada etapa de su desarrollo.
anclando lo que implican lo otros
niveles de concreción.
imágenes.
para relacionar la sociedad con el
mundo real, constituyendo incluso una realidad, relación que
tiene tres formas: epistémico, estético, simbólico.
el epistémico,
para dar información relativa al mundo, conducen al conocimiento del mismo,
cuya capacidad par dar información depende…
espacio como lugar, concepto y como
constructo social
las relaciones sociales son
abstracciones concretas y no tiene existencia real, excepto en el espacio y a
través de él. sus
pilares son espaciales. Lefebvre.
espacio existencial
las características o
cualidades corpóreas del espacio, es la expresión de la
especialidad entendida ésta como los modos de vivir y habitar, y el habitar como la
forma en que se inscribe una cultura en el espacio geográfico.
es a partir de la dinámica
social, actividades, eventos, acontecimientos, en suma, hechos cotidianos. el
espacio como fenómeno se da en la experiencia que cada individuo o
colectividad obtiene en su hábitat y existir; a través del
uso y de habitarle, el individuo toma consciencia de su estar en él, or él logra
su identificación como entorno materializado, que se traduce en esquemas,
patrones de comportamiento al actuar en él, que a su vez son patrones
espaciales, y es por ello que aunque el individuo deje sus espacios naturales,
los traslada consigo a otra área geográfica y
cultural. Norberg-Schulz reconoce los esquemas que el individuo desarrolla en
ese interactuar con su entorno, denominándolos como el espacio existencial,
que refleja la…
Salazar Glz., Gpe. “Dimensiones
sociales del espacio y su concreción” en Hábitat, año 2, núm 3, UASLP, 2006, apoyándose en
José Luis Covaggio, “Territorio
en transición, crítica a la planeación regional en América
Latina, Quito, Centro de Investigación, 1988.
el espacio como objeto
lo real, lo materializado, lo
construido
El espacio como integrador entre el
mundo físico y las relaciones en la sociedad.
Otaviani, E. (2009). El espacio público, sostén de las relaciones sociales. Cuaderno
30 Cuadernos Del Centro De Estudios De Diseño Y Comunicación
(Ensayos), Año
10 (Número 30), 181-189
El espacio como forma de organizar las interacciones
del sujeto con el mundo
externo.
un concepto de espacio absoluto no
ayuda a profundizar la discusión de los fenómenos
espaciales. en cualquier idea de espacio existen cargas culturales
temporalidades y localizadas.
de ahí la contribución de Henri Lefebvre en su estudio
sobre los fundamentos de la producción del espacio.
espacio producido: teoría de la
producción del
espacio social.
Henri Lefebvre propone una teoría de la
producción del
espacio social.
espacios sociales que van de los
ambientes domésticos a los Estados nacionales.
Lefebvre, el espacio se produce:
-
perspectiva marxista, transformación de la
materia a través del trabajo y el capital.
-
- el espacio físico, natural está desapareciendo.
-
- todas las sociedades, y por ende, los modos de producción… producen un espacio, su propio
espacio.
-
- si el espacio es un producto, nuestro conocimiento de él debe
reproducir y exponer el proceso de producción. entramos pues en el
terreno de la historia
•
espacio mental,
•
espacio natural o físico
•
espacio social
dimensiones del espacio:
el concebido
el practicado
el representado las críticas al
trabajo de Lefebvre
Fabio Duarte apunta críticas a
la conceptualización del espacio y análisis de los fenómenos
espaciales en la obra de Lefebvre. la primera es que Lefebvre se dedica
profundamente al espacio concebido, a las representaciones del espacio; sin
embargo deja en segundo plano los espacios de representación y poco
escribe sobre las prácticas del espacio y, cuando lo hace, claramente los ancla
a la ideología de la producción del espacio (marxista). Esta carga
ideológica
parece transformarse en un paradigma teórico atemporal y tópico en
el cual toda vivencia y formación del espacio deben estar sujetos.
con relación a las
representaciones del espacio y los espacios de representación, estos
merecen términos
conceptuales apropiados a su especificidad. Duarte propone la diferenciación
terminológica de
las prácticas
espaciales con la intención de tomarlas como instrumentos teóricos de
análisis.
