lunes, 6 de noviembre de 2023
Aportaciones teórico metodológicas del concepto de “calle completa” aplicables a ciudades mexicanas.
Victor Manuel Gutiérrez Sánchez.
El concepto de "calle completa" es una estrategia de diseño urbano que se centra en transformar las calles de las ciudades en espacios más inclusivos y sostenibles, que van más allá de su función tradicional de proporcionar vías de tráfico para automóviles. En lugar de dedicar exclusivamente las calles al tráfico de vehículos, la idea de una calle completa busca equilibrar y optimizar el espacio para dar cabida a una variedad de modos de transporte y actividades, con un enfoque en la seguridad y la comodidad de peatones, ciclistas y otros usuarios vulnerables. Los elementos clave de una calle completa deben incluir:
1. Carriles para bicicletas: La inclusión de carriles para bicicletas separados o compartidos en la calle, lo que fomenta el uso de la bicicleta como medio de transporte.
2. Aceras amplias: Aceras espaciosas que permiten a los peatones caminar cómodamente y disfrutar del entorno urbano.
3. Zonas verdes: La integración de áreas ajardinadas, parques y árboles a lo largo de la calle para mejorar la estética y la calidad del aire.
4. Mobiliario urbano: La instalación de bancos, farolas, papeleras y otros elementos que hacen que la calle sea más acogedora y funcional.
5. Estacionamiento: La gestión del estacionamiento de manera eficiente, a menudo reduciendo o restringiendo el estacionamiento en la calle para dar prioridad a otros usos.
6. Transporte público: El fomento y mejora de las opciones de transporte público en la calle, como paradas de autobús y estaciones de tranvía.
7. Zonas peatonales: La creación de áreas peatonales o calles peatonales donde se prohíbe el tráfico de vehículos.
8. Eventos y actividades comunitarias: La organización de eventos, mercados u otras actividades que fomenten la interacción social y el uso activo de la calle.
9. Diseño de seguridad vial: La implementación de medidas de seguridad vial, como pasos de cebra elevados, señalización clara y límites de velocidad más bajos, para reducir los riesgos de accidentes de tráfico.
El concepto de calle completa se basa en la idea de crear espacios urbanos más amigables para las personas, promoviendo la movilidad sostenible y reduciendo la dependencia de los automóviles. Esta estrategia contribuye a la mejora de la calidad de vida en las ciudades, al fomentar la actividad física, reducir la contaminación del aire y promover la interacción social en el entorno urbano.
En San Luis Potosí hemos podido conocer iniciativas para definir la regeneración de avenidas con una perspectiva meramente vial, que dejan de lado otras formas de moverse, distintas al automóvil privado. Esta perspectiva no toma en cuenta la opinión ni las necesidades de la ciudadanía, y obedece a prácticas urbanísticas del siglo pasado, en que se diseñaban ciudades para el automóvil. Hoy, las nuevas tendencias del diseño urbano apuntan a priorizar al peatón, al usuario del transporte público y al ciclista, complementando la circulación de vehículos por las calles de la ciudad.
“Un paso a desnivel o un puente es la manera más rápida de llegar al siguiente embotellamiento”, dice el urbanista Rafael Pérez Fernández, para explicar una visión parcial, que pierde de vista la planeación de la ciudad como un todo integrado. En cambio, cuando se diseña la calle desde una perspectiva de política pública, es decir, de manera conjunta entre los sectores público, privado y social de una comunidad, se llega a un concepto integral del espacio para la circulación que se conoce como “Calle Completa” o “Calle Total”.
Aportaciones Teóricas:
1. Teoría del Espacio Público: La teoría del espacio público se refiere a la importancia de crear lugares públicos accesibles y acogedores en las ciudades. Autores como Richard Sennett y Jan Gehl han destacado la necesidad de diseñar espacios que fomenten la interacción social y el sentido de comunidad.
2. Teoría de la Movilidad Sostenible: La movilidad sostenible se basa en reducir la dependencia del automóvil y fomentar modos de transporte más sostenibles, como caminar, andar en bicicleta y utilizar el transporte público. Autores como Jeff Speck y Jan Gehl han abogado por un enfoque más sostenible en el diseño de calles.
3. Enfoque de Equidad: La equidad en el acceso y el uso de las calles es un tema central. Autores como Angela Glover Blackwell y Bené Cipolla han argumentado que las mejoras en las calles deben beneficiar a todas las comunidades, especialmente a las desfavorecidas.
Aportaciones Metodológicas:
1. Diagnóstico Urbano: Antes de rediseñar una calle, se realiza un diagnóstico urbano para comprender las necesidades y desafíos específicos de la zona. Esto incluye análisis de tráfico, recopilación de datos de movilidad y encuestas a la comunidad.
2. Diseño Participativo: Involucrar a la comunidad local en el proceso de diseño es esencial. Se utilizan talleres, reuniones públicas y encuestas para recopilar opiniones y sugerencias de los residentes.
3. Diseño Multimodal: Se adopta un enfoque de diseño multimodal que incluye la planificación de carriles para bicicletas, aceras amplias, zonas verdes y transporte público accesible.
4. Seguridad Vial: La seguridad vial es una consideración clave. Se implementan medidas de seguridad, como límites de velocidad más bajos, pasos de cebra elevados y señalización adecuada.
5. Evaluación Continua: Después de la implementación, se realiza un seguimiento constante para evaluar el impacto de las mejoras en la calle, lo que permite ajustar el diseño y las medidas según sea necesario.
6. Política Pública y Financiamiento: Se requiere la implementación de políticas públicas que respalden las calles completas, así como la búsqueda de fuentes de financiamiento sostenible, como fondos gubernamentales y asociaciones público-privadas.
Estas aportaciones teóricas y metodológicas son fundamentales para la implementación exitosa de calles completas y se basan en una amplia gama de literatura en el campo del diseño urbano, la planificación urbana y la movilidad sostenible.
Para conocer como se están diseñando en otras partes del mundo las calles con este criterio, tomemos por ejemplo el Manual de Diseño de Calles de Escocia, en la Europa escandinava, -una de las regiones del mundo con mayor calidad de vida-, el cual establece la política: el diseño de calles debe considerar el espacio antes del movimiento. Lo anterior quiere decir, si diseñamos para los coches eso es lo que vamos a obtener, más coches; en cambio, si diseñamos para el peatón, tendremos eso, más personas ocupando el espacio público. Además, nos dice este manual, el diseño de calles debe estar basado en una toma de decisiones balanceada y debe adoptar un enfoque multidisciplinario y colaborativo.
Por otra parte, en Nueva York, la experiencia del High Lane, -una iniciativa ciudadana de recuperación de las abandonadas vías elevadas del tren, apoyada con diseñadores de gran visión y sensibilidad-, dio la pauta para crear el Manual de Diseño de Calles, que aspira a lo que en la cultura anglosajona se conoce como “Calles de Clase Mundial”, de la cual se desprenden siete objetivos:
Diseñar para la seguridad, crear espacios para mover personas y bienes con seguridad, a través de la ingeniería y la cultura viales, y con ello disminuir la accidentalidad y la fatalidad de la misma. Diseñar calles para servir viajes locales a baja velocidad. Investigar, probar y evaluar aditamentos y acciones innovadoras para incrementar la seguridad, particularmente aquellos que han funcionado en otras ciudades.
Diseñar par la accesibilidad y la movilidad, esto es, integrar a todos los usuarios de la calle, para todos los usuarios, con criterios de diseño universal, especialmente para los grupos más vulnerables: niños, adultos mayores y personas con capacidades diferentes, en la diversidad de modos de transporte. Considerar las proyecciones de crecimiento, recuperar derechos de vía, sobre todo con una visión integral que mejore la vitalidad económica de la ciudad. Priorizar el uso peatonal, la bicicleta y también el tránsito vehicular, al proveer de infraestructura segura, accesible y funcional para todos los modos de transporte utilizados en cada ciudad, diseñar rutas y conexiones con una visión sistémica. Minimizar el impacto del tráfico pesado en los distintos barrios. Esforzarse por alcanzar la accesibilidad, el diseño universal, y también considerar accesos de emergencia.
Diseñar para el contexto, responder al carácter del barrio. Partiendo de que las calles definen el carácter de los barrios, su diseño debe hacer referencia a el contexto colindante, incluyendo la historia, usos de suelo y puntos de referencia, es decir, comprender la vocación económica y social de cada barrio. Preservar el carácter único de cada barrio, provocar espacios para la convivencia, diseñar el paisaje, provocar actividades recreativas, diseñar de manera balanceada los distintos modos de tráfico en función de la seguridad y las necesidades de la comunidad.
Diseñar para la habitabilidad, o sea, crear espacio público estimulante con espacios públicos de calidad. Más allá de su función para mover personas y bienes, las calles comprenden una extensa red de espacios públicos abiertos que facilitan las interacciones sociales, cívicas y económicas. Expandir el espacio público utilizable, reubicando o reciclando fincas abandonadas, deterioradas o sub utilizadas, para crear andadores, ampliar banquetas, extensiones del espacio público en esquinas o a mitad de cuadra, y aprovechar la oportunidad para crear áreas verdes o huertos urbanos. Diseñar las calles para incentivar la actividad física de todas las edades, al hacer el ciclismo, caminar o correr como algo atractivo y conveniente. También incluir espacios sombreados y para sentarse.
Diseñar para la sustentabilidad, contribuir a un ambiente más sano y sostenible. Visualizar la calle como una extraordinaria oportunidad para mejorar la salud ambiental de la ciudad, utilizar materiales de menor impacto ambiental, que minimicen las superficies impermeables y maximicen la posibilidad de reforestación, así como la absorción calórica de la calle, con conocimiento del factor reflejante solar y, muy importante, entender el papel que cada zona de la ciudad juega en el ciclo del agua de cada región.
Diseñar para la excelencia visual, lo que quiere decir crear paisajes urbanos coherentes y armónicos. Las ciudades bellas se definen por la calidad visual y perceptual de sus calles. Diseñar con los más altos estándares estéticos, considerando el mantenimiento de largo plazo, y con enfoque multisensorial, o sea que además la vista, el espacio debe ser capaz de estimular los demás sentidos.
Diseñar para la rentabilidad, o lo que es lo mismo, proveer de la mayor plusvalía posible al público. La reconstrucción de las calles urbanas requiere de recursos financieros sustanciosos, por ello se debe considerar el ciclo completo de costo-beneficio: al desarrollar proyectos de inversión, medir no sólo el beneficio o el costo económico, sino el ambiental, territorial y social. Además de una buena planeación y diseño, la calle requiere de una buena administración, así como considerar futuras necesidades, generando proyecciones de desarrollo como parte del proceso de planeación, reconociendo también la importancia de la evaluación y autoevaluación, como retroalimentación del proceso para futuras acciones.
La aplicación del concepto de "calle completa" en ciudades mexicanas puede ser muy beneficiosa para mejorar la calidad de vida, la sostenibilidad y la seguridad en entornos urbanos. Aquí hay algunas pautas para aplicar este modelo en ciudades mexicanas:
1. Identificar áreas piloto: Comienza por seleccionar áreas específicas en la ciudad donde se pueda implementar el concepto de "calle completa". Estas áreas pueden ser calles, avenidas o vecindarios que se beneficiarían de una transformación hacia un entorno más amigable para peatones y ciclistas.
2. Participación comunitaria: Es crucial involucrar a la comunidad local en el proceso. Realiza reuniones y talleres participativos para recoger opiniones y sugerencias de los residentes y comerciantes locales. Esto ayudará a adaptar el diseño a las necesidades y deseos de la comunidad.
3. Diseño y planificación: Colabora con arquitectos, urbanistas y expertos en movilidad para desarrollar planes de diseño que incorporen los elementos de una calle completa. Esto puede incluir la creación de carriles para bicicletas, ampliación de aceras, zonas verdes y la redistribución del espacio de estacionamiento.
