miércoles, 2 de noviembre de 2022
La arquitectura de los Centros de Justicia para las Mujeres en el Estado de San Luis Potosí.
Por Victor Manuel Gutiérrez Sánchez
Con el objetivo de crear un prototipo arquitectónico capaz de ser replicado en las diversas condiciones geográficas de las diferentes regiones del Estado de San Luis Potosí, se creó un procedimiento para el proyecto arquitectónico bioclimático del Centro de Justicia para las Mujeres de las ciudades de Matehuala y San Luis Potosí, con el cual se buscó crear un método de proyección arquitectónica bioclimática, basada en estancias institucionales y un riguroso procedimiento de diagramación y programación arquitectónicas. A partir de una idea rectora, que en el proyecto previo fue el “abrazo arquitectónico”, el cual marcó el rumbo de la composición formal y funcional del edificio. En estos proyectos, la idea que rigió el proceso fue el de una idea congruente con el acercamiento de la institución con la ciudadanía. Esta noción, además de la pertinencia simbólica, nos representó una estrategia adecuada para la integración del edificio a la topografía del terreno. Como resultado, se tiene un concepto funcional, formal, espacial y técnico. Funcionalmente, el centro está organizado en dos alas, una que concentra los servicios de primera atención, y otra que alberga los servicios de seguimiento en la atención a las usuarias. Ambas alas están articuladas e integradas por el Centro de Empoderamiento, que en la nueva generación de centros adquiere un lugar predominante, de acuerdo con el Modelo Nacional, que denomina Centros de Empoderamiento y Justicia para las Mujeres de nueva generación. Espacialmente, el centro se organiza en un patio central, así como patios interiores y apertura al perímetro interior y exterior, que ayudan a iluminar y climatizar naturalmente los espacios exteriores. Prácticamente todos los espacios cuentan con este sentido de climatización pasiva, excepto los que por sus requerimientos, se deben encontrar aislados, como áreas de coordinación de la seguridad, celdas, cámara de Gessel, SITE, sala de juicios orales y testigos protegidos. Formalmente, se manejó un lenguaje de formas ortogonales, pero con diferentes alturas y retranqueos en planta, que le permiten al edificio autogenerarse sombras, de acuerdo a recomendaciones bioclimáticas del modelo nacional. Los elementos jerárquicos fueron enfatizados por medio de la altura, como en el caso del acceso, el elemento más alto, y otros de altura intermedia, como el Centro de Empoderamiento, Guardería y Sala de Juicios Orales. Otro criterio de énfasis fue dado por el acabado pétreo, que se otorgó al vestíbulo de acceso y la oficina de la titular. Estructuralmente, el centro fue construido mediante un sistema híbrido, ya que contempló la edificación convencional de muros de carga, coincidentes en ambos niveles e integrados por castillos, trabes y muros de block de concreto hueco, por un lado, y estructura metálica y muros divisorios prefabricados, por el otro, en los elementos de mayor altura. Estructuras metálicas independientes soportan los cuerpos de escaleras y elevadores a ambos lados del patio, así como el acceso a la terraza jardín y azoteas, respectivamente. El Centro de Justicia para las Mujeres fue concebido como un espacio integral para la política pública de protección de los derechos de las mujeres a una vida libre de violencia, lo cual se reforzó con la colaboración de tres diferentes artistas que en respectivos murales, plasmaron el sentido y la razón de ser del centro, buscando que las usuarias encuentren dignamente la asistencia médica, psicológica, social, legal y financiera a una situación sensible, en las mejores condiciones posibles.
Palabras clave: justicia, género, seguridad.
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