Lefebvre,
H. (1991). The production of space. Oxford: Blackwell
Busquet,
G. (2013, December). Political space in the work of Henri Lefebvre:
Ideology
and utopia. Justice Spatiale/spatial Justice, 5
Gottdiener, M. (1997). The
social production of urban space. Austin, Tx.: University of
Texas Press
Hiernaux-Nicolas, D. (2004). Henri Lefebvre: Del espacio absoluto al espacio
referencial. Veredas. Revista Del Pensamiento
Sociológico,
(No. 8)
escuelas de pensamiento.
marxista
existencialista.
Heidegger-Norberg-Schulz-Pallasmaa
Focuault, marxista, pero más allá, el
espacio como un instrumento de poder
Freud, Lacan
Esta diferenciación
conceptual no deja a un lado los elementos esenciales a todos los espacios.
Retoma a Milton Santos, que define el espacio como la interpelación de
sistemas de objetos y sistemas de acciones, dinamizados por paradigmas lógicos
que forman y son formados por esa propia dinámica.
de lo anterior se derivan otros dos términos
fundamentales: territorio y lugar.
territorio: porción del
espacio codificada en donde los símbolos y sus órdenes
tienden a ejercer un dominio del espacio, organizando el régimen de
fuerzas que en él habitan o que por el pasan, no necesariamente controladas
apenas por un poder soberano, pero también por valores de determinada
sociedad.
Duarte, Fabio, crise das matrizes
espaciais, Sao Paolo, Ed. Perspectiva, 2002.
escuela Milton Santos, geografía
social.
lugar: porción del
espacio en donde un grupo de personas o individuos sedimentan sus valores
culturales, de modo que depositan en él sus referencias, sin que tales
valores sean el orden materializado de sus vidas o de otros que de ahí se encuentren, mas que sirvan como su
identificación en el espacio. El lugar es una porción del
espacio significada.
teorías de lugar
teoría del lugar central.
postula la existencia de una distribución y jerarquización de los
lugares centrales en un espacio isotrópico. (Economía)
teoría del lugar y los cuerpos.
disposición
relativa y desplazamientos (Geografía)
teoría del no-lugar. Marc Augè,
espacios del anonimato (Antropología)
Topofilia, Gastón
Bachelard (Filosofía)
el espacio captado por la imaginación no
puede seguir siendo el espacio indiferente, entregado a la medida y la reflexión del geómetra.
Es vivido, no es su posibilidad, sino con todas las parcialidades de la
imaginación.
Para Bachelard, la tipofilia es una
categoría poética del
espíritu,
desde la cual la percepción del espacio se mediatiza, no solo por la experiencia
sensible que puede tenerse de él (su “positividad”) sino
por la fuerte carga imaginativa a través de la cual se podría
afirmar que este entra en “valor” o en “apropiada
significación”
topofilia, el amor al lugar
ontología del espacio
el carácter ontológico de
dicho concepto como “acto de ser”, que se manifiesta a través del
habitar. referida la condición simbólico-espacial de habitar
humano.
la preexistencia de un determinado
espacio nombrado como “lugar” dispuesto
a ser ocupado.
1 espacio material, ciencia
positivista, geometría y planificación.
2 espacio como teorías
interpretativas del diseño, tanto lo material como lo simbólico.
trialéctica del espacio
Esta perspectiva poética del espacio, donde cada forma es el punto de partida hacia otra
forma, espacio productor de espacios. (Paz, 1980:233)
Los espacios múltiples no dicen:
silenciosamente se despliegan ante nosotros
se transforman en otro espacio. Sus metamorfosis nos revelan la
racionalidad inherente de las formas. Los espacios literalmente se hacen y
edifican ante nuestros ojos con una lógica que
, en el fondo, no es distinta a la de la semilla que se transforma en raíz,
tallo, flor, fruto. Lógica de la vida...
Pero no hay nada estático en este
mundo: las formas, imágenes de la
perfección finita, producen por la combinación de sus elementos combinaciones infinitas. No espacio para contemplar
sino un espacio para construir espacios. (Ibid.:235)
el espacio como herramienta sémica
como resultado de la práctica
simbólica y
como expresión de las identidades materializadas, de las lógicas y
estructuras mentales (representadas en las imágenes) significa el espacio
producido como texto, con relación al contexto, que es lo que permite
verlo con posibilidad de interpretarlo.
como materia, puede verse como
recurso para la actividad simbólica de una comunidad: las formas de
ordenamiento del espacio se pueden identificar, deviniendo en unidades
significantes.
la distribución
espacial está ligada a
programas discursivos de las diversas instituciones
espacio como texto, tiene límites,
como unidad sémica.
el espacio como mediador de las
relaciones sociales
es un útil …sémico y
participa así a la
asignación del
sentido a la relación social
la organización social
se revela a través de la disposición de su espacio físico.
-
relación con el entorno natural y éste como proveedor de
recursos.
-
la interacción social en sí
-
“El espacio como lugar. De la naturaleza del espacio como
forma urbana”. José Luis de
las Rivas.
producción,
construcción
“Producción del
espacio” significa aceptar una metodología de análisis
cargada de fundamentos ideológicos, lo que puede ser considerado
inoperante, de la misma manera que el espacio postulado infinito.
se considera que construcción del
espacio abre…
el lugar es esencialmente cultural.
Es dinámico por
las distintas apropiaciones de los objetos, acciones y por los variables y
mutables usos que las personas y grupos hacen de él.
el lugar es construido por el proceso
de significación, organización y jerarquización de los
elementos espaciales, a través del sustrato cultural.
los filtros culturales tienen
influencia en la percepción y comprensión del espacio.
Marina Oasman, selección del
tema de investigación
el territorio como el lugar, es una
porción del
espacio significada, cuyos elementos son atribuidos signos y valores que
reflejan la cultura de una persona o de un grupo.
la noción de territorialidad está ligada a la idea de dominio.
de esta manera el territorio es construido
desde que existe un sistema de valores compartidos por los elementos que ocupan
tal porción del
espacio.
se concluye que el espacio habitable
y constituido socialmente es un “conjunto de relaciones que unen a los
individuos con su medio ambiente”, Francoise Paul-Levy y Marian Segad.
Antropologie de l’espace. Paris, Centre Georges Pompidou, 1983.
el Estructuralismo, según Realie
y Antiseri, no se presenta como un conjunto compacto de doctrinas, se
caracteriza más bien por una polémica colectiva que los
estructuralistas mantienen en contra del subjetivismo, el humanismo, el
historicismo y el empirismo
para sintetizar la cuestión, cabe
decir que para el estructuralismo filosófico la categoría o noción
fundamental no es el ser sino la relación, no el sujeto sino la estructura.
entonces podemos definir el espacio arquitectónico y urbano como el
resultado de la acción del hombre en el entorno ya existente, con el deseo de
mejorar las condiciones humanas, por lo tanto hacerlo habitable.
habitabilidad tanto interior como
exterior.
el espacio abierto es el universal,
el básico,
mientras que el interior ha sido el “truco”, Chanflón Olmos,
Historia de la Arquitectura y el Urbanismo Mexicanos.
creado por el hombre para adaptarse
al medio, como respuesta a las condiciones físicas de su entorno geográfico.
el espacio está definido por una comunidad cuyas prácticas
sociales determinan diversas concepciones y modalidades del espacio, e igual
estos pueden determinar las prácticas.
el espacio como atmósfera
entre los edificios de Peter Zumthor
y sus entornos se produce un juego de dar y recibir, un prestarse atención, un
enriquecimiento mutuo. Al enfrentarnos con su arquitectura, nos viene
inevitablemente a la mente el concepto de atmósfera, una disposición de ánimo, una
sensación en
perfecta concordancia con el aspecto construido, comunicada directamente con
quienes lo contemplan, lo habitan, lo visitan e, incluso, al entorno inmediato.
Para Zumthor la atmósfera es una categoría estética[14]. (7)
La atmósfera nos habla de una
sensibilidad emocional, una percepción que funciona a una increíble
velocidad y que los seres humanos tenemos para sobrevivir... Hay algo dentro de
nosotros que nos dice enseguida un montón de cosas; un entendimiento
inmediato, un contacto inmediato, un rechazo inmediato. (13) "la belleza
está en los ojos de quien mira"..
todo está solamente dentro de mi (17) Con esto
tengo que tratar como arquitecto...Existe una magia de lo real (19) ...llevar a
cabo esta tarea de crear atmósferas arquitectónicas
también tiene
un lado artesanal. (21)
1.
El cuerpo de la arquitectura
la presencia material de las cosas
propias de una obra de arquitectura, de la estructura...primer y más grande
secreto de la arquitectura: reunir cosas y materiales del mundo para que,
unidos, creen este espacio.23
el sonido del espacio
Todo espacio funciona como un gran
instrumento; mezcla los sonidos, los amplifica, los transmite a todas partes.
Tiene que ver con la forma y con la superficie de los materiales que contiene y
con cómo éstos se han
aplicado...Por desgracia, hoy en día mucha gente no percibe el sonido
del espacio en absoluto. (29) Encuentro hermoso construir un edificio e
imaginarlo en su silencio... hacer del edificio un lugar sosegado…(31)
la tensión
interior exterior
...umbrales, tránsitos...espacios
imperceptibles de transición entre interior y exterior, una inefable sensación del
lugar, un sentimiento indecible que propicia la concentración al
sentirnos envueltos de repente, congregados y sostenidos por el espacio... Y
entonces tiene lugar un juego entre lo individual y lo público...(47)
Los edificios siempre comunican algo a la calle o a la plaza (49)
grados de intimidad
...tiene que ver con la proximidad y
la distancia..Concierne a distintos aspectos: tamaño,
dimensión, proporción, masa
de la construcción en relación conmigo...A lo que me refiero es al
tamaño, la
masa y el peso de las cosas (51)...distancia o cercanía entre
yo y lo construido.(55)
coherencia
No es más que una mera sensación... que
todo encuentre su explicación en el uso (67) La arquitectura se
ha hecho para nuestro uso. En este sentido, no es un arte libre. Creo que la
tarea más
notable de la arquitectura es justamente ser un arte útil. Pero lo más hermoso es que las cosas hayan
llegado a ser ellas mismas, a ser coherentes por sí mismas. Entonces todo hace referencia
a ese todo y no se puede escindir del lugar, el uso y la forma. La forma hace
referencia al lugar, el lugar es así y el uso refleja tal y cual cosa. (69)
Flores Soto, J. A. (2011). Poética de los espacios cotidianos. P + C Proyecto Y
Ciudad: Revista De Temas De Arquitectura, (2),
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Gil-Fournier Esquerra, M. (2011). Fenómenos gemelos: Hacia una arquitectura del espacio público. P + C Proyecto Y
Ciudad: Revista De Temas De Arquitectura.,
(2), 79-92. Retrieved from http://www.proyectoyciudad.es/
espacio como imposición
no se puede hablar de conclusiones,
ni resultados, como en ciencias duras, sino como posibilidad de reflexionar
sobre los caminos que se abren para lograr una mirada, un idea que cada vez más se
aproxime a entender el fenómeno y objeto de estudio, sin por supuesto, nunca poder
llegar a una representación completa del fenómeno estudiado.
quedan inquietudes, preguntas sin
contestar, lagunas de información, indicios, pistas, residuos en la
canasta, para seguir trabajando, en lo específico y en lo general, que
darán mayor
acercamiento.
arquitectura, el espacio como
documento, insobornable, refleja mejor las prácticas sociales, las
estructuras económicas, políticas,
los pensamientos y sentimientos de las sociedades, expresión
completa y concreta de una cultura, espacio y tiempo sintetizados en la
arquitectura.
aproximación económica del
espacio; el territorio es básico; implica el acceso, apropiación, uso y
gestión del
medio natural; asocia un sistema económico, sus reglas y modos de producción,
reglas del mercado, de la economía, implica la estructura social,
roles, jerarquías, un sistema de valores, deseos y orientaciones sociales.
la interacción social
en sí
interacciones en el espacio-tiempo
para definir un espacio practicado en conjunto
las prácticas determinan la forma
del espacio, modificando las propuestas por diseñadores
la proxémica determina el espacio
en función de las
interpelaciones y su grado, de acuerdo a la cultura.
el espacio como mediador social,
convierte al espacio en un fenómeno económico y
nutre la consideración del espacio como herramienta sémica.
la interacción y la
relación con el
medio natural pueden ser leídas en la distribución y estructuración del
espacio
espacio como escenario, donde se
relaciona lo pragmático con lo simbólico del accionar religioso, político y
social; de las relaciones horizontales y verticales entre los individuos.
la correspondencia entre las
estructuras sociales y las estructuras mentales son garantes de la dominación
social. Bordieu
la arquitectura no es expresión de una
sociedad sino del poder que la dirige. Francois Chaslin
"Pero la gente, ante el
ejercicio del poder, por sus prácticas cotidianas, se rebela y las
cambia, ejerciendo su soberanía".
Michel de Certau
tema: los espacios públicos
urbanos y su contribución para construir la identidad social, el sentido de
pertenencia y la confianza pública y privada. debate técnico y
político
sobre la convivencia urbana.
aqui hay conceptos importantes para
entender los efectos del espacio público en habitantes y usuarios. También es
importante esta distinción que hace entre entre "usuarios y residentes del
entorno". Hay hipótesis interesantes en este artículo,
que habrá que ver si se comprueban, como la de
que "en la modificación del espacio social (habrá que ver a que se refieren con este término),
se expresa en nuevas maneras de vivir, de relacionarse y organizarse real y
simbólicamente
en los espacios públicos", y que "entre las aspiraciones de los
chilenos está la
necesidad de robustecer aquello que es común". Otra afirmación
interesante es que "se observa una población con bajos niveles de
confianza, que desvaloriza lo colectivo y que vive con una alta percepción de
inseguridad" Habrá que
comprobar si la plaza de Calama es un ejemplo de una forma participativa de
diseño y
construcción.
Segovia, O., & Neira, H. (2005). Espacios públicos urbanos: Una contribución a la identidad y confianza social y privada. Instituto
De La Vivienda. Facultad De Arquitectura, Universidad De Chile,
20(55)
Espacio público e
ideología.
generan una ideología
espacio a la cual se refiera, que
ella describa, en la cual ella utiliza el vocabulario y las conexiones, los
cuales detentan el código. Lefebvre
pero la gente, ante el ejercicio del
poder, por sus prácticas cotidianas, se rebela y las cambia, ejerciendo su
soberanía, De
Certeau
aunque a veces no reconocidos,
quedando en el mundo informal
espacio= máquina de
hacer creer, liberación, confesión o castigo.
deviene estratégico,
donde se negocia, se apuesta por la distribución de posicionamiento
sociales, su conservación y legitimación.
campo estratégico de
las relaciones de poder
la ciudad no es lugar de producción, sino
de gestión y de
dominación,
ligada a la primacía social del aparato político-administrativo.
Castells
3. el espacio como objeto/esquema de
las representaciones sociales
remite
como objeto de representación
se expresa por un conjunto de
formulaciones para asirse a un referente espacial exteriorizado, identificado
para traducir la experiencia del espacio, puede ser percibido
como esquema de pensamiento
en las representaciones se …signos,
que ayuda a ver el espacio (Riquer-refiguración) como herramienta sémica.
por ello se recurre a imágenes o
pre visualizaciones, por lo que se transmite al exterior, una concepción del
espacio, deviniendo formas en lo concreto.
representaciones pueden ser en tres
niveles
de lo abstracto, físico o
como relato
todas análogas
como negociación
implica el reconocimiento del poder
que se ejerce a través de dispositivos espaciales, que conllevan un orden y con
ello el dominio de ese orden
persuasivos y eficaces, como una
maquinaria para producir los efectos de sentido necesarios a la transmisión y
prescripción de
mensajes com: reglas, normas, actitudes, conductas… generadas por las instituciones
que se interiorizan mentalmente en
mapa de las posiciones sociales (la estructura social familiar, doméstica,
institucional, asentamiento, barrio) el espacio es un documento.
espacio como la expresión física de
los hechos históricos. el espacio posee un pasado, pero tiene un presente
coexistente, una personificación y un futuro; es un ente en proceso,
desarrollo y transformación.
un hecho histórico dinámico,
como procesos sociales, productivos, de la actividad humana.
a veces conservando esquemas,
patrones y formas espaciales
estructuras de larga duración
espacio como ámbito
con las condiciones para conservar y estabilizar los hechos históricos.
Fernand Braudel
el espacio es un componente social, y
lo social es espacialmente constituido.
por lo que la materia toma forma a
través de un
código,
que permite establecer un sistema de representación.
la relación entre
el espacio como forma construida y la social en su definición remite
a las dimensiones sociales del espacio
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Universidad Bolivariana, 10(30), 45-75
Alguacil, J. (2008). Espacio público y espacio político. La ciudad como el lugar para las estrategias
de participación. Polis. Revista De La Universidad Bolivariana,
7(20), 199-223
espacio
las que evocan las funciones que lo
definen, guían su estudio y revela lo que está detrás de su concreción.
permiten comprenderla o lo explican o
dimensiones sociales del espacio, el espacio como: herramienta sémica,
mediador de las relaciones sociales, negociación o apuesta, objeto/esquema
Le Goff, lo imaginario en tres
campos:
representación, simbólico,
ideológico.
el de la representación es la
parte que no es posible de reproducir de la realidad.
el simbólico. el símbolo
evoca un sistema de valores subyacentes, al igual que otras significaciones que
no están en la
esfera de lo social.
el ideológico,
remite a la concepción del mundo, y por ello a
una representación del mismo (imago mundo)
escalas
modalidades del espacio
territorio, región,
espacio urbano, asentamientos humanos, espacio arquitectónico y
Si se parte de que una imagen mental
es una representación, un concepto. Y el espacio es, sin duda, una categoría
compleja, no es un concepto simple.
En el espacio público
confluyen las dimensiones social, cultural y política, ya que es a la vez
lugar de relación, identificación y manifestación. Por
tanto, se podría evaluar la calidad del mismo con base a criterios como la
intensidad y calidad de relaciones sociales que facilita, así como su capacidad de acoger y mezclar
distintos grupos y comportamientos, o bien, su capacidad de estimular la
identificación simbólica, esto es, la expresión de la sociedad y la
integración
cultural. Por ello supone dominio público, esto es, el uso social
colectivo y diversidad de actividades.
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[1]La ciudad-estado platónica,
disertación acerca de la justicia, y su consecuencia
en la organización de la
ciudad-estado ideal, por medio de la división
jerárquica, bajo el argumento
de que es imposible que un mismo hombre pueda desempeñar dos oficios a la vez
(Platón, 1988:123).
[2] En la transformación de la estructura espacial de las metrópolis, estos autores identifican una ruptura de la estructura
tradicional de la ciudad latinoamericana, compacta y con un centro único, reemplazada por una organización difusa, acompañada del surgimiento de nuevos “artefactos” urbanos: los
centros comerciales localizados en la periferia y ligados a las grandes
avenidas, los parques tecnológicos o logísticos y los
barrios cerrados. (Rojas, Cuadrado-Roura y Fernández, 2005: 38)
1. m. Extensión que contiene toda la materia existente.
2. m. Parte que
ocupa cada objeto existente.
3. m. Espacio exterior.
4. m. Capacidad de terreno,
sitio o lugar.
5. m. Transcurso de tiempo
entre dos sucesos.
6. m. Tardanza,
lentitud.
7. m. Distancia entre dos cuerpos.
8. m. Separación entre las líneas o entre
letras o palabras de una misma línea de un texto impreso.
9. m. Programa o parte de la
programación
de radio o televisión. Espacio informativo.
10. m. Impr. Pieza de metal que
sirve para separar las palabras o poner mayor distancia entre las letras.
11. m. Impr. Matriz (letra o
espacio en blanco)
12. m. Mat. Conjunto de entes
entre los que establecen ciertos postulados. Espacio vectorial.
13. m. Mec. Distancia recorrida
por un móvil
en cierto tiempo.
14. m. Mús. Separación que hay entre las rayas del pentagrama.
15. m. Ant. Recreo, diversión.
Espacio exterior. m. Región del universo que se encuentra más allá de la atmósfera terrestre.
Espacio muerto. m. Mil. En las fortificaciones, el que, no siendo
visto por los defensores, no puede ser batido por los fuegos de estos, y por
tanto queda indefenso.
Espacio planetario. m. Astr. El que ocupan las órbitas de los
planetas en su movimiento alrededor del Sol.
Espacios imaginarios. m. pl. Mundo irreal, fingido por la fantasía.
Espacio vital. m. Ámbito territorial que necesiten las colectividades y
los pueblos para desarrollarse.
Diccionario
de la Lengua Española, de la Real Academia de la Lengua Española.
[4] F. Braudel afirma que el estudio de la civilización involucra todas las ciencias sociales, y que
discutir una civilización is discutir su
espacio, territorio y contornos, clima, vegetación, especies animales y sus condiciones naturales o de otro tipo
(Braudel, 1994:9)
[5] Según Kant, espacio y
tiempo son las únicas formas de
intuición sensible, y por
tanto, son las únicas condiciones
para la existencia de las cosas como fenómeno (Kant, 2013:17).
[6] Para la concepción de la materia,
Kant no profundiza en su permanencia, sino en su mera presencia en el espacio,
el cual ocupa. (Idem.:36)
[7] Aunque cabe aclarar que Habermas pertenece a una generación de teóricos críticos asociados a
una fase posterior de la Escuela de Frankfurt, influenciados por los primeros
miembros del Instituto de Investigación Social, en la Universidad Goethe, como Theodor Adorno y Max
Horkheimer, entre otros, en las décadas de 1920 y 1930.
[8]el gr. topos puede ser entendido como locus, en todos los sentidos del
vocablo latino, o bien como spatium y derivadamente el de distancia. pero como
en la física moderna "espacio" va a
cobrar un sentido geométrico abstracto (más próximo al kenón o "vacío" y el topos
aristotélico no es un espacio en general, sino
un "dónde" concreto relacional, se
traduce como locus. lugar.
[9] Refiriéndose al uso de
criterios arbitrarios para definir el espacio y el tiempo, que hacen replicable
una medición en cualquier
lugar que se realice.
[10] Einstein formula el objetivo de la Mecánica diciendo que “la Mecánica debe
describir cómo varía con el tiempo la posición de los cuerpos en el espacio”. En su teoría, propone dejar de lado la “oscura” palabra “espacio”, que “para ser sinceros,
no nos dice absolutamente nada”, sustituyéndola por “movimiento con respecto a un cuerpo de referencia prácticamente rígido”. (Einstein,
1999:7)
[11] Para
Norberg-Schulz, el interés del hombre por el espacio tiene raíces
existenciales, es decir, que deriva de una necesidad de adquirir relaciones
vitales en el ambiente que le rodea para aportar sentido y orden a un mundo de
acontecimientos y acciones. (Norberg-Schulz, 1975:9)
[12] Tómese como
ejemplo de esta sobreposición el dibujo de la Sforzinda, realizada por Antonio
Averlino il Filarete (1432-1502) en su tratado de arquitectura dedicado a Francesco Sforza.
[13] “La
imagen de la ciudad” es un marco teórico metodológico para el análisis de la
legibilidad del espacio urbano, a partir de sus vías, nodos, bordes, barrios y
mojones. (Lynch, 2008:63)
[14]prólogo de Brigitte Labs-Ehlert a la conferencia "Atmósferas. Entornos arquitectónicos. Las cosas a mi alrededor", pronunciada el 1 de junio de
2003 en el Festival de Literatura y Música.
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