4. Inversión en transporte público: Promueve la inversión en sistemas de transporte público eficientes y accesibles. Esto puede incluir la expansión de rutas de autobuses, la implementación de sistemas de tranvía o tren ligero y la mejora de las paradas y estaciones existentes.
5. Mejora de la seguridad vial: Implementa medidas de seguridad vial, como pasos de cebra elevados, semáforos peatonales, señalización clara y límites de velocidad más bajos. Esto contribuirá a reducir los accidentes de tráfico y a hacer que las calles sean más seguras para todos.
6. Monitoreo y adaptación: Una vez implementados los cambios, es importante realizar un seguimiento constante para evaluar su impacto. Ajusta el diseño y las medidas en función de la retroalimentación de la comunidad y de los datos de movilidad y seguridad.
7. Educación y concienciación: Lleva a cabo campañas de educación para promover el uso de modos de transporte sostenibles, como la bicicleta y el transporte público. También educa a conductores, peatones y ciclistas sobre la coexistencia segura en el espacio vial.
8. Regulación y políticas públicas: Trabaja en la implementación de regulaciones y políticas que respalden el concepto de "calle completa". Esto puede incluir cambios en los códigos de construcción, restricciones de estacionamiento y apoyo a proyectos de movilidad sostenible.
9. Financiamiento sostenible: Busca fuentes de financiamiento a largo plazo para mantener y expandir las mejoras en las calles completas. Esto puede incluir la búsqueda de fondos gubernamentales, inversiones privadas o asociaciones público-privadas.
Cada ciudad mexicana es única, por lo que la aplicación de calles completas deberá adaptarse a sus características y necesidades específicas. Al adoptar este enfoque, las ciudades pueden promover la sostenibilidad, la seguridad y la calidad de vida de sus habitantes, al tiempo que fomentan una movilidad más sana y sostenible.
De lo anterior podemos concluir que, para el diseño de una calle completa, debemos integrar todos estos factores, así como la geometría vial, los materiales de construcción, el paisaje, la iluminación y el mobiliario urbanos, pero sobre todo la participación conjunta e integrada de la ciudadanía, la iniciativa privada y el gobierno en el diseño de los espacios que habitamos y transitamos todos.
El concepto de "calle completa" representa una estrategia innovadora y sostenible para mejorar la calidad de vida en entornos urbanos alrededor del mundo. A través de la implementación de elementos como aceras amplias, carriles para bicicletas, zonas verdes y un enfoque en la seguridad vial, las ciudades pueden promover la movilidad sostenible, la equidad en el acceso a las calles y la creación de espacios públicos más acogedores. Las aportaciones teóricas de urbanistas y teóricos del espacio público, junto con enfoques metodológicos que incluyen el diseño participativo y la evaluación continua, han demostrado ser fundamentales en la aplicación efectiva de este modelo. La literatura y las prácticas actuales respaldan la idea de que las calles completas son un camino hacia ciudades más saludables, seguras y vibrantes en un mundo cada vez más urbano y preocupado por la sostenibilidad. Sin embargo, es esencial que cada implementación se adapte a las necesidades y características específicas de cada ciudad y que se promueva la participación comunitaria y la inversión sostenible para lograr resultados exitosos.
Fuente de información:
Gehl, J. (2010). Cities for People. Island Press.
Jacobs, J. (1961). The Death and Life of Great American Cities. Vintage.
New York City Government (2009) Street Design Manual. Department of Transportation. www.nyc.gov/street designmanual
Puentes, F. (2017). Calles completas: Estrategias para humanizar la movilidad urbana. Editorial Biblos.
Speck, J. (2012). Walkable City: How Downtown Can Save America, One Step at a Time. North Point Press.
Sennett, R. (2018). Building and Dwelling: Ethics for the City. Farrar, Straus and Giroux.
The Scottish Government (2010) Designing streets. A policy statement for Scotland. Edinburgo, Escocia www.scotland.gov.uk
Transit Cooperative Research Program (TCRP). (2014). Design and Safety of Pedestrian Facilities: Recommended Practice. National Academies Press.
World Health Organization (WHO). (2015). Global Status Report on Road Safety 2015. WHO.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario