Por
Victor M. Gutiérrez Sánchez
El 23
de Enero del presente 2012, el Colegio de Arquitectos de San Luis Potosí, A.C.,
emitió su veredicto con respecto a un concurso abierto a todos sus agremiados
para el diseño de su Edificio Sede, convocado en Diciembre 2011 con la
intención de obtener un proyecto apropiado a su tiempo y espacio, destinado a
construirse en el plazo inmediato. El proyecto ganador se comienza a construir
en 2012, con lo que esta importante
agrupación contará por primera vez con un edificio ex profeso, en vez de adaptar oficinas rentadas como se viene
haciendo desde hace 45 años.
Partiendo
de la premisa de no emplazarse fuera de la ciudad, incluso se buscaron
ubicaciones en el Centro Histórico de S.L.P., las cuales se descartaron por no
encontrar un inmueble con las condiciones de espacio requeridas para un
edificio contemporáneo de congregación gremial. Con la intención de obtener un
riguroso programa arquitectónico, acorde a las necesidades actuales y futuras
de sus agremiados, se invitó a los arquitectos Oscar Cadena, Marcela Bremer y
Fernando Torre, a realizar un trabajo detallado de programación arquitectónica,
y se lanzó una convocatoria que buscaba equilibrar la experiencia y la juventud
de sus integrantes.
El
jurado estuvo integrado por arquitectos prominentes por su trayectoria y por
sus posiciones estratégicas en el ámbito laboral y académico. Así se invitó a
Francisco Covarrubias, Presidente de la Academia de Arquitectura de México -quien
asignó a su representante en la entidad, Marco Garfias-; a Manuel Villar,
actual Rector Interino de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí; a Alfonso
Palafox , por parte de la Federación de Colegios de Arquitectos de México; y a Jorge
Tamez, Director de Arquitectura, de la Universidad Nacional Autónoma de México.
De
once equipos inscritos, siete entregaron su propuesta, eligiendo el jurado a
puerta cerrada el proyecto del equipo idea
9, encabezado por Iván Juárez, Antonio Cárdenas, Juan Lozano, Manuel
Márquez, que junto con un equipo de colaboradores, presentaron la mejor opción.
El
proyecto ganador podría definirse como claro y sobrio, no obstante que se
distingue por una gran congruencia con el contexto espacio temporal en que se
ubica. A partir de un análisis de la arquitectura regional, se llega a una
propuesta que podríamos ubicar dentro de un regionalismo crítico, (como lo
define K. Frampton), evidenciado en el uso de formas masivas, colores
desérticos y materiales pétreos de la región, todo ello obedeciendo a la
sabiduría ancestral de los constructores de este lugar, que se han adaptado por
siglos al clima, materiales, asoleamiento y vientos del desierto alto. A través
del uso del material se buscó una identidad local, no acudiendo al lugar común
de la cantera rosada, sino por medio del acabado pétreo conocido como sangre de
pichón, originario de Tierranueva,
S.L.P., un material que permite utilizarse en forma de lajas para formar
celosías, intercalándolas con rendijas que permiten la ventilación y la
visualización selectiva del entorno, además de que se logra otorgar color a
través del material al edificio, buscando con ello mayor honestidad y
durabilidad.
Aunado
a ello, el proyecto cuenta con una serie de criterios funcionales estrechamente
vinculados con las actividades gremiales que son la razón de ser de el programa
arquitectónico, como puede verse en el diseño de elementos arquitectónicos
integrados al espacio, como la escalera-estante, por ejemplo, o la disposición
de elementos arquitectónicos flexibles, como mamparas abatibles, para ampliar o
limitar el espacio, según se requiera.
El
proyecto se agrupa en cuatro espacios principales, que son: El espacio de trabajo,
destinado a espacios adaptables para las actividades propias de la profesión de
los agremiados, tales como presentaciones, reuniones y negocios, el cual se
transforma en espacio expositivo por medio de elementos flexible, duplicando
con ello el espacio; Se tiene también un área administrativa, destinada a las
oficinas del Presidente y la Mesa Directiva, así como a la Secretaría; también
cuenta con un espacio social, de usos múltiples encaminado a fomentar la
relación gremial y fraternal entre los arquitectos, se trata de un espacio cuya principal función
es la de dinamizar la actividad colectiva; posteriormente se tiene un espacio
comercial, en el formato de un local, con lo que se busca acercar a proveedores
dentro del ámbito comercial vinculado a la profesión, además de aportar un
recurso al Colegio.
En
el programa arquitectónico llamó la atención la cantidad de cajones de estacionamiento,
requeridos por reglamento y en función de un evento máximo, pero que consume
muchos m2 (40% del total de la superficie), por lo que los proyectistas
buscaron que este espacio no se convirtiera en el protagonista de la
composición en fachada, por lo cual se le ubicó de manera lateral en el predio,
semienterrado y con un acceso a través de uno de los volúmenes del edificio.
La
disposición de los volúmenes en forma de prismas sobrepuestos da lugar a un
concepto espacial de patio central, como idea, no como forma, para distribuir
las actividades del conjunto, además de reforzar la relación interior-exterior
que se tenía como premisa de diseño. Esta idea de edificios-puente, se
contrapone a la concepción tradicional de edificios-límite, buscando un
edificio público más abierto, donde la libertad de transición, se integra con
una escala casi doméstica.
En
el aspecto funcional y técnico, destacan los elementos arquitectónicos como
mobiliario, así como páneles, muros divisorios y abatibles, que devienen en un interior
dinámico y flexible. Diseñando a partir del sistema constructivo, se llega a
una propuesta de gran racionalidad, con una clara lectura
interior-exterior-entorno, contemporánea pero a la vez con profundas bases
locales. Un proyecto pensado para servir, con una durabilidad de 30 o 40 años
sin modificación.
Cabe
mencionar que el ganador fue el único equipo de agremiados menores de 40 años,
lo cual nos habla de una nueva generación de profesionistas con un ímpetu y
compromiso profesionales que vale la pena considerar, agremiados de hace menos
de 3 años, representan una visión fresca de la profesión, además de que los
integrantes del equipo se encuentra estrechamente ligado a espacios académicos
destinados a la enseñanza de la arquitectura, por lo que pudiera obtenerse como
efecto benéfico adicional un ejemplo para los jóvenes estudiantes que aún se
preparan para el ejercicio de esta noble profesión. Cabe destacar que los miembros del equipo, no
habían hecho antes una colaboración proyectual, sin embargo destacaron que la
principal riqueza de sus diversas formaciones y enfoques, fue precisamente la
complementariedad. La propuesta prescinde en buena medida de las herramientas
digitales tan en boga para las nuevas generaciones de arquitectos, ya que se
presentó principalmente por medio de bocetos ilustrados de gran calidad.
A
decir de Enrique Esquivel, Presidente del Colegio de Arquitectos, lo que
determinó la decisión del H. Jurado fue que se trata de un “proyecto verdad”,
totalmente transparente. No obstante, considero que otro aspecto que parece
haber determinado la decisión, fue el hecho de la capacidad del proyecto para aprovechar
al máximo los recursos, y con poco hacer mucho, lo cual en estos tiempos
resulta trascendental para cualquier obra arquitectónica. Además de capturar la
esencia del lugar, y el significado tan especial que implica un edificio para
arquitectos, que tiene que hablar del ejercicio de la profesión en la entidad, y que logra desde lo local enseñar lo
universal.
Fuentes
de información
Frampton,
K. (2002) Historia Crítica de la Arquitectura Moderna. GG, México.
Entrevista
a Enrique Esquivel, Presidente del Colegio de Arquitectos de San Luis Potosí,
A.C. 06/03/2012.
Entrevista
a Iván Juárez, miembro del equipo ganador del concurso. 17/03/2012
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