viernes, 8 de abril de 2011

Planeación Municipal Inclusiva y Estratégica


Por Victor Manuel Gutiérrez Sánchez.

Desde hace poco más de 15 años, obedeciendo a una tendencia mundial, los municipios mexicanos han iniciado una dinámica de políticas públicas encaminadas a la autonomía en la planeación de su territorio y sus ciudades. Con la clara intención de establecer sustentabilidad en sus estrategias de planeación a largo plazo, el desarrollo urbano de las ciudades competitivas se apoya cada vez más en los institutos de planeación municipal (IMPLAN) que tienen dos condiciones sine qua non, deben de ser técnicos y deben de ser ciudadanos.

El carácter técnico de la planeación institucional debe estar constituido por el perfil profesional de los funcionarios que lo integran, que deben ser especialistas en las distintas áreas que confluyen en la planeación municipal. Este aspecto se ve enfatizado con su cualidad de centros de investigación aplicada a la planeación sustentable de ciudades, ya que en muchos casos éstos institutos se constituyen como la base de datos del territorio municipal o incluso como sede de observatorios urbanos o agencias de desarrollo social Hábitat.

La condición ciudadana se la confiere la inclusión social que debe darse en la conformación de su órgano directivo y en la transparencia inherente a los procesos participativos de planeación. Recordemos que la razón de ser del IMPLAN es generar, impulsar y sostener el proyecto de municipio que incluya a todos sus habitantes.

El pionero en la institucionalización de la planeación sustentable del territorio, es el municipio de León, Gto., el cual, seguido de los municipios de Ciudad Juárez, Chih., y de Aguascalientes, Ags., que constituyen la primera generación y la punta de lanza en cuanto a los Institutos de Planeación Municipal. Un IMPLAN constituye una oportunidad para planteamientos de políticas públicas encaminados a la visión de largo plazo, la participación ciudadana y la trascendencia política ante los períodos administrativos, en beneficio del territorio municipal y sus habitantes, en un marco actual y prospectivo.

La principal función del IMPLAN debe ser la de definir las bases para la planeación del desarrollo urbano del territorio municipal, teniendo como marco de referencia los asuntos políticos del entorno en los tres niveles de gobierno, y como medio para la instrumentación por medio de políticas públicas encaminadas a la viabilidad del desarrollo integral a largo plazo.

Resulta importante la vinculación entre el IMPLAN y el gobierno estatal, por medio de políticas regionales para garantizar la congruencia de las acciones que se deriven de este proceso científico de investigación aplicada a la planeación, ya que entre el territorio municipal y el estatal se establece una relación de dos vías en donde un ámbito condiciona al otro y viceversa.

La factibilidad de establecer las bases para un desarrollo sostenible en el territorio municipal se ve reforzada por la asignación directa de recursos federales que fortalecen la autonomía municipal, ya que es este nivel de gobierno el que tiene una relación más directa con la ciudadanía y con acciones de rápido impacto para el desarrollo integral del ámbito espacial que habita.

La planeación estratégica se ha venido implementando con éxito en algunos municipios que cuentan con IMPLAN, buscando el desarrollo competitivo y a la vez sustentable de las ciudades, como un instrumento de valoración técnica y de generación de acciones y políticas, derivando además en una cartera de proyectos estratégicos para el corto, mediano y largo plazos en el área de estudio.

Es necesario fundamentar la planeación del territorio municipal con base en políticas públicas incluyentes, sostenibles en el tiempo, sustentables en el desarrollo integral. Una de las principales intenciones de un IMPLAN debe ser la de garantizar la trascendencia de las estrategias de largo plazo ante los cambios políticos, dando continuidad a la imagen-objetivo que los sectores representativos tienen del municipio a largo plazo. Y es que la mayoría de las administraciones públicas municipales tienen, en el mejor de los casos, una visión de planeación a tres años, lo cual se contrapone con la percepción ciudadana del lugar que ha elegido para vivir, trabajar y formar una familia.

Se puede señalar como una de las causas de esta contraposición ideológica y de intenciones a una cultura política de corto plazo y de escaso compromiso social y ambiental. La alternancia política que en términos generales es positiva, pero que en la práctica genera ruptura con los proyectos de ciudad de la administración anterior, en muchos casos esta ruptura se exacerba cuando la alternancia se da entre integrantes de un mismo partido político.

Temas como la corrupción, el debate político basado en la desacreditación y la falta de resultados perceptibles, han generado una desconfianza ciudadana en el gobierno, por lo que un esquema de planeación municipal con intenciones de viabilidad deberá de estar fundamentado en la participación ciudadana inexorablemente, para garantizar su aplicación.

Los primeros beneficiados con este trabajo deberían ser los ciudadanos del municipio, quienes al contar con un plan estratégico para su municipio, deberían encargarse de su seguimiento y cabal cumplimiento, exigiendo resultados a la autoridad desde una base de participación activa y crítica, obviamente en el marco de la legalidad, la tolerancia y el respeto mutuos.

Sabemos que desde el ámbito internacional hasta el entorno regional, las ciudades compiten entre sí por el capital de inversionistas privados y por el recurso público de diversas fuentes de financiamiento, por lo que el marco referencial debe ampliarse hacia ciudades que han demostrado la efectividad de estos planteamientos como Barcelona, Curitiba y Bogotá, para poder valorar y plantear las políticas públicas para el desarrollo integral del territorio municipal, por medio de una interpretación de alta especialización técnica, buscando sustentar las estrategias de largo plazo para el territorio municipal en un esquema de participación ciudadana.

En un IMPLAN se hace evidente el estrecho vínculo que existe entre el poder, el conocimiento y el espacio, manifiesto en las políticas públicas de planeación territorial de los municipios, con el fin de fundamentar el planteamiento de un programa estratégico para el desarrollo sustentable del territorio municipal a través de siete ejes temáticos: medio ambiente, ordenamiento urbano territorial, movilidad urbana, desarrollo económico, desarrollo (inclusión social), educación (cultura e identidad), así como el fortalecimiento institucional.

* El autor del artículo es arquitecto y urbanista, maestro en asuntos politicos y políticas pùblicas, acualmente director de Consultores en Planeación Estratégica de Ciudades, fue director de planeación en el IMPLAN Cancún.

1 comentario: